DIPUTADA NORA GINZBURG A CARLOS KUNKEL
DIPUTADA NORA GINZBURG A CARLOS KUNKEL....ME VAN A PEGAR UN TIRO, COMO HACIAN USTEDES?
Las intervenciones de la lopezmurphista Nora Ginzburg son un seguro de polémica.
Suele despertar al auditorio de sus colegas diputados, como ocurrió en la sesión del martes en el cruce que tuvo con el kirchnerista Carlos Kunkel. Fue cuando defendió la tesis de que los delitos de los terroristas también son de lesa humanidad y no prescriben. Kunkel se sintió aludido, discutieron y ella retrucó: «Le queda el recurso, señor diputado, de pegarme un tiro como hacían ustedes». Es de esperar que la TV descubra a esta diputada, que sabe calentar la pantalla. Aquí, ese debate.
Nora Ginzburg (lopezmurphysta, Capital): Lamento que la voz disonante sea siempre la mía. Es una lástima que la gente carezca de tan poca memoria y que se escuche una sola campana.
(...) Quien fuera fiscal en la Cámara Federal que juzgó a los comandantes ha dicho hace poco tiempo, en un artículo publicado en el diario « La Nación », que las convenciones internacionales incorporadas a la Constitución argentina definen a los delitos de lesa humanidad como «acto inhumano contra la población civil o persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos».
Ese fiscal es el doctor Moreno Ocampo, que opina que tanto la Triple A como Montoneros, ERP y similares han cometido delitos de lesa humanidad.
Creo que todos los militares y todos los que también cometieron delitos de terrorismo de Estado tienen que estar presos; no tengo ninguna duda de eso. Pero también creo que debe juzgarse a todos los que integraron las bandas de Montoneros, ERP, FARC, FAL y yerbas similares.
He escuchado repetidamente decir acá que los otros fueron delitos comunes.
¿Quiénes más que estos delincuentes, señor presidente, se han beneficiado con las leyes de amnistía y de punto final, y con los indultos?
Ahora se amparan en la prescripción...
Carlos Kunkel (Frente para la Victoria, Bs. As.):
¿Se refiere a mí?
N. Ginzburg: Me refiero a todos; si usted se siente aludido, haga lo que le parezca...
Presidente (Eduardo Fellner): Por favor, señores diputados... (Varios señores diputados hablan a la vez.)
N. Ginzburg: ¿Ve que miente? Está mintiendo como mienten siempre. ¿Se da cuenta? Yo tengo derecho a expresarme, señor presidente. Hemos vivido épocas donde los Montoneros mataban a Genta por pensar distinto y la Triple A mataba a Silvio Frondizi por pensar diferente. Yo no coincido con ninguno de los dos, pero le queda el recurso, señor diputado, de pegarme un tiro como hacían ustedes. (Varios señores diputados hablan a la vez.)
Presidente (Fellner): Por favor, señora diputada, diríjase a la presidencia.
N. Ginzburg : ¿Por qué no se lo dijo al diputado?
Presidente (Fellner): Se lo estoy diciendo, señora diputada.
N. Ginzburg: No, no se lo dijo a él, me lo dice a mí. Le vuelvo a repetir que tenga más ecuanimidad. Más allá de las críticas que pueda hacerle, voy a reconocer el acto de justicia que fue el juicio a las juntas llevado a cabo por el doctor Alfonsín, con la única equivocación de que debió haberse empezado desde el año 1974, cuando comenzó a actuar la Triple A y una parte del ERP no bajó los brazos. En ese juicio se empezó a juzgar también a los integrantes de la guerrilla, los que se beneficiaron con las leyes, que tanto gritan, de punto final y de obediencia debida, y con los indultos de Menem, que beneficiaron a cincuenta y siete integrantes de la cúpula terrorista.
C. Kunkel: ¿Y los cuarenta muertos en diciembre de 2001?
Presidente (Fellner): Señor diputado, por favor.
N. Ginzburg: No sé por qué me llega cuando habla la diputada Morandini, por la desgracia personal que tuvo.
También me llega cuando me habla el licenciado Arturo Larrabure, cuyo padre estuvo secuestrado en 1974 -época de un gobierno constitucional- y fue torturado y muerto apareciendo con un montón de kilos menos.
Entonces, no entiendo cuál es esta justicia que se pretende.
Repito: todos los que integraron la Triple A.
Si España dijo que no estaba probado que la Triple A era terrorista, lo único que habrá hecho es devolvernos la gentileza de Laris Iriondo, porque nuestro país dijo que los etarras no eran terroristas, mientras Uruguay, que pasó una dictadura igual que la nuestra, sí concedió la extradición de Gotilla Uzurrunzaga.
Y el ex ministro de Agricultura José Mujica, que formó parte del MLN, hizo un mea culpa diciendo que se sentía arrepentido de haber tomado las armas que le trajeron una dictadura al Uruguay, como pasó con el triunvirato que empezó en el año 73.
Lo que ocurre es que pareciera que en este país nos quieren contar la historia cambiada.
Pero algunos tenemos memoria, salvo que nos apliquen los electroshock que aplicaba Stalin para ver si nos olvidamos, o que nos peguen un tiro como a Genta o a Frondizi por sólo pensar.
Entonces, el juicio de Larrabure va a llegar a la Corte Internacional de Justicia, porque el teniente coronel no era de Inteligencia, no era un delator -era un ingeniero experto en explosivos-, y su hijo está pidiendo en Rosario que el crimen del padre se declare de lesa humanidad, al que le hizo caso el fiscal Palacín.
Pero el procurador de la Nación, que integró la banda de Montoneros, ahora le bajó línea a todos los fiscales en el sentido de que ése no es un delito de lesa humanidad (Righi). Vamos a ver qué dice la Corte Internacional de Justicia.
Esta última, en el caso Milosevic-Tadic, cuando juzgó el caso de Kosovo Liberation Army -no tenía nada que ver el Estado-, estableció que lo que se requiere es sistematicidad y generalidad.
La postura que exige que los delitos de lesa humanidad sean sólo cometidos por el Estado es obsoleta.
Eso fue en su inicio; hoy se considera a los delitos por la trascendencia internacional.
Por eso se considera que lo que están sufriendo Ingrid Betancourt y otros rehenes son delitos de lesa humanidad, aunque algunos quieran decir que no.
Por eso, y porque creo que esto sigue siendo la caza de brujas de parte de un sector contra otro.
Por supuesto, si burdamente tengo que comparar, diré que uno cometió un homicidio simple y el otro, el del Estado, un homicidio calificado.
Por supuesto que el terrorismo de Estado siempre es peor, porque nunca puede estar en la clandestinidad o basarse en la impunidad del poder. Pero los demás, SÍ fueron los que provocaron la dictadura.
¿O qué pasó en el año 1976?
¿Cuántos había en la Plaza de Mayo defendiendo a Isabel Perón?
Había 150 maoístas.
Los que tenemos memoria nos acordamos.
Las intervenciones de la lopezmurphista Nora Ginzburg son un seguro de polémica.
Suele despertar al auditorio de sus colegas diputados, como ocurrió en la sesión del martes en el cruce que tuvo con el kirchnerista Carlos Kunkel. Fue cuando defendió la tesis de que los delitos de los terroristas también son de lesa humanidad y no prescriben. Kunkel se sintió aludido, discutieron y ella retrucó: «Le queda el recurso, señor diputado, de pegarme un tiro como hacían ustedes». Es de esperar que la TV descubra a esta diputada, que sabe calentar la pantalla. Aquí, ese debate.
Nora Ginzburg (lopezmurphysta, Capital): Lamento que la voz disonante sea siempre la mía. Es una lástima que la gente carezca de tan poca memoria y que se escuche una sola campana.
(...) Quien fuera fiscal en la Cámara Federal que juzgó a los comandantes ha dicho hace poco tiempo, en un artículo publicado en el diario « La Nación », que las convenciones internacionales incorporadas a la Constitución argentina definen a los delitos de lesa humanidad como «acto inhumano contra la población civil o persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos».
Ese fiscal es el doctor Moreno Ocampo, que opina que tanto la Triple A como Montoneros, ERP y similares han cometido delitos de lesa humanidad.
Creo que todos los militares y todos los que también cometieron delitos de terrorismo de Estado tienen que estar presos; no tengo ninguna duda de eso. Pero también creo que debe juzgarse a todos los que integraron las bandas de Montoneros, ERP, FARC, FAL y yerbas similares.
He escuchado repetidamente decir acá que los otros fueron delitos comunes.
¿Quiénes más que estos delincuentes, señor presidente, se han beneficiado con las leyes de amnistía y de punto final, y con los indultos?
Ahora se amparan en la prescripción...
Carlos Kunkel (Frente para la Victoria, Bs. As.):
¿Se refiere a mí?
N. Ginzburg: Me refiero a todos; si usted se siente aludido, haga lo que le parezca...
Presidente (Eduardo Fellner): Por favor, señores diputados... (Varios señores diputados hablan a la vez.)
N. Ginzburg: ¿Ve que miente? Está mintiendo como mienten siempre. ¿Se da cuenta? Yo tengo derecho a expresarme, señor presidente. Hemos vivido épocas donde los Montoneros mataban a Genta por pensar distinto y la Triple A mataba a Silvio Frondizi por pensar diferente. Yo no coincido con ninguno de los dos, pero le queda el recurso, señor diputado, de pegarme un tiro como hacían ustedes. (Varios señores diputados hablan a la vez.)
Presidente (Fellner): Por favor, señora diputada, diríjase a la presidencia.
N. Ginzburg : ¿Por qué no se lo dijo al diputado?
Presidente (Fellner): Se lo estoy diciendo, señora diputada.
N. Ginzburg: No, no se lo dijo a él, me lo dice a mí. Le vuelvo a repetir que tenga más ecuanimidad. Más allá de las críticas que pueda hacerle, voy a reconocer el acto de justicia que fue el juicio a las juntas llevado a cabo por el doctor Alfonsín, con la única equivocación de que debió haberse empezado desde el año 1974, cuando comenzó a actuar la Triple A y una parte del ERP no bajó los brazos. En ese juicio se empezó a juzgar también a los integrantes de la guerrilla, los que se beneficiaron con las leyes, que tanto gritan, de punto final y de obediencia debida, y con los indultos de Menem, que beneficiaron a cincuenta y siete integrantes de la cúpula terrorista.
C. Kunkel: ¿Y los cuarenta muertos en diciembre de 2001?
Presidente (Fellner): Señor diputado, por favor.
N. Ginzburg: No sé por qué me llega cuando habla la diputada Morandini, por la desgracia personal que tuvo.
También me llega cuando me habla el licenciado Arturo Larrabure, cuyo padre estuvo secuestrado en 1974 -época de un gobierno constitucional- y fue torturado y muerto apareciendo con un montón de kilos menos.
Entonces, no entiendo cuál es esta justicia que se pretende.
Repito: todos los que integraron la Triple A.
Si España dijo que no estaba probado que la Triple A era terrorista, lo único que habrá hecho es devolvernos la gentileza de Laris Iriondo, porque nuestro país dijo que los etarras no eran terroristas, mientras Uruguay, que pasó una dictadura igual que la nuestra, sí concedió la extradición de Gotilla Uzurrunzaga.
Y el ex ministro de Agricultura José Mujica, que formó parte del MLN, hizo un mea culpa diciendo que se sentía arrepentido de haber tomado las armas que le trajeron una dictadura al Uruguay, como pasó con el triunvirato que empezó en el año 73.
Lo que ocurre es que pareciera que en este país nos quieren contar la historia cambiada.
Pero algunos tenemos memoria, salvo que nos apliquen los electroshock que aplicaba Stalin para ver si nos olvidamos, o que nos peguen un tiro como a Genta o a Frondizi por sólo pensar.
Entonces, el juicio de Larrabure va a llegar a la Corte Internacional de Justicia, porque el teniente coronel no era de Inteligencia, no era un delator -era un ingeniero experto en explosivos-, y su hijo está pidiendo en Rosario que el crimen del padre se declare de lesa humanidad, al que le hizo caso el fiscal Palacín.
Pero el procurador de la Nación, que integró la banda de Montoneros, ahora le bajó línea a todos los fiscales en el sentido de que ése no es un delito de lesa humanidad (Righi). Vamos a ver qué dice la Corte Internacional de Justicia.
Esta última, en el caso Milosevic-Tadic, cuando juzgó el caso de Kosovo Liberation Army -no tenía nada que ver el Estado-, estableció que lo que se requiere es sistematicidad y generalidad.
La postura que exige que los delitos de lesa humanidad sean sólo cometidos por el Estado es obsoleta.
Eso fue en su inicio; hoy se considera a los delitos por la trascendencia internacional.
Por eso se considera que lo que están sufriendo Ingrid Betancourt y otros rehenes son delitos de lesa humanidad, aunque algunos quieran decir que no.
Por eso, y porque creo que esto sigue siendo la caza de brujas de parte de un sector contra otro.
Por supuesto, si burdamente tengo que comparar, diré que uno cometió un homicidio simple y el otro, el del Estado, un homicidio calificado.
Por supuesto que el terrorismo de Estado siempre es peor, porque nunca puede estar en la clandestinidad o basarse en la impunidad del poder. Pero los demás, SÍ fueron los que provocaron la dictadura.
¿O qué pasó en el año 1976?
¿Cuántos había en la Plaza de Mayo defendiendo a Isabel Perón?
Había 150 maoístas.
Los que tenemos memoria nos acordamos.