La Patagonia argentina y chilena en peligro
10 de enero 2012 | 15:35
Pregunta: ¿La Patagonia? ¿Qué es eso? Respuesta: Patagonia es la
vasta, inmensamente rica, escasamente poblada, área austral de
Sudamérica, extendida desde el Océano Atlántico al Océano Pacífico.
Compartida por Argentina y Chile, la Patagonia ha sido por más de un
siglo un objetivo claro de la élite de poder global, siendo catalogada
como su futuro “refugio”. Existe evidencia de que intereses extranjeros quieren apropiarse del sur austral.
Mientras observamos el desastre que han hecho de nuestro mundo, aquel
“futuro” puede que esté al otro lado de la esquina. Apuntada por el
Movimiento Sionista Internacional, esta silenciosa toma de la Patagonia
ha progresado dramáticamente en años recientes; no a través de la guerra
y la invasión, sino mediante adquisiciones territoriales, infiltración
económica, quintas columnas israelíes, apoyo mediático global y
posicionamiento geopolítico.
La semana pasada, la furia emergió en Chile luego de que un grupo de
“mochileros” israelíes prendieran fuego al bosque virgen del Parque
Nacional Torres del Paine en la Patagonia. ¿El sospechoso? Un tal Rotem
Singer, quien estaba “turisteando en la Patagonia” con otros
“mochileros” israelíes. Éstos insistieron en su inocencia en
declaraciones a la radio militar de Israel. Las autoridades chilenas, no
obstante, lo detuvieron, e incluso el presidente Sebastián Piñera
manifestó su preocupación.
Parque Nacional Torres del Paine, Chile. Foto: Corbis
|
¿Por qué tanta preocupación? Por décadas, jóvenes oficiales del
ejército israelí, camuflados como turistas y mochileros, han estado
estudiando, mapeando y viajando por toda esta vasta, rica y escasamente
poblada región, conspirando, planeando…¿preparando el futuro?
Esto no es nada nuevo. Hace 26 años, el 5 de enero de 1986, el
principal periódico de Argentina, el tradicional y prestigioso La
Nación, publicó un artículo bajo el título ‘Estudian el asentamiento de una colonia judía en Santa Cruz’,
citando a israelíes que estudian el área, quienes manifiestan “este es
un proyecto largamente acariciado”. Se afirma que éstos “realizan un
relevamiento de la zona, para estudiar el clima, la flora, la fauna y
las riquezas potenciales del lugar”.
Por décadas, los israelíes han estado “surcando” sistemáticamente esta
región gracias a la extrema flexibilidad de los gobiernos sucesivos de
la Argentina, todos extremadamente permeables y sumisos a la influencia
sionista. Esto quedó evidenciado en septiembre de 2003, cuando el
entonces Comandante en Jefe del Ejército argentino, Roberto Bendini, fue
obligado a renunciar por un escándalo mediático alimentado por el lobby
sionista local de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelíes
Argentinas), luego de que Bendini expresara su preocupación por la
presencia de oficiales israelíes haciéndose pasar por “mochileros
inocentes”. Nuevamente el periódico La Nación del 30 de septiembre de
2003, explicó que “en cuanto a los israelíes, importa advertirlo: que
los hay en la Patagonia, los hay. Se mueven en grupos, son jóvenes y
hablan entre ellos en hebreo. Una buena parte viene de la milicia.
Acaban de quitarse el uniforme del ejército israelí."
Cerro Fitz Roy o Chaltén, ubicado en el límite entre la Argentina y Chile, en la Patagonia. Foto: Corbis
|
Existe entonces una razón justificada de preocupación entre argentinos y
chilenos. Especialmente cuando se considera que el padre fundador del
sionismo internacional, Theodor Herzl, escribió en 1896 en su libro ‘El
estado judío’ (en un capítulo con el importante título, ‘¿Palestina o
Argentina?’) cosas como “Debemos elegir, ¿Palestina o Argentina?...
Argentina es, por naturaleza, uno de los países más ricos de la Tierra,
con un inmenso territorio, población escasa y clima moderado. La
República Argentina tendría el mayor interés de cedernos parte de su
territorio…”.
Avancemos al año 2002, cuando, como reportamos en un reciente artículo
de RT, Argentina colapsó sufriendo su peor crisis financiera y The New
York Times sugirió que el país debía vender la Patagonia para pagar su
deuda soberana.
En Argentina también están muy activas personalidades como Eduardo
Elsztain, el terrateniente más grande del país, quien “resulta ser” el
socio local del magnate y especulador judío-norteamericano-húngaro
George Soros (directivo del Consejo de Relaciones Exteriores y la
Comisión Trilateral). Elsztain posee grandes extensiones de tierra a lo
largo de la Patagonia y también “resulta ser” director ejecutivo del
Congreso Mundial Judío y un activo militante del movimiento sionista
Jabad Lubavitch.
Elsztain no está solo en acumular millones de hectáreas de tierras
argentinas usando sus miles y miles de millones de dólares en dinero. Se
asocia informalmente con Carlo y Luciano Benetton, Ted Turner de CNN y
TNT, Douglas Tompkins (eco-billonario estadounidense que posee tierras
especialmente en Chile), Joseph Lewis (el propietario británico de
Planeta Hollywood), Daniel Lerner de Walt Disney Enterprises, Ward Lay
dueño de las famosas patatas fritas, e incluso el ex Secretario del
Tesoro de George W. Bush y director ejecutivo de Goldman Sachs, Henry
Paulson, a través de la ONG The Nature Conservancy.
Pero los sionistas no están solos en esto. El matutino The Telegraph de
Londres acaba de titular un artículo el pasado 2 de enero recomendando
que “un submarino nuclear sea enviado a las Islas Malvinas para ilustrar
la furia británica por la decisión de países sudamericanos de prohibir
la entrada a sus puertos de embarcaciones que porten la bandera de las
islas”, agregando que “Gran Bretaña debiera… realizar ejercicios
militares en respuesta a la ‘agresiva’ decisión de Argentina, Brasil y
Uruguay de cerrar sus puertos a navíos que enarbolen la bandera ‘ilegal’
de las Islas Malvinas”, ocupada por Gran Bretaña desde 1833 y
convertida en poderosa base militar nuclear frente a la Patagonia y
Antártida desde la guerra por las Malvinas entre Argentina y el Reino
Unido.
El Telegraph concluye diciendo que “nadie debiera tener dudas sobre el
compromiso del Gobierno británico de apoyar esta área, la cual involucra
una vasta extensión de potenciales aguas ricas en minerales en el
Atlántico Sur”.
¿Necesitamos recordar a los lectores que Gran Bretaña ha sido el principal motor del movimiento sionista, desde que su Declaración Balfour de 1917 trazó el camino que llevó a la violenta creación de Israel en 1948, por bien financiadas organizaciones terroristas como Irgun Zvai Leumi, Stern y Hagganah?
¿Necesitamos recordar a los lectores que Gran Bretaña ha sido el principal motor del movimiento sionista, desde que su Declaración Balfour de 1917 trazó el camino que llevó a la violenta creación de Israel en 1948, por bien financiadas organizaciones terroristas como Irgun Zvai Leumi, Stern y Hagganah?
¿Están las élites preparándose para apoderarse de la Patagonia de una buena vez?
Una cosa es segura: ni la Argentina, ni Chile, ni ningún otro país en
Sudamérica, quiere ver a la Patagonia convertida en una nueva Palestina.
El mundo ha visto suficiente terrorismo sionista en aquellas tierras.
Adrian Salbuchi para RT
Adrian Salbuchi es analista político, autor, conferencista y comentarista en radio y TV en Argentina. www.asalbuchi.com.ar