martes, septiembre 11, 2012

Preocupa en Olivos la enfermedad de Cristina

Informador Público

Preocupa en Olivos la enfermedad de Cristina


Durante toda la jornada de ayer el nombre de la presidente de nuestra ex República se mantuvo virtualmente ausente de las noticias oficiales, aunque pudo saberse que permanecía en la Quinta de Olivos recluida en sus habitaciones y sin desempeñar actividad alguna. Lo concreto era que desde las primeras horas de anteanoche Cristina W. Fernández había sufrido una descomposición bastante severa que preocupó severamente a sus allegados y colaboradores, que dieron intervención a la clínica privada que próxima a la residencia presidencial ya había atendido a la familia Kirchner, especialmente al ex presidente Néstor cuando en medio del secreto oficial tuvo más de uno de los tantos ataques cardíacos que se agudizaron hacia los finales de su gestión.
Algunas fuentes seguras y cercanas a Cristina insistieron en que el cuadro obedecía a un marcado stress por el cúmulo de problemas que ha generado la Casa Rosada y sobre todo por conocerse con bastante detalle la sostenida caída de imagen personal de la Primera Mandataria y, en consecuencia, sobre la intención de voto, que ya no llega al 30 por ciento. Son varias las encuestas que con ligeras variantes coinciden en este porcentaje, pese a lo cual uno de los grupos más influyentes, pero también el más pequeño e ideologizado del gobierno, busca alternativas para encontrar una vía legislativa que permita la reforma de la Constitución Nacional y con ello la posible candidatura para la ansiada y cada vez más difícil reelección. Con ello peligran los negocios pero sobre todo, la libertad de quienes llegaron desde Santa Cruz.
Todos estos componentes son discutidos y analizados con Cristina, que también sabe de las dificultades financieras en que se ha metido su gobierno y las serias resistencias que despiertan algunas medidas cuyas propuestas han trascendido. Desde los impedimentos cada vez más firmes y amplios para la utilización de dólares para toda clase de actividades, hasta las versiones que surgen cada vez que existe una crisis de esta naturaleza, en el sentido de que podrían intervenirse las cajas de seguridad en los bancos u otras de similar impedimento legal, existe de todo en la expectativa pública. Las versiones y contraversiones crecen, alteran la tranquilidad ciudadana y ésta renueva con mayor insistencia sus quejas por los datos falsos suministrados por el INDEC, la realidad tangible que ofrece la inseguridad pública y el agobiante telón de fondo de una inflación que golpea todos los días hasta tal punto, que pasó los niveles de seriedad y se instaló en el temible humor bromista. El propio gobierno lo facilita, como sucedió con las imágenes de un asado por seis pesos. A su lado, otra fotografía, hiriente y también facilitada por el oficialismo: la casa y la camioneta 4×4 que posee en Punta del Este el discutido jefe de la AFIP, a quien no se le ocurrió mejor idea que lanzar al ruedo su preferencia para que se veranee en el país y no en Punta del Este. Mejor no preguntarle a “Pepe” Mujica qué opina de las palabras de nuestro recaudador de impuestos.
Cristina, siempre sensible al “qué dirán”, supo que su última intervención a través de la cadena oficial acentuó el malestar de la población y se enteró que los consejos en el sentido de aprovechar a los televidentes que veían los programas, se transformó en un argumento inverso a lo esperado y que por primera vez la televisión abierta caída abruptamente fue reemplazada por los canales de cable. Otra táctica que salió mal.
La situación que comentamos giró como una calesita en la mente de Cristina, que desde las primeras horas de anteayer repasó algunos de los temas que están en carpeta y que pese a su dimensión estrafalaria son un reflejo aproximado de lo que se vive en el pináculo del gobierno. Por ejemplo, se llegó a pergeñar la posibilidad de controlar al máximo -digamos que hasta lo inadmisible- la difusión de los resultados de las encuestas de opinión, barajándose disparates tales como la prohibición de publicar sondeos o llevar un listado de personas entrevistadas. Los ánimos están caldeados y más que caldeados, caídos. Por ello todavía está en aguas de borrajas la idea de formar una nueva agrupación sustentada en los movimientos piqueteros, La Cámpora, las nuevas y violentas organizaciones surgidas últimamente y distintos grupos de izquierda que tengan una gran capacidad comunicacional para llevar adelante una campaña dinámica y rica en recursos con miras al año que viene.
El caso es que en la cúpula del Frente para la Victoria o como quiera llamársele, las opiniones comienzan a dividirse; como ya lo dijimos, hay lealtades que ahora despiertan dudas y se acentúan las suspicacias, como la que surgió de la invitación formulada por el gobernador de Córdoba, De la Sota, a participar a Mauricio Macri y Sergio Massa del palco oficial para presenciar un partido de fútbol en la capital provincial. El apoyo de Luis Barrionuevo a Hugo Moyano en el compaginado cegetista es otro de los temas concurrentes que inciden en el ánimo de Cristina, que mantiene la esperanza de estructurar a un “cristinismo” como única arma política para el futuro. Todos son factores negativos y de dudas para una presidente agobiada que, además, es testigo de los avances de la justicia sobre un vicepresidente que ella misma eligió, lo que convierte al escándalo de Ciccone Calcográfica en algo tan propio que supera al juego de palabras que entraña esta afirmación.
Ya hay jueces que denuncian públicamente las presiones a que son sometidos, el miedo que se instaló en la sociedad comienza, si no a romperse, sí a resquebrajarse. El 13 habrá una concentración pública para oponerse a la reforma constitucional; el 1° de octubre, otro acto similar; hay provincias que ya aseguran el triunfo electoral para enemigos recalcitrantes, como es el caso de Mendoza, que asegura la victoria del artífice de la famosa 125 -primera gran derrota kirchnerista – gracias a una alianza radical-conservadora (demócrata) que convirtió a Julio Cobos en un ganador imbatible.
El escandaloso tema de Boudou (Amado) nos lleva a otro asunto -y también a Cristina- que es el de la suplencia o la sucesión. Si el ánimo enfermo de la Presidente debe someterse a lo ordenado por los médicos, descansar al máximo, suspender toda actividad y eventualmente partir hacia El Calafate, será por un período largo o corto; si no lo hace, pronto aparecerá en el horizonte político un verdadero problema institucional que no puede disimularse. El escándalo en sí mismo y la apertura del camino hacia la indagatoria judicial, son factores que no podrán esquivarse y, por expresarlo de alguna manera, diremos que de golpe los tiempos, acelerados, también se acortan rápido. Rápido y contundentemente.


Carlos Manuel Acuña