viernes, junio 08, 2007

ARTICULOS DE MI VIEJO ARCÓN…(3).el Director.

Cartas de La Prensa-7-XII-91.

ADIOS SOLDADO.

Señor director:

Por esta vez soy yo quien da la noticia. Se trata de la muerte de un hombre joven. No fue un artista, ni un afamado deportista, tampoco fue corrupto,, ni drogadicto. No hubo en su vida alardes ni estridencias .Fue un hombre que amó la profesión, la honró y le dedico la vida.

Año 1982, Malvinas : “ Fitz Roy “ , la orden era clara: había que destruir un puente. Pronto intentarían pasar tropas inglesas .También ellas cumplían con su misión. No había otro camino salvo un rodeo de 30 kms. Dos órdenes flotaban en el aire. Una destruir el paso. La otra la del enemigo :pasar el puente .Helicópteros arriesgando vidas vuelan bajos. Once hombres ( un oficial )-tres suboficiales y siete soldados saltan al vacío .Todos cargan pesados armamentos y equipos, pero sólo uno cargaba además, su responsabilidad: “ Destruir el puente y salvaguardar la vida de los soldados “. La turba se hundía a sus pasos .Solos. La humedad destruía fuerzas físicas y pólvora. Frío. Terreno sin vegetación. Visitas esporádicas de algún helicóptero que con grandes riesgos llegaba con alimentos. Soledad. Quietud diurna. Trabajo nocturno.

Humedad, viento, frío. Jugando con trotyl van cumpliendo con su cometido. Todo está listo. Han pasado 15 días y falta la última orden que tarda en llegar…Pero llega al fin. Fuego.

El puente es destruido y la misión cumplida. Luego, el regreso. De noche, con campos minados, cada paso un peligro. Bombardeo enemigo. Un herido que valiente y esforzado sigue caminando. Cada metro una trampa en la oscuridad. Imposible recurrir a la radio. Ninguna señal de reconocimiento. Amanece, de golpe surge a lo lejos Puerto Argentino. Allí, en ese momento este grupo de valientes rezó como sólo se reza en estados límites y el oficial que los llevó a destino habrá podido pensar: misión cumplida. Seguramente desconocía que con su accionar provocó que el jefe del 1er. Regimiento que la Guardia Galesa se negara a desembarcar y a rodear caminando el puente destruido, permitiendo, al permanecer en los barcos que la Fuerza Aérea Argentina los atacara, muriendo así 150 soldados galeses, tan sólo por no marchar a pie 30 kilómetros.

La patrulla había regresado sin bajas , su jefe, ese hombre, ese oficial, se llamó Horacio Blanco . Vuelto a su Regimiento volvió a ser el mismo de siempr5e secundado por su mujer e hijos. Madrugones, guardias, estudios y en el fondo la satisfacción del deber cumplido.

Sábado 12 de octubre de 1991. Se rinde ho9menaje en plaza San Martín a los caídos en Malvinas, el capitán Blanco está presente. Habrá mirado las placas pensando que su nombre pudo haber estado allí. Al correr de la semana siguiente, con el mismo temple de guerrero conoció el resultado de un biopsia. Dios quiso compensarlo con una muerte rápida, sorpresiva, justo una semana después, a él, que supo luchar por cumplir con una orden, no pudo hacerlo por su vida. ¿ La vida de un hombre común ?. No. La vida de un héroe que sólo la Patria, sus parientes, sus superiores y sus subordinados conocieron .No fue noticia, quizás en otras latitudes este hecho hubiera sido motivo de una gran

Película Vayan estas palabras como consuelo para su mujer y esos pequeños hijos. Quien escribe estas líneas aclara que no fue pariente, ni amiga , ni conoció al capitán Horacio Blanco.

Dolo leí el relato de sus acciones a través de publicaciones argentinas e inglesas ( “ The Sunday Times Insight Team – El desastre de Fitz –Roy y fluff Cose- “ ) y de un camarada de estudios que me dio detalles de la juvenil vida y de la rápida muerte del capitán Horacio Blanco.

Nélida S. Rocher

José C. Paz 1156, Acassuso,

provincia de Buenos Aires.

gran película..