jueves, septiembre 13, 2007

Discurso y métodos de organizaciones izquierdistas. La denominada izquierda "católica"? Descripción de un ejemplo concreto

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CR-CSCA

Hago un breve paréntesis en la tarea especial de estos días, de encuentro fecundo con jóvenes estudiantes, para transmitirles algunas apreciaciones recogidas del relato directo de quienes llegan a conocer (y padecer) la prédica y los métodos de los grupos izquierdistas que operan en diversos ámbitos (estudiantiles, religiosos, sindicales, periodísticos, empresariales, culturales, etc.) Lo importante es observar cómo presentan los hechos, cómo interpretan lo que viene sucediendo y hacia dónde apuntan.

Discurso y métodos de la izquierda

Fácil es constatar que, pese a algunas apariencias en contrario, los activistas de izquierda están multiplicando sus elogios hacia Fidel Castro, Chávez y el denominado "Socialismo del siglo XXI". Justifican todos los atropellos del castrochavismo y van presentando las medidas gubernamentales de Chávez (confiscatorias y liberticidas) como un paradigma para los demás países.

Los militantes más radicales sostienen que tanto el medio siglo de castrocomunismo en la Isla-cárcel como la gestión actual de Chávez demuestran la viabilidad de reformas radicales.

Los "moderados" dicen que sendas experiencias, pero principalmente la de Chávez, muestran la conveniencia de ir despacio en las transformaciones para evitar reacciones que puedan revertir el proceso revolucionario (tienen muy nítido el recuerdo de lo ocurrido con Allende).

Ambos, radicales y "moderados", coinciden en aplaudir el modelo castrochavista pero discrepan en la velocidad que conviene imprimir a los cambios. En suma: el acuerdo es total en cuanto a los fines últimos (instaurar una sociedad socialista en la que "el Estado sea el único propietario de medios de producción, además de único educador, único empleador y único informador"). Las discrepancias estriban en los aspectos metodológicos, estratégicos y tácticos.

Los izquierdistas más intoxicados con la teoría marxista y seguidores de Gramsci insisten en la necesidad de:

- intensificar las acciones de propaganda, de control y de intimidación a nivel general

- dominar, ¿todavía más?, los medios de comunicación masiva

- asegurar el adoctrinamiento de los más jóvenes desde la más temprana edad.

Hay una serie de postulados que la izquierda todavía no se atreve a presentar ante el gran público en forma cruda y total, pero que va soltando gradualmente en pequeñas dosis. Por ejemplo, dicen que "los cambios económicos profundos solo serán duraderos si se liquida el derecho a heredar y la familia como institución burguesa tal cual la vemos hoy". Es necesario –insisten- "ponerle fin al egoísmo de los padres y a los derechos hereditarios que le dan continuidad a las desigualdades". Los hijos tienen que "pasar a ser de todos" y será el Estado quien se ocupe de "educarlos para que vivan en una sociedad igualitaria y solidaria".

Izquierda "católica" (?)

El discurso de la llamada "izquierda católica" encaja perfectamente en la acción psicopolítica del marxismo y contribuye a sus propósitos. En efecto, cubierto con un maquillaje de pretendida caridad y de solidaridad cristianas, viene a sumarse a la maniobra liberticida de estatización. La deformación venenosa se agiganta cuando a esto se suma la interpretación de lo que se dio en llamar la "opción preferencial por los pobres". Así, el odio de clases y el afán confiscatorio quedarían legitimados con una especie de barniz cristiano.

Me explico a través del siguiente relato de lo ocurrido en una especie de grupo de reflexión que funciona en una parroquia. Por lo que ustedes podrán valorar, la prudencia impone que cuide la reserva de los nombres y preserve la privacidad de las personas y familias involucradas.

Resumo los hechos. En un salón parroquial, un conjunto de jóvenes escucha una larga prédica contra el "egoísmo de la sociedad burguesa" para terminar recibiendo la propuesta de visitar una zona muy pobre y ayudar a los "laicos comprometidos" que están organizando a los lugareños a formar una cooperativa (entendida pero no confesada como antesala de la colectivización total de bienes).

Algunos de los jóvenes llegan al lugar llevando alimentos, ropa, etc. para los más necesitados. Dos de mis ex alumnos también lo hacen y asisten a la reunión, a la que concurren los vecinos invitados. No aparece diferencia alguna entre los discursos de los "laicos comprometidos" y las arengas de sindicalistas y militantes políticos de la zona que participan de la reunión. Todos coinciden en presentar la pobreza, la violencia y la delincuencia como consecuencias de una sociedad injusta por estar basada en el egoísmo de la propiedad privada. Y, en consecuencia, coinciden también, en caminar juntos hacia una sociedad igualitaria, sin derecho de propiedad.

Refiriéndose a dos empresas de la zona, una de vidrio y otra de cajas de cartón, uno de los "laicos comprometidos" (que en nada se diferencia del discurso del sindicalista patotero), les dijo a los humildes asistentes que, si se organizan ahora para la lucha, pronto llegará el día en que esas empresas serán suyas, por las buenas o por la fuerza, porque la violencia popular será la respuesta a la injusticia de esta sociedad burguesa.

Para ilustrar lo dicho sobre la injusticia, el "laico comprometido" plantea dos ejemplos a los vecinos:

- lo que todos ustedes juntos ganan en un mes, les dice, el dueño de la empresa se lo gasta mensualmente en un colegio privado para el menor de sus hijos. Mientras todos ustedes -insiste- tienen que mandar a sus hijos a una escuela pública, él se gasta lo mismo que todos ustedes ganan en un mes para pagar un colegio privado para uno solo de sus hijos.

- lo que todos ustedes juntos pueden llegar a ganar en un año, el dueño de la empresa se lo acaba de gastar en un reciente viaje a Europa.

Al frente de una de las empresas hay dos hermanos a los que conoce el barrio, incluyendo los clasificadores de residuos que estaban en la reunión. Hasta ahora no ha habido problemas y es armónica la relación entre la empresa y los vecinos.

Las dos empresas del barrio están donando el dinero que estos mismos activistas pidieron para hacer funcionar allí una especie de merendero, en torno al cual vienen movilizando a los vecinos.

La actitud de las empresas ¿es ingenua o suicida? ¿No es acaso financiar a los propios verdugos? ¿No están pagando la cuerda con la que serán colgados apenas las circunstancias lo permitan?

Últimos datos muy significativos que son conocidos por el agitador que citó los ejemplos, pero que malintencionadamente omitió transmitir a los vecinos:

- Es minusválido el chico por el cual uno de los dueños de la empresa paga el colegio privado que incluye tratamientos especiales para su discapacidad.

- Ese niño fue adoptado a la semana de nacer por el propietario de la empresa, luego de aparecer abandonado en las cercanías de la fábrica.

- Y como si todo eso fuera poco, el viaje fue a Madrid, duró tres días y fue hecho con su propio hijo para comprarle una prótesis que se le implantará quirúrgicamente la semana próxima.

Así obran unos y otros.

Un mínimo de discernimiento y buena fe alcanzan para distinguir quién obra bien y quién no. Alcanzan también para comprender la perversión intrínseca de los agitadores marxistas, aunque utilicen maquillaje de cristianos y se les llame "laicos comprometidos".

Comprometidos sí están, pero con la siembra del odio, con el fomento de los resentimientos y de la lucha de clases. Comprometidos en "caminar juntos" con activistas del marxismo, enemigo mortal de la Civilización Cristiana.


Que la Divina Providencia proteja a ese niño y fortalezca a su familia adoptiva que se entregó por entero a su mejor cuidado desde una semana de nacido.

Y a nosotros que nos conceda sabiduría y coraje. Sabiduría para poder descubrir, tras apariencias engañosas, a los predicadores del odio y de la mentira, cualquiera sea el lugar donde actúen: salones parroquiales o aulas de clases, barricadas sindicales o medios de comunicación masiva.

Y que nos otorgue coraje para desenmascararlos y combatirlos sin pausa y sin tregua.

Prof. Alexander TORRES MEGA

E mail: A.TorresMega@gmail.com