martes, octubre 20, 2009

En la Argentina de hoy estamos camuflando la verdad

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En la Argentina de hoy estamos camuflando la verdad
 
La Plata (Buenos Aires), 19 Oct. 09 (AICA)

Mon. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata
Mon. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata
“En la sociedad argentina de hoy se percibe claramente que no hay una paz consolidada. Las tensiones subterráneas que a veces afloran a la superficie, una violencia apenas contenida, brotes de exasperación, todo eso indica que no hay paz, que falta una auténtica paz en la sociedad argentina”, dijo monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, en su mensaje televisivo del fin de semana.

     Tras afirmar que no hay paz auténtica “si no hay plena justicia” y que “las relaciones de justicia son muy complejas en una sociedad como la moderna”, sostuvo que “la paz social depende de la plena vigencia de ese conjunto de relaciones de justicia”.

     Explicó que muchas veces, la “exasperación” de las personas “está vinculada a un hecho constatable: mucha gente piensa que “no le hacen justicia”, que “no le reconocen sus derechos”, y advirtió: “Si cada uno no puede ser quien es y no lo reconocen como lo que es y no le dan su derecho, entonces no se siente tratado con justicia y lógicamente tiende a reclamar lo que le corresponde. Cuando estas relaciones injustas se multiplican entonces se crea un clima de falta de paz”.

     El pastor platense señaló que asegurar la justicia en una sociedad “es una tarea muy compleja, que corresponde en primer lugar a los que tienen la conducción de la sociedad política, pero que de algún modo también corresponde a todos los ciudadanos, a todos los habitantes de un pueblo determinado”.

     Por otro lado, consideró que el problema de la justicia “tiene que ver con la verdad, con el reconocimiento de la verdad”, que es “la realidad, es la naturaleza de las cosas”. Y agregó: “En la Argentina de hoy, me parece que estamos camuflando la verdad, no queremos reconocer la verdad, estamos viviendo un mundo de ficciones, cuando no de escamoteos conscientes, o sea de mentiras, que ponen entre paréntesis la realidad”.

     “Por eso -subrayó- es necesario convertirse a la verdad para poder vivir en la justicia, para poder tener un sentido correcto de lo que es justo y poder hacer lo justo; entonces sí se podrá disfrutar la paz”. Sin embargo aclaró que “el hombre está hecho para la verdad, para la justicia, pero la justicia sola no basta; hace falta un poco más, hace falta el amor, la solidaridad, la caridad, la amistad social. Entonces sí empezaríamos a disfrutar de la paz”.+

Texto completo de la reflexión


 
Fuente - AICA -