lunes, abril 07, 2008

Gaudi.3ra parte

MARTA NOCE.

“ ANTONIO GAUDÍ, EL ARTISTA DE DIOS.”

Edit. “ Poco y Bueno “. Serie testimonios.

3ra. Parte. “ SU SELLO MÁS ALLÁ DE BARCELONA.

Pero antes de pasar a su gran obra y a los valores que fue sembrando con ellas, queremos señalar que este artista no se limitó a Barcelona, aunque en ella estén sus realizaciones más afamadas. Podemos citar otras como la Villa el Capricho ( Cantabria, al norte de España , considerada diminuta y preciosa que GAUDÏ levantara, al lado del palacio y de la iglesia, para una hija del primer Marqués de esa ciudad . Otra es el Palacio Episcopal de Astorga ( municipio de la provincia de León, al noroeste del país )

, cuyo obispo tenía filial relación, entre otros pastores; su participación en la adecuada liturgia de la catedral de Palma de Mallorca en que su genio se manifestó particularmente en la construcción de una gigantesca lámpara “ que asciende desde al altar y domina el ábside “, como afirma la profesora María Antonia Crippa, profesora de la historia de la Arquitectura Contemporánea en la facultad Católica de Milán. También podemos citar el Edificio Botín, en la citada León, de estilo neogótico a fines del siglo XIX. O, entre sus primeros trabajos apuntamos su participación, en 1884, en la refacción del camarín del santuario benedictino de Monserrat centro de la espiritualidad catalana, junto al maestro Francisco de Villar.

LA SAGRADA FAMILIA.

En 1891, año del milenario de nuestra Señora de Monserrat, el Papa LEÓN XIII, proclamó patrona de Cataluña a la dulce imagen que se venera en la montaña próxima a Barcelona: Por ese entonces, un librero de la ciudad ; Joseph María Bocabella se propuso levantar un templo a la Sagrada familia, cuya piedra fundamental se colocó en la festividad de san José en 1882. La había proyectado el arquitecto Francisco de Paula Villar y Lozano ( a quienes acabamos de citar ) con Joan Martorell i Montéis. Ambos tenían relaciones profesionales don GAUDÍ y conocían sus condiciones excepcionales. Casi una año después, el 3 de noviembre del 83, esas obras pasaron a manos del joven arquitecto ANTONIO GAUDÍ Y CORNET, quien tenia 31 años de edad, por entonces.

“ Para el devoto GAUDÍ, construir es sobre todo un medio para exprimir el propio interior y la propia fe .No sólo por casualidad su punto de partida es el gótico.”, señaló la profesora María Antonieta Crippa. Y el artista decía : “ para hacer bien las cosas es necesario primero el amor y , segundo, la técnica .Que cada uno utilice el don que Dios le ha dado, la realización de esto es la máxima perfección social “.

Concibió el templo expiatorio con cinco naves y un crucero de tres, con un largo interior de 90 metros y 60 de ancho en el crucero.. El ábside queda limitado por siete capillas con dos escaleras circulares para los peregrinos. Ofrece tres grandes fachadas, la del Nacimiento ( con el ábside, es la única parte que construyó GAUDÍ en forma directa ), la Pasión y la Gloria, la única que falta terminar . Y cada fachada está coronada por cuatro campanarios cada uno de cien metros que simbolizan a los doce Apóstoles .Antes de morir sólo alcanzó a ver concluida una torre- campanario.
Exteriormente la Sagrada familia simboliza a la Iglesia, Jesucristo y los fieles representados por María, los Apóstoles y los Santos. Las fachadas de levante y poniente representan la vida humana de Jesús : Nacimiento, Pasión, y Resurrección. La principal, o sea la Gloria, refleja la majestad del Señor y su poder para juzgar al hombre según el orden trascendental de su Creador: Y todas tienen tres portales que simbolizan la fe, la esperanza y la caridad. ( virtudes teologales ) .

En su momento remarcamos que a GAUDÍ no se le escapan detalles y aprovechando todas las circunstancias para apuntar algo especial. Por ejemplo, en los cuatro campanarios de los apóstoles pueden leerse entre los coloridos de los mosaicos las palabras : Santus, Santus,Santus, Hosana in excelsis. El artista anhelaba que al contemplarlos, los fieles alabasen al Señor. Otro caso : en las columnas de los ventanales de los muros laterales de las naves, colocó las inscripciones “ oro, incienso y mirra “ relacionadas con las inscripciones “ limosna, oración y sacrificio “, respectivamente. Esta vinculación se presenta como un resumen de los mensajes del artista: con oración, sacrificio y limosna, levantamos el Templo material de la sagrada familia y el templo personal de cada uno.

La cúpula central culmina con una Cruz que es refulgente de día por los mosaicos, y de noche por los rayos de luz que se proyectarán hacia los campanarios, que pueden divisarse de numerosos puntos de la ciudad.

En el interior, las columnas que soportan las bóvedas y las cubiertas también representan a los apóstoles, a las iglesias locales con sus santos, es decir todo el mundo, la Jerusalén celestial , también están escritos los textos del Miserere, el Te deum,, el Benedictus, y el Magnificat. GAUDÍ comentaba de las naves interiores y de la bóveda que “ será como un bosque. La luz entrará en abundancia a través de las ventanas a diversas alturas.”…

No ha sido fácil proseguir esta obra luego de su accidental muerte, y posteriormente, la pérdida del proyecto durante la persecución religiosa de los años de la guerra civil, de 1936 al 39. Sólo se salvaron unos pocos dibujos. Fue un golpe duro para sus discípulos, pero, aún así, la construcción continuó. Con gran sentido teológico GAUDÍ, quien sabía que no iba a ver concluido el templo tan grande, casi una señal de la inmensidad de Dios, solía decir con no poco humor_ “ mi cliente ( Dios ) no tiene prisa “.

Aunque el templo no estaba concluido se realizaban celebraciones en la cripta. Pastoralmente está a cargo del Pbro. Luis Bonet Armengol, quien es hijo de un arquitecto discípulo de GAUDÍ.

SUS ÚLTIMOS AÑOS.

En los últimos diez años de su existencia terrenal, GAUDÍ vivió exclusivamente dedicado al templo de la Sagrada Familia ( escribió el escultor Joan Matamola, colaborador del artista , en su libro : Mi itinerario con el arquitecto. ) Su vida es plenamente ascética, su piedad está al borde del misticismo y su producción traspasa los límites de la más elevada arquitectura, llevado por una creciente exaltación lírica .Se complace con el acabado policromado del primer campanario y me lo muestra diciendo : “ ¡ Mire este remate…!¿ no es cierto que parece que una la Tierra con el Cielo ?”

Pero no se piense que había soberbia en su mente o en su corazón, en sus manifestaciones…Por el contrario. Solía afirmar que la vida es una batalla; para combatir se necesita fuerza y la fuerza es la virtud., que sólo se sostiene y aumenta con el cultivo espiritual, esto es , con las prácticas religiosas. Por lo tanto, conocedor de esta realidad GAUDÍ frecuentaba los sacramentos, rezaba diariamente el rosario, visitaba enfermos, daba limosnas y se somete a penitencias.

“ El trabajo- afirmaba- es fruto de la colaboración y ésta debe basarse en el amor. El arquitecto se ha de saber aprovechar de lo que saben hacer y de lo que pueden hacer los operarios. Se ha de aprovechar la cualidad preeminente de cada uno. Esto es integrar, sumar todos los esfuerzos y tenderles la mano cuando se encallen ; así trabajan a gusto y con la seguridad que da la plena confianza en el organizador. Además, hay que recordar que no hay nadie inútil, todos sirven ( aunque con distinta capacidad ); la cuestión es encontrar para qué sirve cada uno “ .

Tan interesantes expresiones las recuerda don José Manuel Almuzara Pérez

( Continuaremos con la 4ta. Parte y final “ el accidente y la muerte “.El Director.)