miércoles, abril 25, 2007

[Red de Catequistas] Ser Catolico hoy

SER CATÓLICO.

Qué significado tiene para nosotros los jóvenes llevar nuestra convicción religiosa en el medio en donde nos manejamos. En ciertos casos podemos sentir vergüenza de lo que creemos o miedo a ser rechazados. Esto puede generar un conflicto en nosotros mismos pues vemos que la sociedad es generalmente atea y lo vemos reflejados en nuestros amigos y quizá en nuestra familia misma.

La certeza de lo que se espera es la fe. Por ella creemos en Dios y luchamos por vivir conforme al evangelio con la esperanza de la vida eterna que prometió Jesús, pues quien crea en Él "aunque muera vivirá". Algunos de nosotros somos presa de este mundo que arrasa con ideas que no se adecuan a una explicación científica.

Luchemos por defender lo que creemos; confiemos en la oración. Muchos critican a la Iglesia, se ríen de los que creen o nos ponen piedras en el camino. Pero la verdad es una sola: Dios mismo. La historia se nos revela ciertamente: muchos santos creyeron a lo largo del tiempo en épocas difíciles. Esos años han pasado, pero tanto los santos como Dios mismo siguen mostrando prueba de su existencia a aquellos que lo buscan realmente. Y nosotros elegimos este camino, en tiempos difíciles, pero que vale la pena desandar. Hagamos el esfuerzo...

NO TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR. Muchas veces escuchamos que vivimos un tiempo duro para la fe, dónde vivir conforme a los mandatos de Dios no está a la orden del día y más aun, se nos presenta imposible. Estos temas vienen a veces de la mano de la sexualidad. Pero la práctica católica no empieza ni termina ahí nomás. A veces nos olvidamos de la caridad, la esperanza y también la fe.

El camino es difícil. Nosotros mismos lo hemos afirmado en otras notas de opinión; pero no todo tiempo pasado fue mejor a este. Cada época tuvo su dificultad, y como dice Van Gogh no debemos esperar épocas mejores sino tratar de mejorar la que vivimos.

Santos como San Juan Bosco, San Hector Valdivielso Saéz y San Francisco de Asís, a titulo de ejemplo, vivieron su fe en medio de un caos social. Al primero, en el siglo XIX, le tocó ver el eco de la revolución francesa extendida por toda Europa, que se presentaba como un medio de liberación contra el feudalismo y la Iglesia, cuyo resultado fue un baño de sangre. El santo argentino, Héctor, vivió en el siglo XX, testigo de la guerra civil española. Y murió como consecuencia de ella. Tampoco olvidemos que en vida vio desenvolverse la primera guerra mundial. Que decir de San Francisco en el siglo XII y XIII. Asís vivía convulsionada, enfrentada en los años de su adolescencia a Roma; las Iglesias de la ciudad por ese entonces estaban cerradas. También vivían batallas con su enemiga ciudad Perugia y una vez al año entre ellos mismos: los que habitaban en la ciudad alta y la ciudad baja. Así lo narra Julien Green en "Hermano Francisco": "Cada año la ciudad baja salía de los suburbios fuera de los muros, donde los villanos se amparaban en casuchas de adobe. Un día al año tenían permiso para ajustar sus cuentas con los de la ciudad alta, que tenían mejores viviendas, pero no necesariamente mayor prosperidad; era una rivalidad de barrios: heridos y hasta muertos en algunos casos, saldaban la adición en algunos casos".

Millones de creyentes atravesaron épocas trágicas. Los hombres cometen errores. Lo importante es mantener la esperanza en Dios y la fe en Él. La fe se fortalece dándola...

SEXUALIDAD. El tema de la sexualidad tampoco es algo nuevo. A lo largo de la historia siempre estuvo presente. Muchas veces se mira como algo "normal", "malo" o "inevitable".

¿Qué pasa hoy en día?. A diferencia de otras épocas, el tema del sexo se ha globalizado gracias a los medios de comunicación, hasta llegar a creerse que es lo más trascendental de la vida. Para peor se hace publicidad a ciertas practicas sexuales que se presentan como desviaciones, tal el caso de la zoofilia.

En nuestra opinión, estas practicas siempre existieron, nada más que ahora se las masifica inoportunamente, creando confusión y distorsionando la sexualidad de aquellos que todavía no han forjado su personalidad.

La Iglesia mantiene respecto de los laicos, el precepto de virginidad hasta el matrimonio (tema que tratamos meses atras y que sigue publicado en la página principal). Esto quiere decir que no ve en el sexo, algo malo. Ahora bien, conviene analizar algunos puntos oscuros con la luz del catecismo:

*"La sexualidad está ordenada al amor conyugal del hombre y de la mujer. En el matrimonio, la intimidad corporal de los esposos viene a ser un signo y una garantía de comunión espiritual. Entre bautizados, los vínculos del matrimonio están santificados por el sacramento". (cfr. 2360)

*Lujuria: es un deseo o un goce desordenado del placer sexual. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado de las finalidades de procreación y de unión. (cfr. 2351)

*"La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio. Es gravemente contraria a la dignidad de las personas y de la sexualidad humana, naturalmente ordenada al bien de los esposos, así como a la generación y educación de los hijos. Además es un escandalo grave cuando hay corrupción de menores". (cfr. 2353)

*Por masturbación se ha de entender la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer sexual. Tanto el magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado". (cfr. 2352)

*"La homosexualidad: apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves, la tradición ha declarado siempre que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida". (cfr. 2357)

CONCLUSIONES. Muchas veces cometemos errores. La Iglesia misma los comete por medio de sus miembros. Algunos, como los sacerdotes, tienen más responsabilidades que otros, como los laicos.

No obstante, el hombre es en sí pecador. Todos solemos equivocarnos. Lo importante es tratar de enmendar nuestros errores, levantarnos y retomar el encuentro con Dios. Dijimos que a veces nos toca lidiar con una sociedad atea, que obstruye nuestro sentir y nuestra creencia. Pero recordemos que esta vida es pasajera. Que toda esta generación no existirá más en la tierra dentro de algunos años. Nuestro objetivo es la eternidad, la convicción por vivir conforme lo presenta el evangelio, y en consecuencia, buscar la santidad.

Que las piedras que encontramos en el camino no nos desalienten. Que la presencia de Dios y la Virgen María confirmada a través de la historia no sea en vano y no se pierda.

Para aquellos que están alejados, total o parcialmente de la práctica. Para quienes perseveran día a día en la fe. Para quienes tienen dudas o son inconstantes. Está es una nueva oportunidad para la conversión en algunos casos, el acercamiento o la confirmación en otros.

Parece una tarea díficil, pero busquemos decididamente y no perdamos la esperanza. Creo que vale la pena hacer el intento.

*Por Ignacio Lovage, julio de 2004.
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