domingo, abril 22, 2007

NO TODO ESTÁ PERDIDO

NO TODO ESTÁ PERDIDO
21/04/07
El pasado lunes 16 de abril leí una noticia reconfortante en uno de los diarios locales. La misma se titulaba: “En una escuela eliminan letra de una canción de León Gieco”, la cual nos informaba que la directora de la Escuela Nº 82 de la localidad correntina de Mercedes, Alicia Mónaco, ordenó que los alumnos de 5º grado de ese establecimiento arrancaran de sus cuadernos de música una página con la letra de la canción La Memoria, de León Gieco. La medida fue dispuesta por considerar la letra inapropiada para los estudiantes, tras una supuesta queja de un ex militar –seguramente un “represor” y un “genocida”–, padre de un alumno, que la calificó de subversiva. Aunque la directora mencionó que fueron varios los padres que se quejaron de la letra.
La noticia decía más adelante: “La letra formaba parte de una obra que se realizó en la escuela con motivo de la conmemoración el pasado 2 de abril del inicio de la Guerra Malvinas. Los alumnos del quinto grado turno tarde terminaban la obra cantando las estrofas del tema compuesto por Gieco, que hace referencia a la necesidad de tener memoria respecto a los hechos históricos”. Agrego yo que la memoria debería ser completa, porque presentado así parece un atropello sin justificación lo que se hizo; pero esto es tratado más adelante, donde hago un análisis de la letra de la canción.
La maestra de música Mariel Vera, por las dudas, se puso a buen resguardo. Sin que nadie la acusara de nada, abrió el paraguas, diciendo: “Yo no fui la que tomó la decisión con respecto a este tema. Dos docentes sacaron de una revista de tirada nacional la canción y recomendaron que en el cierre de la obra que estábamos preparando se cantara ese tema… Yo fui y cumplí con la orden que me dieron, pero en ningún momento estuve de acuerdo con la medida”. Agregó que “no se analizó en profundidad la canción… Estamos en democracia, no veo porqué hay que tomar este tipo de actitudes”. Parece que la “seño” Mariel adhiere a aquel lema del Mayo francés, “prohibido prohibir”. Resulta que porque estamos en democracia todo debe ser tolerado; menos los intolerantes, claro, como nos dice Marcos Aguinis citando a Voltaire, nada menos, modelo del intolerante si los hay. Siguiendo al sionista Aguinis, la cuestión pasa entonces por quien tiene el monopolio de determinar lo que es ser intolerante y lo que no. Por ejemplo, el que sostiene que la cifra de 30.000 desaparecidos es exagerada es intolerante, o políticamente incorrecto; y el que dice que la democracia de partidos debe ser impuesta a escala mundial, cueste lo que cueste, es tolerante, o políticamente correcto. Me pregunto qué revista de tirada nacional habrán utilizado para ilustrarse los docentes a que hace alusión la maestra Vera, y me respondo que seguramente echaron mano a alguna de las tantas porquerías con que se desinforma e idiotiza a las personas. Habría que poner en conocimiento de esta clase de docentes lo que decía en la revista Cabildo de octubre-noviembre de 2005 –revista que seguramente no conocen, al no ser de “tirada nacional”–, con motivo del estreno de la película Iluminados por el Fuego, la señora María Delicia Rearte de Giachino: “Dirigida a un público crédulo, ignorante de ignorancia culposa sobre el tema, presenta un mentiroso mensaje pacifista, que se pone de manifiesto definitivamente al cierre de la película con una canción de León Gieco, cuya letra mezcla la versión setentista de los hechos nacionales con la heroica Gesta de Malvinas, en una melange absurda, tendenciosa y politizada”. La canción a que hace referencia la madre de nuestro primer caído en la Gesta del 2 de abril de 1982, es precisamente La Memoria, que se escucha al final de la mencionada película, basada en el libro del mismo nombre escrito por el ex combatiente y hoy periodista Edgardo Esteban, que lamentablemente eligió mezclarse con personajes como el ex terrorista Miguel Bonasso, uno de los guionistas del filme que hoy se utiliza en las escuelas para lavarle el cerebro a los jóvenes.
Siguiendo con la noticia, al final de la misma se transcribían palabras de Hilda Pressman, presentada como referente de organizaciones de Derechos Humanos de Corrientes: “El tema La Memoria, de León Gieco, habla únicamente acerca de tener memoria sobre lo sucedido en la historia… No solo porque a un padre o directivo se le ocurre borrar la historia, se le va a negar a los chicos conocer la verdad”. Parece que para esta mujer “la verdad” es el falseamiento de la historia que hacen ideólogos como Gieco, cosa natural en estos elementos de los “derechos humanos”, que aplican al pie de la letra aquello de “mentir y mentir para que algo quede”.
Ahora bien, ¿es subversiva la canción de Gieco? La respuesta es un sí rotundo, porque en ella reivindica a individuos vinculados con la subversión marxista que asoló al país en los ’60 y ’70, a la vez que brega por una falsa paz a cualquier precio, aún a costa del desarme e indefensión de la Nación.
Analicemos algunas partes de la canción. Canta Gieco: “El engaño y la complicidad / de los genocidas que están sueltos / el indulto y el punto final / a las bestias de aquel infierno”. ¿A quienes califica Gieco de “genocidas” y “bestias”? A todos los integrantes de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales que combatieron en “aquel infierno” a los guerrilleros que el apaña, obviamente. ¿Le molesta acaso el indulto a los cabecillas subversivos? Para nada. Solo condena al que benefició a los comandantes militares; al otro con seguridad lo aprueba. Sigamos. Canta Gieco: “América con almas destruidas / los chicos que mata el escuadrón / suplicio de Mugica por las villas / dignidad de Rodolfo Walsh”. Aquí tenemos la infaltable reivindicación del periodista y escritor Rodolfo Walsh. ¿Pero fue Walsh solamente un periodista y escritor, como nos lo presentan, y asesinado por los “represores” por pensar distinto? No señor. Walsh fue un integrante del aparato de Inteligencia de la banda subversiva Montoneros, y como tal responsable, entre otros crímenes, del asesinato del Secretario General de la CGT, José Rucci. Y no solo eso, sino que lo de su asesinato es otra de las grandes mentiras de los zurdos como Gieco, ya que Walsh fue abatido en un enfrentamiento, en marzo de 1977. Canta Gieco: “Fue cuando se callaron las iglesias / fue cuando el fútbol se lo comió todo / que los padres palotinos y Angelelli / dejaron su sangre en el lodo”. Esta es la infaltable exaltación del curerío zurdo vinculado a Montoneros. Sabido es que personajes como el que aquí nos ocupa, por un lado combaten la doctrina de Jesucristo y las enseñanzas de la Iglesia Católica, y por otro, simpatizan con los infiltrados que pretenden socavarla desde adentro. Canta Gieco: “Todos los muertos de la AMIA / y los de la Embajada de Israel / el poder secreto de las armas / la justicia que mira y no ve”. Acá este campeón de los “derechos humanos” se acuerda de los muertos por los que reclama el poderoso lobby israelí, con lo que queda demostrado que no siempre está del lado de los pobres y marginados, como nos quiere hacer creer. Pero, ¿y los muertos por la subversión marxista, León? Los Viola, Larrabure, Ibarzábal, Luna, Sacheri, Genta y Fernández Cutiellos, por nombrar solo algunos ¿se te borraron de tu frágil memoria, Leoncito? Por lo visto sí. Canta Gieco: “Dos mil comerían por un año / con lo que cuesta un minuto militar / cuantos dejarían de ser esclavos / por el precio de una bomba al mar”. Todo zurdo lleva dentro un pacifista, y León no podía ser la excepción. Pacifismo que pregonan cuando se trata de conflictos con otros países, ya que fronteras adentro fomentan continuamente el enfrentamiento de clases. Pacifismo que es una herejía, al llevar implícita la negación del pecado original, por el que la naturaleza humana está inclinada al mal, y por lo cual las guerras han existido y existirán hasta el fin de los tiempos, y que por lo tanto al imbécil que se desarma se lo devoran los de afuera, máxime en nuestro caso, con vecinos expansionistas como Brasil y Chile. No vendría mal recordarle a este nostálgico del hipismo aquello de que “si quieres la paz, prepara la guerra”.
Por eso el título del artículo. Es lo primero que uno piensa al enterarse de actitudes valientes como la de la señora Alicia Mónaco. Que investiguen las organizaciones de Derechos Humanos; que repudie como planeaba hacerlo a través de un documento ese grupúsculo de profesores de distintas escuelas de la ciudad de Mercedes. Jesucristo nos prometió la victoria al decirnos “en el mundo tendréis luchas; pero no temáis, Yo he vencido al mundo”. Solo a Él corresponde mantenernos fieles, solo en Él tener nuestras esperanzas.
Prof. Lorenzo Guidobono