lunes, junio 25, 2007

[FAROagencia] La indignidad y la anti reconquista

  • Toisón de Oro a Adolfo Suárez y a Abdulá de Arabia Saudita
  • Reunión en Córdoba del "Liderazgo Islámico Mundial"
  • Constitución Europea por la puerta de atrás: la UE aprueba imponer un nuevo Tratado Europeo




Madrid, junio 2007. El Usurpador, o Jefe de Estado constitucional, acaba de otorgar el Toisón de Oro --la vieja orden borgoñona para príncipes y caballeros que se destacaban en defensa de la Fe católica-- al ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y al reyezuelo de Arabia Saudita. Viene de atrás lo de otorgar este simulacro de Toisón a enemigos de Cristo: Juan Carlos también se lo dio al difunto emperador Hiro Hito; fue tan apreciado que los japoneses perdieron el collar de la Orden, que ha de devolverse a la muerte del titular.

De la afición de Juan Carlos por la morisma ya se ha ocupado FARO otras veces. Empecemos, pues, por su concesión a Adolfo Suárez González. Reproducimos a continuación extractos de lo que sobre la misma escribe Antonio García-Trevijano (sin que ello suponga que FARO suscribe en su totalidad el artículo, ni mucho menos las ideas o la trayectoria del señor García-Trevijano; más bien todo lo contrario), que sirven para dar el tono del presidente del Gobierno que pilotó, junto con Juan Carlos y con la Conferencia Episcopal, la definitiva apostasía de España. Las acotaciones entre corchetes son de FARO.

El actual Rey de España [más bien presidente de la república coronada], que no procede de la Casa de Austria [ni de la de Borbón], ha concedido el vellocino de oro al Presidente de la Transición, Adolfo Suárez, que no cumple el requisito fundacional de "ser de presente fuerte y robusto". La piel de ese carnero mitológico fue la divisa de la Orden del Toison de Oro, creada por el Duque de Borgoña (1429), en recuerdo de los Argonautas de Jason y en homenaje a su matrimonio con Isabel de Portugal. Incorporado el Ducado borgoñés a la Casa de Austria, Carlos V nombró a los 24 caballeros del Toison entre Príncipes y caudillos del Imperio.

[...] Pero más de cerca toca a los gobernados, y a la sociedad civil, la actualidad política de la incorporación de Suárez a uno de los sitiales de los 24 caballeros de la Monarquía borbónica [no, de la república parlamentaria coronada], al minuto de haberse suspendido la procesión de paz con los etarras, y de manera simultáneamente convergente con la procesión de los medios informativos que hoy portan bajo palio, sin olor de multitud, al hombre-símbolo de la Transición.

Los partidos estatales y los medios de comunicación rinden homenaje procesional, como en los funerales, al único "desestadista" que ha conocido la historia moderna de Europa; al gran perjuro falangista que inició la procesión desnacionalizadora del Estado y nacionalizadora de las nacionalidades o realidades nacionales; al analfabeto instaurador del primer Estado a-nacional europeo; al científico descubridor de la cafeína que exacerba los sentimientos de identidad nacionalista en lo pequeño y los mitiga en lo grande; al revolucionario lingüista que sustituyó la preposición de compañía, "con", por la de distancia o perspectiva, "desde", para dar solemnidad de Estado a su vulgar discurso.

Suárez incurrió en gravísima irresponsabilidad cuando dimitió, para que su gobierno no fuera un paréntesis entre dos dictaduras, sin denunciar ante la opinión pública, para abortarlo, el complot militar que se preparaba bajo los auspicios del Monarca y del PSOE, con la finalidad de imponer al Parlamento un gobierno de concentración nacional, y que se manifestó prematuramente, el 23 de febrero, con el asalto de opereta organizado por el coronel Tejero, para impedir la integración del socialista Múgica en el proyectado gobierno del general Armada.

[...] Este artículo chocará, sin duda, a la sensibilidad de los espíritus educados en la hipocresía de la Transición. Pero era necesario escribirlo, precisamente ahora, para denunciar al instante la intoxicación procesionaria, contra la verdad, que comporta la concesión inoperante del Toison de Oro a Suárez. Una pura operación de propaganda que la Monarquía [la Usurpación] hace de sí misma.

La enfermedad que anuló hace tiempo la mente de este arribista provinciano, no es razón suficiente para silenciar la atrocidad de su obra política. La piedad nos callaría si los criterios que dieron vida a las instituciones del Estado de Partidos hubieran muerto con su mente. La delicadeza hacia su doliente familia también nos callaría, si enmudecer la verdad no fuera un brutal atentado a la conciencia de los que padecieron, y siguen padeciendo, las consecuencias dañinas de sus enormes disparates de gobierno. En fin, la tradición de cortesía hacia los muertos o incapacitados mentales, se refiere a los aspectos personales, que ellos ya no pueden contestar, pero no a las obras de su vida pública. De otro modo, la cortesía social habría impedido escribir la historia reciente y las biografías críticas de los personajes políticos.

La concesión del falso Toisón de Oro al soberano del artificial Estado denominado Arabia Saudita resulta aún más procaz, si cabe. A Juan Carlos y a Abdulá
les unen, según parece, los negocios, además de su absoluta ilegitimidad y de su horror por la monogamia. Arabia Saudita, financiadora de la expansión mahometana en España y en buena parte del mundo, castiga con la muerte a los cristianos. Su inauguración como Estado, tras la Primera Guerra Mundial, consistió en el exterminio de las comunidades cristianas que allí había desde tiempos apostólicos, siglos antes de que Mahoma fundara su secta. Arabia Saudita incumple prácticamente todos los parámetros de "corrección" que el propio Nuevo Orden Mundial imperante impone a los demás; pero es la protegida del mismo N.O.M.


Estas concesiones son casi simultáneas a la reunión en Córdoba del llamado Liderazgo Islámico Mundial, con la bendición de Juan Carlos y del nuevo Adolfo Suárez, José Luis Rodríguez Zapatero, el de la "Alianza de Civilizaciones", y con los nuevos llamamientos de la red de origen saudita Al-Qaeda para la nueva invasión de la España peninsular, por mal nombre Al-Andalus. Coincide también con el crecimiento de los rumores de que el Gobierno de España prepara una nueva regularización masiva de inmigrantes ilegales, buena parte de ellos mahometanos. El escándalo de que se permita una reunión tal en Córdoba debería bastar para hacer caer un régimen. De las perlas allí vertidas, recogemos algunas de NUEVO DIGITAL internacional.

El Liderazgo Islámico Mundial, reunido esta semana en Córdoba, y autocalificado como "una de las más importantes organizaciones islámicas" mundiales, ha emitido un "decálogo" -muy publicitado por la agencia oficial iraní de noticias- con las resoluciones del encuentro, entre las que se encuentran llamadas a la "paz" internacional, "a la libertad religiosa, (al) respeto a las minorías y (a unas) políticas migratorias justas", así como a la creación de un "observatorio internacional contra la islamofobia" que editaría "libros de texto" [eso en España ya lo hacen los padres marianistas de la editorial SM, con el dinero de los cristianos españoles, proporcionado por el Gobierno] y "un libro de estilo para periodistas", probablemente similar al publicado en el Reino Unido por el British Council junto con la Association of Muslim Social Scientists (pdf), calificado por muchos profesionales como un simple y edulcorado manual de la corrección política. [...] La organización reunida en la ciudad andaluza fue creada por Gadafi hace 25 años y su secretario general es un ex ministro libio que ha destacado las "excelentes relaciones" actuales entre su país y España. [Gadafi defiende en sus discursos la utilización de terroristas suicidas y augura que Europa se convertirá en musulmana "sin espadas, sin armas, sin conquistas". Al Jazeera vía The Middle East Media Research Institute (10/04/06) - Muammar Al-Gadafi, a Al Jazeera, abril 2006: "Hay signos de que Alá concederá la victoria al Islam en Europa. O se convierten en islámicos, o le declaran la guerra a los musulmanes".]

[...] La declaración de diez puntos aprobada por el congreso incluye también una llamada al "fomento" de "productos bancarios y financieros de contenido halal que tiendan a la humanización de la economía y la redistribución de la riqueza".

De "la miseria causada por los 'neocon'" al lujo asiático de los saudíes

Las reuniones de la organización han coincidido con la visita a Madrid del monarca de Arabia Saudí, Abdala bin Abdulaziz Al Saud, a quien el gobierno español y el rey de España, han condecorado con el Toisón de Oro, y quien, durante su estancia en la capital española, ha exigido un entorno "halal" para él y sus acompañantes formado por cocineros particulares expertos en esos requerimientos religiosos, pero también marcado por un séquito de decenas de personas, alojado en los hoteles más lujosos de la capital española, con una enorme flota de vehículos de alto lujo para los desplazamientos, cuatro Boeings Sierra a su disposición y hasta dos cazas del ejército español escoltando la flotilla de aviones saudíes hasta la frontera.


Poco después, el organismo totalitario que supervisa la implantación del Nuevo Orden Mundial en el continente europeo, la Unión Europea, ha llegado a un acuerdo de sus jefes de estado y de gobierno para aprobar un nuevo Tratado Europeo, que introducirá sustancialmente el mismo contenido del Tratado Constitucional Europeo derrotado hace dos años. Contenido que, entre sus muchos aspectos negativos, incluye la hostilidad al cristianismo y los brazos abiertos al Islam. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha apresurado a felicitarse y a cantar las bondades de un acuerdo que dejará definitivamente la capacidad de decisión en manos de los gobiernos de la República Federal Alemana, la República Francesa, el Reino Unido y, tal vez, la República Italiana. (De los esfuerzos de la Comunión Tradicionalista contra el Tratado Constitucional Europeo ya saben los lectores de FARO). Rodríguez Zapatero encabeza el gobierno más pro mahometano de la historia de España. Su correligionario y presidente de los socialistas europeos, Enrique Barón, es un declarado admirador y propagandista de la umma y del califato. El Partido Popular, por su parte, suscribe enteramente esta política.