JBGenta
A Jordan B. Genta
1974 - 27 de octubre- 2006
Once aceros en el pecho para silenciar tu palabra.
Once espinas que traspasan el cuerpo pero no el alma.
Bajo la esfera celeste todo el orbe se desangra
y un ángel envuelto en lutos ya desciende la mortaja.
Huracanes de dolor agitan la Santa Patria
porque ha perdido a varón que no se privó de amarla.
Y viéndola fracturada a ella se dió sin pausas
No había tiempos, ni esperas, el enemigo avanzaba.
Sólo un camino veía en medio de la batalla
y fue con su puño y letra claridad meridiana
porque a Verdad regalada no fue lícito callarla
porque a Verdad señalada, Verdades crucificadas.
Ya se cubre la llanura de espeso rojo escarlata
erpianos y montoneros ya te tienen azolada
resisten en tu espesura y tras los montes aguardan
para morderte el talón, envenenarte en tu savia.
Y en medio de tanta muerte, calamidad y desgracia
Caballeros medievales no amedrentan la azotada
Y al grito de Cristo Vence se recupera la calma.
A treinta años de ausencia sigue tu palabra clara
y hoy más que nunca volvemos y debemos escucharla,
porque la amada se hunde , y agoniza desolada.
El enemigo es el mismo aunque le cambien la facha
y se agazapa no en montes, sino en la Casa Rosada.
Por tu martirio y la sangre de los héroes derramada
Por los que aguardan al sur bajo la turba enlutada
porque en los aires se vió lo mejor de tu palabra
y el invasor corono tu mérito en esas alas.
Porque con tu nombre hiciste que al hereje se olvidara,
y el monje en su apostasía ya es historia degradada
¡Jordan Bruno Genta vive más que nunca en nuestras almas!
Gabriela Caponnetto
El hijo de Hernán P. Caponnetto, próximo a nacer, se llamará Jordán Bruno.
Jordán Bruno: padre, abuelo y bisabuelo. Tu sangre, vino añejo, se vierte en odres nuevos.
Homenaje de tu familia.