lunes, febrero 11, 2008

LA IGLESIA FRENTE AL CAPITALISMO - Final.

LA IGLESIA FRENTE AL CAPITALISMO.

Por José María Permuy Rey.

Edi.” Poco y Bueno.

4ta. Parte y final.

“ Una concepción humana de la empresa debe, sin duda, salvaguardar la autoridad y la necesaria eficacia de la unidad de dirección; pero no puede reducir a sus colaboradores de cada día a la condición de simples silenciosos ejecutores, sin posibilidad, alguna de hacer valer su experiencias enteramente pasivos respecto a las declinaciones que dirigen su actividad “.”Conviene, por último recordar que el ejercicio de la responsabilidad por parte de los obreros, en las organismos de producción, responde a las legítimas exigencias propias de la naturaleza humana “

“ No basta afirmar que el carácter, natural del derecho de propiedad privada, incluso de los bienes de producción, sino que también se ha de propugnar insistentemente su efectiva difusión entre todas las clases sociales “.

¿ Estarían dispuestos los “católicos “ liberales a proponer a las empresas capitalistas que ofrezcan a sus trabajadores la posibilidad de asociarse como copropietarios de la empresa ?.¿ Qué mejor forma de entender la la propiedad y la libre iniciativa ?.¿ Como reaccionarían si el Estado, - que según ellos no debe apenas intervenir en la economía más que creando un marco jurídico adecuado para el funcionamiento del sistema - arbitrase los medios conducentes a ofrecer dicha posibilidad a los trabajadores como sugería PÍO XII ?.

Por último, es su Exhortación Apostólica ECCLESIA IN AMERICA, JUAN PABLO II condenaba severamente al neoliberalismo con estas palabras. “ Cada vez más impera un sistema conocido como “ neoliberalismo “ ;sistema que haciendo referencia a una concepción economicista del hombre considera las ganancias y las leyes del mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad y el respeto de las personas y de los pueblos. Dicho sistema se ha convertido, a veces, en una injustificación ideológica de algunas actitudes y modos de obrar en el campo social y político, que causan la marginación de los más débiles .De hecho los pobres son cada vez más numerosos, víctimas de determinadas políticas y de estructuras frecuentemente injustas “.

Dos décadas antes PABLO VI, ya había dado la voz de alarma ante las primeras manifestaciones de este “ nuevo “ liberalismo. “ Se asiste a una renovación de la ideología liberal. Esta corriente se apoya en el argumento de la eficiencia económica, en la voluntad de defender al individuo contra el dominio cada vez más invasor de las organizaciones y también frente a las tendencias totalitarias de los poderes políticos. Ciertamente hay que mantener y desarrollar la iniciativa personal. Pero los cristianos que se comprometen en estas líneas, ¿ no tienden a su vez a idealizar el liberalismo, que se convierte así en una proclamación de la libertad ?.Ellos querrían un modelo nuevo, más adaptado a las condiciones actuales, olvidando fácilmente que en su raíz misma el liberalismo filosófico es una afirmación errónea de la autonomía del individuo en su actividad, sus motivaciones,, el ejercicio de su libertad. Por todo ello, la ideología liberal requiere también, por parte de los cristianos un atento discernimiento “ ( Carta Apostólica Octagesima adveniens ).

En conclusión: como dicen las Orientaciones para el Estudio y Enseñanza de la Doctrina Social de la Iglesia, de la Congregación para la Educación, el catolicismo “ no se deja dominar por las implicaciones socio-económicas de los dos principales sistemas, capitalismo y socialismo ,sino que se abre a una nueva concepción “.

Por eso no es admisible la pretensión de unos pocos de querer justificar su incoherencia, su acomplejamiento, su falta de imaginación personal o la desesperada salvaguardia de oscuros privilegios e intereses privados, tergiversando a su antojo el Magisterio de la Iglesia para acercarlo a sus particulares planeamientos políticos-económicos. Hay que tener en cuenta, según la Congregación para la Educación, que “ el análisis sociológico no siempre ofrece una elaboración objetiva de los datos y de los hechos, en cuanto que, ya en el punto de partida, pueden encontrarse sujeto a una determinada visión ideológica, o a una estrategia política bien precisa “.

Es lo que ocurre con el análisis marxista pero “ éste peligro de la influencia ideológica sobre el análisis sociológico existe también en la ideología liberal que inspira el sistema capitalista; en él los datos empíricos están frecuentemente sometidos, por principio, a una visión individualista de la relación económica-social, en contraste con la concepción cristiana “.

“ No se puede encerrar ciertamente el destino del hombre entre estos dos proyectos históricos contrapuestos, pues sería contrario a la libertad y a la creatividad del hombre “.

Es evidente, pues, que la Doctrina Social de la Iglesia no sólo no es favorable al capitalismo sino que, como bien decía el Breviario de Pastoral Social de la Comisión Episcopal de Doctrina y orientación Social en 1959, “ la Iglesia lo ha reprobado como contrario al derecho natural “.

Fuente: Revista Arbil nº 100