sábado, julio 30, 2011

Estar en sintonía con Dios para obrar siempre el bien y evitar el mal, pide el Papa

Ángelus dominical
Estar en sintonía con Dios para obrar siempre el bien y evitar el mal, pide el Papa
VATICANO, 24 Jul. 11 / 09:37 am (ACI/EWTN Noticias)

Al presidir el rezo del Ángelus dominical en la residencia de Castelgandolofo, el Papa Benedicto XVI exhortó a los católicos a tener una conciencia sensible a la verdad, a Dios, que permita obrar siempre el bien y evitar el mal allí donde se encuentre, a ejemplo del rey Salomón.
Ante los miles de fieles que lo acompañaron en la oración mariana, el Santo Padre recordó la historia del rey Salomón quien pidió al Señor: "‘Concede, a tu siervo, un corazón dócil para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal’. Y el Señor lo escuchó, así Salomón se hizo famoso en todo el mundo por su sabiduría y la rectitud de sus juicios".
El Papa explicó que este "corazón" se refiere a la conciencia humana. En el caso de Salomón, prosiguió, "la petición es motivada por la responsabilidad de guiar a una nación, Israel, el pueblo que Dios ha elegido para manifestar al mundo su designio de salvación".
"El rey de Israel, por lo tanto, debe tratar de estar siempre en sintonía con Dios, a la escucha de su Palabra, para guiar al pueblo por los caminos del Señor, el camino de la justicia y de la paz. Pero el ejemplo de Salomón es válido para cada hombre".
Según informa la nota de Radio Vaticano, el Pontífice resaltó que "cada uno de nosotros tiene una conciencia para ser, en cierto sentido, ‘rey’, es decir, para ejercer la gran dignidad humana de actuar según la recta conciencia, obrando el bien y evitando el mal".
"La conciencia moral presupone la capacidad de escuchar la voz de la verdad, de ser dóciles a sus indicaciones. Las personas llamadas a tareas de gobierno naturalmente tienen una responsabilidad ulterior, y por lo tanto –como enseña Salomón– necesitan aún más de la ayuda de Dios. Pero a cada quien le toca hacer su propia parte, en la situación concreta en la que se encuentre".
Tras señalar que "una mentalidad equivocada nos sugiere pedir a Dios cosas o favores", Benedicto XVI destacó que "en realidad, la verdadera cualidad de nuestra vida y de la vida social depende de la recta conciencia de cada uno, de la capacidad de cada quien y de todos de reconocer el bien, separándolo del mal, y de tratar pacientemente de actuarlo".
Para ello, dijo, "pidamos la ayuda de la Virgen María, Sede de la Sabiduría. Su corazón es perfectamente ‘dócil’ a la voluntad del Señor. A pesar de ser una persona humilde y simple, María es una reina a los ojos de Dios, y como tal nosotros la veneramos".
"Que la Virgen Santa nos ayude también, con la gracia de Dios, a formarnos una conciencia siempre abierta a la verdad y sensible a la justicia, para servir al Reino de Dios", concluyó.