lunes, abril 12, 2010

C1-2010 Sociedad Hipócrita

Buenos Aires, 06 de abril de 2010


Sr. Director:

 

Sociedad Hipócrita 

Otra Semana Santa ha concluido y, como sucede cuando ponemos toda nuestra atención en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, y en como se comportó con él la sociedad de la época, resulta casi obligatorio reflexionar sobre qué es lo que se puede esperar de los seres humanos. En efecto, si al mismísimo Dios se lo alabó y vitoreó un Domingo de Ramos en su entrada triunfal a Jerusalén y a los pocos días esa misma sociedad gritaba “¡crucifícalo!, ¡crucifícalo!”, qué podemos esperar nosotros, los hombres comunes, de nosotros mismos...
Y para completar aún más estas reflexiones, este año ocurrió que el Viernes Santo coincidió con el 2 de Abril.
Así es que pensando en Malvinas, la guerra contra la subversión, las FF.AA., los golpes de estado y las características particulares de nuestra sociedad, se me ocurrió reflexionar sobre algunas hipocresías nacionales que dan fundamento al título de esta carta:

Sociedad hipócrita que cuando gobernaba Isabel Perón calificaba de burdel al gobierno y de brujo a su ministro con superpoderes y hoy se llena la boca diciendo que era un gobierno democrático...
Sociedad hipócrita que alentó y apoyó el golpe de estado del 24 de marzo del 76 y ahora se rasga las vestiduras condenándolo...
Sociedad hipócrita que apoyó la guerra contra la subversión deseando que los militares pusieran orden y cuando el orden vino los despreció...
Sociedad hipócrita que pedía a gritos las cabezas de quienes ensangrentaban semana a semana las calles de nuestro país con bombas, atentados y asesinatos a mansalva y ahora se pone del lado de los terroristas...
Sociedad hipócrita que el 2 de abril del 82 apoyó la recuperación de las Islas Malvinas incondicionalmente y dos meses después la condenó...
Sociedad hipócrita que mayoritariamente votó al entreguista Menem, apoyó las privatizaciones, viajó al exterior con los dolares baratos, le sacó el jugo al máximo a tanta especulación económica y hoy critica y deplora todo eso...
Sociedad hipócrita que apoyó a Menem y a su mediocre servidor incondicional, Balza, para eliminar el servicio militar obligatorio y hoy, cuando gran parte de nuestra juventud está perdida y sumergida en el paco, piden a gritos que vuelva a implementarse...
Sociedad hipócrita que dijo “que se vayan todos los políticos” porque le tocaron el bolsillo con el corralito y no por todo lo que le vienen haciendo al país desde hace años...

 Para no quedarnos sólo con lo negativo, bastaría agregar que así, como a veces hay sociedades con actitudes hipócritas, también las hay virtuosas. Todo está en el corazón del hombre... y gracias a Dios, todavía quedan hombres virtuosos.

¡Por Dios y por la Patria! 

Hugo Reinaldo Abete
Ex Mayor E.A.