Jazmín cayó en desgracia cuando interpeló a Boudou
Jazmín cayó en desgracia cuando interpeló a Boudou
Censura, persecución y muerte.
La modelo y periodista Jazmín de Grazia murió ahogada en su bañera aparentemente después de consumir cocaína y no se sabe cuántas pastillas de Rivotril. Estaba en tratamiento psiquiátrico y su novio, Leandro Cabo Guillot, señaló como una de las principales causas de la crisis la siguiente: “fue muy traumático que a Jazmín la hayan despedido de Duro de Domar”. Antes de este desenlace, la modelo había tenido una discrepancia sin importancia con el actual senador Aníbal Fernández, como relató su compañera, la periodista Fernanda Iglesias, actualmente en La Nación. Iglesias también fue despedida de Duro de domar por retrucar a Amado Boudou en un sketch titulado “verdadero o falso”. Luego, Jazmín trabajó en Animales Sueltos, pero como se había recibido en TEA -la escuela de periodistas del progresismo- le gustaba preguntarles a los ministros en forma incisiva. No era una rubia tonta sino una rebelde del poder. Seguramente por esta razón no volvió a figurar en ningún panel de programas de espectáculos, al quedar fichada como no confiable por la Secretaría de Medios de la Presidencia. Es que el gobierno corría el riesgo de que le preguntara algo embarazoso a algún ministro.
Una cadena de causas
El trasfondo de este drama que terminó en tragedia es simple. Tanto los accionistas como los gerentes de programación de los medios saben que cualquier gesto de desafío al poder kirchnerista puede implicar, como represalia, la suspensión de la pauta publicitaria estatal y el consecuente ahogo financiero del medio. En el ambiente mediático se llama a este proceso que ya lleva nueve años el “disciplinamiento”.
Perseguida de esta forma, Jazmín consiguió hacer algunas columnas en la FM Urbana y fue conductora en la FM Aqua de Mar del Plata, donde entrevistó sin obsecuencia a Florencio Randazzo. De ahí en más no pudo continuar trabajando de periodista y, por otra parte, se había alejado del mundo del modelaje por lo que fue entrando entonces en un cuadro depresivo importante. Se sabe que tenía varios proyectos pero todos eran inviables porque Jazmín estaba en la lista gris del kirchnerato. Este sistema de control mediático funciona perversamente, ya que en realidad son los medios privados los que ejecutan la censura a través de mecanismos muy simples: no invitan más como panelista al sospechoso, por si dice algo de más. Y si quiere comprar un espacio no se lo venden, con la excusa de que no hay disponibilidad, mientras sí les venden a conductores de programas basura. Hay una lista de periodistas políticos a los que, por tratar profundamente los temas de corrupción y por ocuparse del patrimonio presidencial, ningún canal o gerente de programación les vende un espacio, aun pagando sobreprecios. Éstos son los verdaderos mecanismos de la censura y la restricción de la libertad de prensa en la era K. Para dar un ejemplo, en el 2006 el entonces Jefe de Gabinete Alberto Fernández dispuso la desaparición del canal de cable Política y Economía para eliminar así el programa Brokers y otros que irritaban al gobierno. Los productores de esos programas nunca más -pese al tiempo transcurrido- consiguieron que canal de cable les vendiera un espacio. Esto, pese a haber llevado sus reclamos hasta la mesa directiva de ADEPA. En este marco, un importante multimedios atacado por el gobierno se defendió diciendo que le vendía espacios a quien le viniera en gana. La perversión de la censura instalada en la Argentina hace también que algunos se quejen del gobierno pero también censuren a otros.