viernes, febrero 01, 2008

Iglesia y capitalismo nº1.


POR JOSÉ MARÍA PERMUY REY-

Frente a algunos liberales doctrinarios, que intentan confundir, pretendiendo compatibilizar el Capitalismo y la Doctrina Social de la Iglesia, las encíclicas de los Papas dejan bien claro, no sólo su diferencia, sino su oposición.

Alguien tan poco sospechoso de heterodoxia como el profesor Federico Wilhemsen (*) ha escrito que en el siglo XIX “ el desfile intolerable de damas liberales y sus maridos que, vestidos de levita y chistera, iban a misa todos los domingos y ultrajaban el sentido de la justicia de los desposeídos “ ayudó “ a la propaganda comunista, que se empeñaba en identificar el liberalismo con el cristianismo “. “ Era un cristianismo muy cómodo “. “ El liberalismo ya había borrado lo religioso de la vida pública “. “ La fe se retiró de los rincones del alma no tocados por la vida pública. La religión se redujo a la beatería, un fenómeno netamente liberal. Muchas familias, cuyo bienestar dependía del robo de los bienes de la Iglesia, no faltaban nunca a sus devociones en la Iglesia, domingo tras domingo. Como la conciencia liberal quería engañarse a sí misma, no es de extrañar que el comunismo, por haberse dado cuenta de esta mala fe, fuera capaz de engañar a las masas ¿ Si esto es el cristianismo, entonces, abajo el cristianismo !. Es una lástima tener que decir aquí que el comunismo tenía razón ” ( Federico D.Wilhemsem. El problema de occidente y los cristianos, 1964 ).

Al igual que en el siglo XIX, también hoy la Iglesia corre el grave riesgo que millones de seres humanos que sufren en el mundo el yugo de la explotación capitalista, se alejen de ellas, confundidos por la perniciosa propaganda de algunos partidarios del capitalismo liberal que, en estos momentos en que el liberalismo económico parece imponerse en escala planetaria, están empeñados en querer identificar el liberalismo

con el cristianismo, el capitalismo con la Doctrina Social de la Iglesia, a base de interpretaciones retorcidas, de párrafos del Magisterio sacados de contexto y, de medias verdades que suelen ser, realmente las peores mentiras.

A quienes tal cosa procuran, no les vendría mal reeler aquellas duras palabras que, ya en 1873, pronunciara el Beato PÍO IX : “ No faltan algunos que intentan poner alianza entre la luz y las tinieblas, y mancomunidad entre la justicia y la iniquidad a favor de doctrinas llamadas católico- liberales. Los que tal hacen, de todo punto son más peligrosos y funestos que los enemigos declarados porque, encerrándose dentro de ciertos límites, se muestran con apariencias de probidad y sana doctrina para alucinar a los imprudentes amadores de la conciliación, y seducir a las gentes honradas que habían combatido el error manifiesto “ En consecuencia, un año después, el Romano Pontífice animaba a los cristianos a “ inculcar en los ánimos todo cuanto esta Santa Sede tiene enseñado contra las perversas o cando menos falsas doctrinas profesadas en tantas partes, y señaladamente contra el Liberalismo católico, empeñado en conciliar la luz con las tinieblas y la verdad con el error “.

Más recientemente, pero menos clara, es la advertencia de PABLO VI, en su OCTAGESIMA ADVENIENS, donde, tras rechazar el marxismo, sigue diciendo : “ Tampoco apoya el cristianismo la ideología liberal, que cree exaltar la libertad , la libertad individual sustrayéndola a toda limitación, estimulándola con la búsqueda exclusiva del interés y del poder y considerando las solidaridades sociales como consecuencias más o menos automáticas de iniciativas individuales y no ya como fin y motivo primario del valor de la organización social “

Ignorando todas estas reprobaciones algunos individuos que se “ declaran católicos “ defienden el capitalismo económico basado en la propiedad privada, incluso de los bienes de producción; que utiliza el mecanismo de los precios como el instrumento óptimo para la eficiente asignación de recursos, y en el que todas las personas, libremente, pueden decidir las actividades que deben emprender, asumiendo el riesgo del fracaso o cambio de la expectativa de poder disfrutar el beneficio si éste este produce..
Partiendo de tal definición, para demostrar según ellos- que JUAN PABLO II era favorable al capitalismo, echaron manos a un párrafo de la encíclica CENTESIMUS ANNUS ( c.a.) , en que el célebre Papa afirma: “ Sí ,por “ capitalismo “ se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la repuesta es ciertamente positiva, aunque sería más apropiado hablar de “ economía de empresa “ “economía de mercado “, o “ simplemente de “ economía libre “.

Lo que no dicen es que, a continuación JUAN PABLO II aclara : “ Pero por si “ capitalismo “ se entiende un sistema en el cual la libertad en el ámbito económico, no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y religioso, entonces la repuesta es absolutamente negativa.”

Por esta razón, advierte el Vicario de Cristo.,” se puede hablar justamente de lucha contra el sistema económico, entendido como método que asegura el predominio absoluto del capital, la posesión de los medios de producción y la tierra, respecto a la libre subjetividad del trabajo del hombre. En la lucha contra este sistema no se opone, como modelo alternativo, el sistema socialista, que de hecho es un capitalismo de Estado ,sino una sociedad basada en el trabajo libre, en la empresa y en la participación. Esta sociedad tampoco se opone al mercado, sino que exige que éste sea controlado oportunamente por las fuerzas sociales y por el Estado, de manera que se garantice la satisfacción de las exigencias fundamentales de toda sociedad “.

Como se ve, la primera definición del recordado Papa parece aparentemente, muy similar a la dada por los “ liberal-católicos “. Ahora bien, hay que tener en cuenta que los apologistas del liberalismo económico consideran que el capitalismo vigente en nuestros tiempos a lo largo y ancho del mundo, aunque perfeccionable, responde a ese primer supuesto, es decir, puede encuadrarse dentro de la primera de las afirmaciones del querido Santo Padre. Y aquí es donde pienso que incurren- consciente o inconscientemente- en la manipulación de las palabras pontificias ,ya que la realidad es más bien – a mi juicio y, como veremos más adelante, también según el criterio de JUAN PABLO II ,en la SOLICITUDO REI SOCIALIS ( SRS), reconoce que actualmente “ en occidente existe, en efecto, un sistema inspirado históricamente en el capitalismo liberal ¡ ; afirma que “ se puede hablar hoy día, como en tiempos de la RERUM NOVARUM, de una explotación inhumana “, y que “ a pesar de los grandes cambios acaecidos en las sociedades más avanzadas, las carencias humanas del capitalismo, con el consiguiente dominio de las cosas sobre los hombres, están lejos de haber desaparecido ; es más, para los pobres; a la falta de bienes materiales se ha añadido la del saber y de conocimientos, que les impide salir del estado de humillante dependencia “, Por todo esto ello- por otras razones- “ la doctrina social de la Iglesia asume una actitud crítica ante el capitalismo liberal “. Más imposible.

(*) He conocido al profesor Federico Wilhelmsen , en la Argentina ; en un visita que nos hizo al regresar de la Instrucción filosófica a los Infantes Borbónicos de la Rama Carlista de España-

(Continuaremos con:.. los que los abanderados de los “ capitalistas católicos “entienden “… 2da.parte .l Director )