jueves, febrero 05, 2009

La revocación de la excomunión es el inicio, no el final

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La revocación de la excomunión es el inicio, no el final
 
Burdeos (Francia), 3 Feb. 09 (AICA)

Uno de los cuatro obispo rehabilitados tras la excomunión
Uno de los cuatro obispo rehabilitados tras la excomunión
El cardenal Jean Pierre-Ricard, arzobispo de Burdeos y miembro de la comisión pontificia “Ecclesia Dei”, en una declaración publicada por la Conferencia Episcopal Francesa, dijo que el levantamiento de la excomunión impuesta en 1988 a los cuatro obispos consagrados ilegítimamente por el arzobispo francés Marcel Lefebvre, hecha pública por la Congregación para los Obispos el pasado 24 de enero, "no es el final sino el inicio de un proceso de diálogo", en el que quedan aún cuestiones por aclarar.

     Quedan aún por regular dos cuestiones fundamentales para que el cisma pueda considerarse terminado, dijo el cardenal: "la integración de la estructura jurídica de la Fraternidad de San Pío X en la Iglesia", y "un acuerdo en cuestiones dogmáticas y eclesiológicas".

     Entre estos temas por debatir, el cardenal Ricard se refirió a la cuestión del Concilio Vaticano II como "texto magisterial de primera importancia. Esto es fundamental".

     "El camino será largo sin duda, y demandará un mejor conocimiento y estima mutuas. Pero el levantamiento de la excomunión permitirá recorrerlo juntos", añadió.

     Las excomuniones fueron levantadas, explicó el cardenal, después de varios pedidos en este sentido de monseñor Fellay, superior general de la Fraternidad San Pío X, “sobre todo tras una carta dirigida al cardenal Castrillón Hoyos, el pasado 15 de diciembre, en nombre de los cuatro obispos afectados".

     El arzobispo de Burdeos explicó también que Benedicto XVI "quiso ir lo más lejos posible con la mano tendida, invitando a una reconciliación", desde su misión de "hacer lo posible por volver a tejer los hilos rotos de la unidad eclesial".

     "El Papa, teólogo e historiador de la teología, sabe el drama que representa un cisma en la Iglesia. Comprende la cuestión que a menudo se pone en la historia de los cismas: ¿se pusieron verdaderamente todos los medios para evitarlos?".

     No hay que olvidar, concluyó, "que el Papa conoce bien el caso pues Juan Pablo II le encargó ponerse en contacto con monseñor Lefebvre para tratar de impedir que cometiera el acto irremediable de las consagraciones episcopales".

     "El entonces cardenal Ratzinger quedó marcado por el fracaso de su misión", añadió.

     El purpurado mostró su confianza en que "la dinámica suscitada por el levantamiento de la excomunión ayude a la puesta en marcha del diálogo querido por el Papa", y pidió a los fieles que "recen por la unidad de los cristianos. No olvidemos que el camino más seguro para avanzar en la unidad de los discípulos de Cristo sigue siendo la oración".+
 


 
Fuente - AICA -