El Cardenal Zen pide al Vaticano que “no venda a la Iglesia china” al régimen comunista
El Papa Francisco ha cesado al arzobispo chino Savio Hon Tai-Fai, secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, conocido por su oposición al régimen comunista de Beijing, para enviarle de nuncio a Grecia, y su compatriota el Cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, en una angustiosa alocución, ha implorado a Dios que aparte a la Santa Sede “del borde del precipicio y no venda a la Iglesia legítima” al Gobierno de Xi Jiping, según informa Asia News.
Para entender ambas noticias, es necesario ir unos años atrás, cuando Mao Zedong, además de reprimir implacablemente toda manifestación religiosa, tuvo la misma idea que los revolucionarios franceses para desactivar la oposición de la jerarquía católica china: crear su propia iglesia católica, la Iglesia Patriótica.
Así surgió un falso catolicismo paralelo, con su propio clero y sus propias estructuras, dependiente del Gobierno y servil a sus intereses ideológicos, una ‘iglesia de papel’ calcada del ‘clero constitucional’ de la Francia de finales del XVIII.
Naturalmente, la reacción de la Santa Sede fue la de ignorar por completo esa mascarada, negar toda validez a las órdenes de la Iglesia Patriótica y seguir apoyando a la jerarquía fiel, reprimida y masacrada, moviéndose las más de las veces en una peligrosa clandestinidad.
Pero la actitud del Papa Francisco ante este cisma parece alejarse marcadamente de la de sus predecesores, con acercamientos a las autoridades que sugieren que aspira a superar el cisma mediante una fusión de ambas jerarquías.
Así se interpreta el apartamiento del Cardenal Hon, y a ese temor responden las palabras de Zen.
En la citada homilía, Zen, ordinario de Hong Kong de 2002 a 2009 y duro crítico de las persecuciones contra los católicos que son aún política oficial de Beijing, hacía referencia a las negociaciones en marcha entre el Vaticano y el Gobierno comunista sobre la elección de obispos. El régimen exige elegir los sacerdotes entre los que Papa podrá elegir a los obispos chinos. El problema, claro, es que las autoridades solo van a elegir sacerdotes que pertenezcan a la Iglesia Patriótica, de hecho o en espíritu, y que sean más leales al Gobierno que a Roma. “Roma se comprometería a reconocer como obispos solo a aquellos clérigos que superen la criba de la conferencia episcopal de la Iglesia Patriótica”, señala The Wall Street Journal.
Y esto es lo que denuncia Zen, lo que alarma a los que se han mantenido fieles a Roma en China a costa de terribles sacrificios y lo que preocupa, en fin, a prelados de todo el mundo.
No puede decirse de Zen que se haya mordido la lengua al denunciar este peligro, e incluso ha advertido de que el Vaticano está fiándose más de la diplomacia que de la fe en este asunto. “La Santa Sede no deja de contemporizar e incluso ha llegado al punto de venderse para aplacar [al régimen]. Esto no es en absoluto lo que Dios espera de la Iglesia”.
Para Zen existe un “plan malvado”: el Vaticano pedirá a los obispos fieles que renuncien “con el fin de dejar su puesto a obispos ilícitos y excomulgados”, lo que sería, añade Zen, “un enorme desastre para la Iglesia”.
Y este es el momento elegido por Su Santidad para retirar a Hon, de 67 años y el prelado chino de mayor rango en la Curia, y enviarlo de nuncio pese a su nula experiencia diplomática.
Hon, como recuerda la publicación francesa ‘La Croix’, ha sido uno de los obispos que más se han destacado en su oposición a la política de aproximación al régimen de Beijing del Papa Francisco. Su puesto en Propaganda Fide, que ocupa desde hace siete años, cuando fuera nombrado por Benedicto XVI, le convertía en el número dos de una congregación encargada de coordinar la tarea misionera de la Iglesia.