miércoles, agosto 15, 2012

La fecundación in-vitro, un retroceso diario (Primera Parte)

Miércoles, 08 de Agosto de 2012 07:15 Luis Aldo Ravaioli
(AA ) La Sociedad Argentina de Etica Médica y Biológica (SAEMB), hace años que ha fijado su posición negativa, a la luz de la razón natural y del sentido común -que a veces es el menos común de los sentidos- sobre la fecundación in vitro (FIV) y todas sus variantes. Esta vez se referirá, también descalificativamente, acerca de los dos primeros casos en que se hizo una FIV en la India.
El primero de ellos era una pareja heterosexual, ella argentina, él español; cuya hija se llama Cayetana. En el segundo casos ambos varones argentinos que también recurrieron a una mujer india para tener un “bebé de probeta” llamado Tobías.
Lo primero que llama la atención es la rapidez, diligencia y empeño que puso el Poder Ejecutivo a través de la Cancillería para “solucionar” los papeles como el acta de nacimiento, el DNI , el pasaporte, la Libreta de Matrimonio Civil, etc.
Parece que esta conducta será repetible cada vez que haya un caso parecido y que cuenta con la anuencia, no sólo del PE, sino del Legislativo y del Judicial y de los políticos oficialistas como no oficialistas.
Como decía Alejandro Solyenitzin, "el laicismo militante y el relativismo moral se da en las izquierda, en los centros y en las derechas."
Y pensar que en la propia tierra nuestra hay miles de niños sin censar y sin documentar y, por lo tanto, sin recibir un mendrugo de pan por el Estado.
Más allá de estas maniobras palaciegas, la SAEMB quiere señalar la gravedad ética y humana de la maternidad subrogada, sea heterosexual u homosexual la pareja.
Entrando en buscadores en cualquier idioma, se encuentran miles de avisos pidiendo, donando o vendiendo semen, óvulos sin fecundar, óvulos fecundados, madres sustitutas, etc.
En nuestra legislación, la persona no es objeto de comercio y los actos filantrópicos que se puedan realizar son absolutamente gratuitos, como la transfusión de sangre, la donación de un órgano entre vivos, como un riñón, o una parte del lóbulo hepático, etc.
El comercio de la FIV
Pero con el comercio de todas las formas de FIV se instrumenta, se denigra y cosifica a la persona.
En la Argentina hay casos, sin dar recibo, por supuesto, de jóvenes universitarias seleccionadas por su nivel físico e intelectual, que donan óvulosuna o dos veces por año por laparoscopía.
Pero como es peligrosa en la mujer tanta estimulación hormonal (cáncer…etc ) no se puede repetir mucho ni tan seguido. Se congelan o se “usan óvulos seleccionados” inmediatamente. Los que sobran se congelan, o se venden a parejas o se venden a laboratorios de especialidades medicinales para usarlos como “banco de prueba” de nuevos medicamentos.
También hay varones jóvenes y universitarios, que cada quince días donan semen por masturbación y hacen lo mismo que se hace con los óvulos; previa “selección inseminan a un óvulo”, o se congela el semen, usándose si fracasó el primer intento, o se guarda congelado para hacer una “donación altruista”, blues por medio.
A veces las parejas heterosexuales y las homosexuales pretenden sólo el óvulo, otras sólo el semen y en muchas ocasiones las dos gametas y el alquiler del útero.
Todo, insistimos, sin recibo y sin guardar los nombres de los donantes.
Pérdida de identidad
¡Bonita y ética manera de traer hijos al mundo! Y qué traumas graves y problemas serios tendrán estos chicos.
Pierden la identidad, la filiación, el parentesco, el derecho a alimentos, a la herencia, etc.
Sería bueno que las madres y abuelas que se preocupan por buscar a personas desaparecidas tomen carta en este asunto, más tratándose de un estado de derecho y democrático.
Por cierto que se viola el interés superior del niño, sus derechos personalísimos, sus garantías constitucionales, etc. El artículo 75*, inciso 22 de nuestra Constitución para éstos no rige.
En la reforma del Código Civil y Comercial de la Nación, que se unificarán, existe el improcedente y antihumano artículo 562*, que autoriza la “gestación por sustitución”, que trata de la maternidad subrogada y como elemento esencial la “voluntad procreacional” (¿qué significa esto?) ante un Juez Civil.
Las leyes del mercado
Debemos considerar, además, que esta selección de gametos o de óvulos fecundados, se rige por las leyes del mercado y por la perversa y darwiniana selección de los mejores.
Es una concepción biologista y eugenesista de la persona, una actitud discriminadora y racista.
Sólo se aceptan determinadas personas para donar gametos o para alquiler del útero, una incubadora que luego se desprenderá con dolor, pero con dinero, de ese niño que ha gestado.
Esos vínculos establecidos durante nueve meses son difíciles de borrar en la “madre envasadora”.
Ya se han dado y se darán más casos de reclamos por parte de estas “niñeras prenatales”.
Las bases de datos que hay en algunos sitios web piden el árbol genealógico de los donantes o de los recipendarios, datos físicos como color de ojos, de cabello, de tez, altura, peso, estudios, capacidad intelectual, deportiva, ausencia de toda enfermedad contraída o transmisible genéticamente, exámenes médicos costosísimos y ciertos. Algunos deben viajar a USA, India, México, Tailandia, Inglaterra, Italia, España, etc, para hacer allí los estudios prenatales, la FIV, el embarazo y el parto.
Muchos llaman a estas técnicas “adulterio de probeta”.
Algunos medran con los donantes, que son súper aptos, pero pobres; y otros con las “nodrizas portadoras” que son súper aptas, pero pobres.
En otro comunicado de prensa la SAEMB presentará algunos resultados de niños concebidos así y así paridos. Estudios que se hicieron en otros países y que muestran la vulnerabilidad emocional, sicológica, física y social de estos niños y de sus “padres”. Y de cómo estos tienen más violencia doméstica para con su hijo y violencia de “género” con su pareja, sea hétero o homosexual.
El Dr. Luis Aldo Ravaioli es Médico especialista en Bioética.