domingo, julio 23, 2006

ARTÍCULOS

LA IGLESIA CLANDESTINA

(10/07/06)
Este fue el título de un libro de Carlos Sacheri, en el que el autor desenmascaraba el grave problema de la infiltración marxista en la Iglesia Católica; yo lo tomo para hacer referencia a cuestiones relacionadas con personajes despreciables –verdaderos lobos con piel de cordero– que se dicen, o se decían, pertenecientes a la Iglesia de Cristo.
Hace algunos días leía en uno de los diarios de la ciudad de Concordia dos noticias a mi entender gratificantes: se trataba de la renuncia a los hábitos de los curas Guillermo Mariani y Delfor Brizuela. Del primero se recordará el escándalo que provocó hace dos años al publicar su libro Sin Tapujos, en el que ventilaba sus intimidades sexuales y se manifestaba contrario al celibato. También su entredicho, hace algún tiempo, con el vocero del Arzobispado de Córdoba, Pedro Torres, cuando éste condenó la inseminación artificial a la que se sometió una mujer que vive en pareja con otra, diciendo textualmente que “la inseminación artificial a una pareja de lesbianas es antinatural”, y agregando que “el ámbito natural donde deben nacer los niños es el matrimonio”. En aquella ocasión, Mariani salió al cruce diciendo que había que evitar cualquier tipo de discriminación, que la maternidad es un derecho, que hay que golpear esa muralla que constituye la Iglesia para empezar a discutir, y otros disparates por el estilo. Habría que aclararle, en primer lugar, que como cristianos tenemos la obligación grave de discriminar, es decir diferenciar, lo bueno de lo que no lo es. En segundo, que la maternidad no es un derecho; los hijos son un don de Dios, y nadie –y menos que menos una pareja de putos o de tortilleras– puede poseer un hijo como un bien o una cosa que se fabrica para satisfacer un deseo.
Por suerte parece que este curita del demonio se decidió finalmente a golpear y traspasar esa muralla que lo oprimía y que como dijo acertadamente constituye la Iglesia, y ofreció su última ¿misa? como párroco de la iglesia del barrio cordobés Villa Belgrano. Claro que no se podían pasar por alto los detalles de su ceremonia de despedida. Aquí van entonces algunas perlitas. Fue musicalizada por los temas Honrar la Vida y Credo Nicaragüense, en las voces de los zurdos Mercedes Sosa y Jairo, y contó con la presencia de miren que elementos: los folcloristas –aunque en realidad no se sabe bien en donde encasillar la música que hacen– Inti Huaira, Dúo Coplanacu y Rally Barrionuevo, la abogada defensora de derechos humanos, María Elba Martínez –que dijo sentirse excluida por el Vaticano a la vez que incluida por Mariani–, la presidenta de la filial local de Madres de Plaza de Mayo, Sonia Torres, la diputada zurdesca Norma Morandini, y el intendente de Córdoba, el payasesco Luis Juez. Es decir, un verdadero aquelarre con la selección de la peor carroña.
Lo que no deja de ser preocupante es que, más allá de su enfrentamiento con el arzobispado que preside monseñor Carlos Ñáñez, Mariani reconoció que éste escuchó a la gente al elegir a Víctor Acha como su sucesor. Como si este fuese el mecanismo por el cual debería regirse un obispo.
En cuanto al riojano Delfor Brizuela, conocido como el Padre Pocho, anunció en plena misa, en la parroquia de la localidad de Chamical, que se alejaba de la Iglesia porque mantiene una relación sentimental con una persona, sin aclarar si es varón o mujer, que en estos tiempos no está de más. No hace mucho anduvo a los abrazos con Kirchner cuando éste viajó a Chamical para homenajear al obispo Enrique Angelelli, de quien Brizuela fuera discípulo. Pavadita de maestro se mandó Pocho.
Por lo menos estos dos seguirán con su empresa de destrucción –condenada al fracaso de antemano– desde afuera, no como otros que, permaneciendo en el seno de la Iglesia, intentan socavarla desde su interior. En definitiva, se fueron Mariani y Brizuela. La Iglesia, agradecida.
Prof. Lorenzo Guidobono
¿OBSECUENTES O IGNORANTES?
(Este artículo fue enviado al diario El Heraldo, que no lo publicó, a fines de mayo pasado)
La Supervisión Departamental de Educación de Concordia se puso en sintonía con la canallesca actitud del presidente Kirchner de aprovechar el aniversario de la Revolución de Mayo para llevar agua para su molino, buscando ser plebiscitado en lo que sería una especie de adelanto de la futura campaña por su reelección. Es así que en un escrito que seguramente repartieron por todos lados, se hablaba de las dos tendencias que se enfrentaron en el seno de la Revolución y a lo largo de nuestra historia. Y se mencionaban los objetivos de cada una y nombres representativos de esas tendencias. Por un lado la liberal-masónica, encarnada en Rivadavia, Sarmiento, Roca y militares golpistas del siglo XX, entre otros; y por el otro la que llaman nacional y popular, con Artigas, Rosas, López Jordán, el Chacho Peñaloza, un par de presidentes del siglo pasado y... Mariano Moreno. Si, como suena. Mariano Moreno al lado de caudillos que fueron celosos defensores de nuestros intereses y nuestras mejores tradiciones. Le pregunto a los badulaques autores del escrito: ¿qué tiene que hacer entre ellos Moreno, abogado de los intereses británicos y asesino impío, como lo demuestran sus instrucciones de su Plan de Operaciones? Una de dos: o lo hicieron para imitar al ideólogo Kirchner, que en sus discursos del 24 de marzo y del 2 de abril hizo el elogio de Moreno, o es que de historia no saben un cuerno. Que el presidente lo haya hecho es lógico: Moreno es el padre del Terrorismo de Estado. ¿Y acaso su gobierno no está plagado de ex terroristas, a los que él mismo reivindica a cada rato?
En otra parte hablaban de que este gobierno nos puso de pie nuevamente, del enfrentamiento a los poderosos, la cruzada ecologista, etc. ¿Y del sometimiento a los tribunales del Banco Mundial en los conflictos con las empresas privatizadas, o a la usura internacional, que me dicen? Más allá de los discursos y las bravuconadas, la única verdad es la realidad, como decía alguien. Este gobierno, por si no lo saben, es el más pagador de la historia; paga, paga y no deja de pagar –y planea seguir haciéndolo– una deuda ilegítima que inició el Proceso y que los sucesivos gobiernos democráticos multiplicaron varias veces. De manera que tenemos a los progres en la misma que estuvieron los liberales. Unos y otros, además, rescatan cada vez que pueden la figura de Moreno. Es que, como enseñaba el maestro Bruno Genta, ambos no son otra cosa que instrumentos del Imperialismo Internacional del Dinero que nos domina por medio de la usura.
Me tomé el trabajito de reflexionar, como lo pedían, y de ahí surgió el título de esta nota. Creo humildemente, si se consideran educadores, que deberían transitar por otro camino. Pero para eso deberán despojarse primero de ciertos prejuicios e ideologías exóticas.
Prof. Lorenzo Guidobono