domingo, diciembre 16, 2007

Saldo


Saldo


Tras que el nuevo ministro de Seguridad bonaerense dijera que la policía debe recuperar la calle para optimizar su función, se le presenta al gobierno la oportunidad de zanjar --y aun de dirimir--, en su propio seno, una vieja incógnita estratégica, que es, también, una duda de cuatro años en muchos corazones argentinos: ¿le interesa siquiera un poquito a ese gobierno la suerte y la indignación de los miles de ciudadanos robados, heridos y asesinados a la vista y paciencia del poder estatal, y a quienes la artera (pero meditada) ideologización de la palabra "seguridad" por parte de funcionarios setentistas ha dejado inermes, casi avergonzados de pedir que no los maten en sus calles, en sus autos y hasta en sus casas?