El misterioso pasadizo secreto del Vaticano
Desde hace más de 700 años, un curioso pasadizo secreto 
comunica el Vaticano con el Castillo de Sant’Angelo. Se lo conoce 
también como el Passetto. ¿Para qué se construyó? ¿Se utilizó alguna 
vez? Conozcamos la historia entorno al pasadizo secreto del Vaticano.
El
 Passetto o Passetto di Borgo es un pasadizo secreto que tiene unos 800 
metros de longitud y lleva desde el Vaticano hasta una de las almenas 
del Castillo de Sant’Angelo. Visto desde el exterior parece un trozo de 
muralla o incluso una especie de acueducto, pero nunca pensarías que 
esconde un pasillo que conduce a un refugio seguro para que el Papa
 quede a resguardo en el fortificado Castillo de Sant’Angelo. Si has 
leído el libro de Dan Brown “Ángeles y Demonios” o has visto la 
película, ya sabes de que pasadizo hablamos, pues en él transcurre una 
de las escenas de la novela/película, también en “Misión Imposible 3”, 
se utiliza este camino para acceder al Vaticano.
Se
 construyó en el siglo VI a raíz de la invasión de los Ostrogodos y su 
función en un principio fue de muralla defensiva. Destruida en varias 
ocasiones, de esa construcción inicial no queda prácticamente nada. Una 
de las reconstrucciones más importantes fue la ordenada por León IV en 
el siglo IX tras el ataque de los Sarracenos y de esta reconstrucción ha
 permanecido en pie únicamente el Passetto. En el siglo XIII, con el Papa Nicolás III se habilitó definitivamente el pasadizo.
Está documentado que al menos se ha utilizado en dos ocasiones para intentar salvar la vida del Papa
 que gobernaba la Iglesia en ese momento. En 1494, fue utilizado por 
Alejandro VI para huir Carlos VIII de Francia, que había invadido la 
ciudad y en 1527 el Papa
 Clemente VII lo cruzó perseguido por las tropas de Carlos I durante el 
saqueo de Roma y permaneció refugiado en el Castillo de Sant’Angelo 
durante 7 meses.
El
 Passetto no fue incluido en los Pactos de Letrán y se fue deteriorando 
ya que no quedaba claro si pertenecía al Vaticano o al Estado Italiano. 
El Papa
 Juan Pablo II reconoció la titularidad del Estado Italiano sobre él y 
ahora, si quieres visitar el también llamado “corredor aéreo”, puedes 
hacerlo. Está restaurado y abre al público durante 2 meses en verano. 
Únicamente los 80 metros finales que lo unen al Vaticano no pueden 
transitarse y están custodiados por la Guardia Suiza.