lunes, noviembre 19, 2007

Artículos de mi viejo arcón (46) Genoma

Artículos de mi viejo arcón…(46).El Director

De “ Riesgo para la mujer y anticoncepción “.

PROYECTO GENOMA HUMANO.

Por el P. Miguel Ángel Fuentes, V.E.

El Proyecto Genoma Humano comenzó sus estudios en 1990 y participaron más de 15 países de distintos continentes y consiste en intentar descifrar el código genético del ser humano que se encuentra inscrito en el ADN , de tal manera que sea posible establecer una suerte de “ mapa perfecto “ para saber con exactitud qué cromosomas específicamente influyen sobre las características humanas o predisposiciones de salud. De esta forma, podría identificarse, por ejemplo qué personas sufrirán del corazón o generarán diabetes, lo mismo que podría prevenir el cáncer, o incluso determinarse algunas características humanas, como el color del cabello y de los ojos, el tamaño, etc.

El genoma es el conjunto de material genético característico de nuestra especie, situado en el interior de las células. Su decodificación permitirá llenar importantes lagunas en el laboratorio de terapias para principales enfermedades que nos aquejan.

Aquí está precisamente el gran interés económico de los investigadores privados .La compañías pretenden patentar los datos genético de potencial terapéutico, de modo que los científicos y laboratorios interesados en estudiarlos deban pagar por ello.

Sobre los últimos descubrimiento ha dicho el genetista Angelo Sierra : “ En la práctica tenemos el borrador del 90 % del Genoma humano. Sabremos por lo tanto como se siguen, una tras otra, los tres mil millones de letras ( A,T,G,C. ) que constituyen el Alfabeto del Código de la información genética. Se ha tratado de “ secuenciar una mole de datos comparables a una biblioteca de tres mil volúmenes, de miles de páginas cada uno, y con miles de letras por página .Ahora están concentradas muchas energías en la segunda parte del programa: cartografiar los cerca de 150.000 genes, esto es, localizarlos en los cromosomas donde están alineados . Pero era absolutamente necesario comprobar antes cómo están dispuestas las letras, para después averiguar dónde se colocan los mensajes específicos que constituyen los genes, y cuál es su estructura. El mapa requerirá tiempo : en julio de 1999 sólo se conocía la posición exacta de de 8.000 genes ( Angelo Sierra, ZENIT, 3 de mayo de 2.000)

“ La ingeniería genética es una demostración viviente de las capacidades de la inteligencia de las que Dios ha querido hacer participar al hombre. La Iglesia Católica nunca ha demonizado la investigación que apunta a descubrir y emplear los genes ( o sea informaciones codificadas que gobiernan el desarrollo, y el funcionamiento del organismo ) por fines buenos, como el vencer las enfermedades. El “ Sí “ a la ingeniería genética tiene sin embargo una condición precisa: la ciencia y la tecnología, una vez descubiertos los secretos de la naturaleza, deben usarlos para el bien del hombre. El pensamiento católico no minusvalora ninguna de las ventajas y de los riesgos que la ingeniería genética comporta “ ( Angelo Sierra, ZENIT, 3 de mayo de 2.000)

Según Monseñor Sgreccia, vicepresidente de la Academia Pontificia para la Vida ,y director del Instituto de Bioética de la Universidad del Sagrado Corazón de Roma, el anuncio del gran avance que se ha dado en la codificación del mapa genético humano constituye un paso comparable “ al descubrimiento de un continente o al de los vuelos espaciales. Ahora hay que desear que el primer objetivo de la utilización de estos descubrimientos sea la prevención de las causas que determinan las enfermedades hereditarias, y después, garantizar el mejor conocimiento de los mecanismos que determinan la formación de tumores. Obviamente se da el riesgo – y por lo tanto necesario hacer un llamamiento a la responsabilidad- de que las conquistas realizadas sean utilizadas para promover el Eugenismo, es decir, para determinar la selección de individuos sanos y enfermos, o para establecer una especie de valor de la existencia humana en virtud de las características genéticas “.

Se trataría de una especie de dictadura sumamente peligrosa que, además contaría con toda la información de nuestra constitución genética. “ Saber es poder y, por tanto, conocer nuestras características quiere decir, en cierto modo, apoderarse de cada uno de nosotros- confirma monseñor Sgreccia- Hay que desear que, además de la Declaración Universal sobre el Genoma Humano en la UNESCO ( Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ), se promulguen leyes que establezcan las fronteras dentro de las cuales debe utilizarse un descubrimiento de este tipo “

Tras el anuncio del avance en la codificación del genoma, alguien ha dicho que ya no queda nada más que decir sobre el hombre y sobre su presencia en el mundo. “ Todo lo contrario- responde Sgreccia- la ciencia biológica describe, no explica la última causa del origen de la vida, del origen de la realidad y sobre todo de esta maravillosa estructura, que sólo puede ser el fruto de una causalidad inteligente. Así como en el Salmo decimos : “ Los cielos narran la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos “, también en este caso, y con más razón, podemos ver la grandeza de Dios en el orden de la belleza de esta estructura que desciframos en nuestras células. Se trata de explicar que és la persona humana y si la materia puede explicar la inteligencia y el espíritu o, si por el contrario, es el espíritu humano quien rige la vida del individuo. La antropología, la filosofía de la ciencia, la metafísica se ven más estimuladas que nunca por este descubrimiento “ ( Zenit, 28 de junio de 2000 )

El Papa Juan Pablo II ha dado los siguientes parámetros morales : “ Algunos progresos científicos, como los relacionados con el Genoma Humanos, honran la razón del hombre, llamado a ser señor de la Creación, y honran al Creador, fuente de toda vida.

Pero lo que concierne a las intervenciones en la secuencia del Genoma Humano, conviene recordar algunas normas morales fundamentales .Toda intervención en el genoma debe realizarse con respeto absoluto del carácter especifico de la especie humana, de la vocación trascendental de todo ser humano y de su dignidad incomparable. El genoma constituye la identidad biológica de cada persona .Más aún, expresa una parte de la condición humana de la persona, a quien Dios amó por sí misma, gracias a la misión confiada a sus padres.

El hecho de poder establecer el mapa genético no debe llevar a reducir a la persona a su patrimonio genético y a las alteraciones que puedan estar inscriptas en él. En su misterio, el hombre sobrepasa el conjunto de sus caracteres biológicos,. Es una unidad fundamental, en la que el sector biológico no se puede separar de la dimensión espiritual, familiar y social, sin correr el riesgo grave de suprimir lo que constituye la naturaleza misma de la persona y de convertirla en un simple objeto de análisis. La persona humana ,por su naturaleza y su singularidad, es la norma de toda investigación científica.

A este propósito nos alegra que muchos investigadores se nieguen a admitir que los descubrimientos hechos sobre el genoma humano se consideren como patentes que puedan registrarse. Puesto que el cuerpo humano no es un objeto del que se pueda disponer, los resultados de las investigaciones han de difundirse en el conjunto de la comunidad científica, y no pueden ser propiedad de un pequeño grupo.

La reflexión ética debe ocuparse también de la utilización de los datos médico que atañen a las personas, especialmente a los que contiene el genoma, que la sociedad puede usar en perjuicio de las personas, por ejemplo eliminando los embriones que presentan anomalías cromosómicas o marginando las personas afectadas por determinadas enfermedades genéticas. No se puede violar los secretos biológicos de la persona, ni investigarlos sin su consentimiento explícito, ni tampoco divulgarlos para usos que no sean estrictamente de orden médico y no tenga finalidad terapéutica para la persona en cuestión. Independientemente de las diferencias biológicas, culturales, sociales o religiosas que distinguen a los hombres, cada uno tiene efectivamente el derecho natural a ser lo que es y ser el único responsable de su patrimonio genético ” ( JUAN PABLO II, a los miembros de la Academia Pontificia de Ciencias, LÓP.,4-11-94, p.20, nmº 3-4 )