miércoles, junio 15, 2011

A Hebe le soltaron la mano

"Quien mal anda, mal acaba". Saludos. Otto (Melara)
 
 
Panorama Político

A Hebe le soltaron la mano

Por FRANCISCO SOTELO, El Tribuno

domingo 12 de junio de 2011 Nacional Francisco Sotelo, El Tribuno

Los escándalos protagonizados por Schoklender y Bonafini, y por Morgado y Rachid, muestran una fisura en la cadena de mandos.
El clima preelectoral no se altera, pero se reacomoda. Con la definición de las fórmulas Alfonsín-González Fraga; Binner-Morandini y Duhalde-Das Neves solo resta esperar que se conozca quién acompañara a la Presidenta en la carrera por la reelección.
La sensación económica, que en la Argentina es decisiva cuando se vota, juega a favor del oficialismo. En el ámbito de la política, en cambio, los escándalos protagonizados por Sergio Schoklender y Hebe de Bonafini, por un lado, y por Claudio Morgado y María Rachid en el Inadi, muestran una fisura en la cadena de mandos que erosiona a dos instituciones que son claves en la simbología del kirchnerismo. Derechos humanos y sociedad igualitaria son valores esenciales en el proyecto de Cristina Fernández de Kirchner.
El inesperado conflicto en el Inadi lo resolvió la Presidenta cortando por lo sano: echó a los dos funcionarios e intervino la institución. El caso Schoklender tiene para largo.
Las fortunas del escándalo
Es muy probable que, en el curso de la semana que viene, el juez Norberto Oyarbide ordene la detención de Sergio Schoklender, y de alguien más. De todos modos, resulta sorprendente que todavía siga en libertad. Es cierto que algunas medidas se toman solo mirando el expediente pero, en este caso, la trayectoria del acusado es lo suficientemente pública como para que exista una certeza generalizada de que se hizo rico robando a las Madres de Plaza de Mayo. En el Gobierno nacional nadie defiende a Schoklender.
El último 24 de marzo pasado, Hebe de Bonafini, Sergio Schoklender, Guillermo Moreno, Amado Boudou y Gabriel Mariotto fueron los oradores de un acto en el Mercado Central de Buenos Aires (ver video en www.eltribuno.com.ar). Schoklender abrió la lista de oradores diciendo: “Este acto es para celebrar la vida, la lucha, los sueños y la utopía”, y habló de “los 30.001 desaparecidos”, aludiendo a Néstor Kirchner. Como si fuera el anfitrión del homenaje a una gesta -de la que no participó- anunció la instalación en ese lugar de la “planta de radio AM más grande del país, la de las Madres de Plaza de Mayo”. También anticipó que allí construiría una gran empresa de construcción de viviendas en moldura. Un negocio privado con la bendición de las Madres y ayuda financiera que sería gestionada por algún ministro amigo.
 Hoy, luego de dos décadas de activismo, negocios y largas noches de casino, todos se acuerdan de que se trata de un parricida. Hebe ya espera que su “hijo adoptivo” vaya preso, mientras que Moreno y Boudou prefieren guardar silencio. Gran parte de los cientos de millones del Estado destinados a viviendas sociales hoy mutaron, en manos del financista José Fernando Caparrós Gómez, en ocho autos, once propiedades, un yate valuado en más de 1 millón de dólares y acciones en varias sociedades. Caparrós se vinculó con Schoklender a través del piloto Gustavo Serventich, quien intermedió la compra de dos aviones, un Piper Cheyenne y un Cessna Citation. Caparrós preside el club Ferrari de Argentina y tiene un Triumph TR3, una Ferrari F599, un Mercedes Benz S500, un Jaguar E- TYPE 4.2, un Porsche 911 (de 1985) y un Austin Healey de 1957, entre otros vehículos.
 El núcleo de los negocios es la ya famosa empresa Meldorek SA. “Acabo de separar a Pablo y a otras 16 personas más; si cometieron delito tendrán que pagarlo”, anunció la titular del organismo. El contador Alejandro Gotkin ocupa el primer lugar de ese grupo. Era empleado de las Madres y miembro del directorio de Meldorek SA. Otra de las personas desplazadas es Patricia Beatriz Alonso, directora administrativa de las Madres. También son investigados Enrique Rodríguez, el exministro de Jorge Telerman, y el abogado Sergio Gandolfo. La fortuna personal de Schoklender incluye una propiedad en Highlands de Pilar, valuada en US$ 400.000; una mansión en José C. Paz, con 19 habitaciones, 14 baños, cancha de tenis y fútbol y pileta olímpica; una oficina en Colegiales, donde funciona su empresa Meldorek; y una casaquinta en Pilar.
El apoyo de Timerman
Tras el escándalo, hoy puede verificarse algo que era inimaginable este 24 de marzo, hace poco más de dos meses: el Gobierno le soltó la mano a Hebe de Bonafini. Las críticas furibundas de Estela de Carlotto, quien pidió que se investiguen las responsabilidades de la dirigente, solo pudieron producirse con el visto bueno de la Presidenta. Ni el gesto de ayer del ministro de Educación Alberto Sileoni, ni la espasmódica defensa que ensayó el canciller Héctor Timerman alcanzan para disimular el aislamiento de Hebe. Como todos los conversos, Timerman sobreactúa su posición en defensa de los derechos humanos, más allá de su juvenil simpatía con el genocidio y los genocidas. Pero en este caso, tiene otras razones para tratar de justificar a Hebe: nuestro canciller fue el gran agente comercial de Meldorek SA, cuyas casas modulares ideadas por Sergio intentó colocar en Brasil y Uruguay. El fue quien incluyó compulsivamente el encuentro de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, con las Madres de Plaza de Mayo y quien la sacó al balcón de la Rosada para que viera las casas diseñadas por Schoklender. Dilma no estaba interesada y, a pesar de haber sido víctima de la dictadura de su país, tampoco quería quedar identificada con las Madres. Timerman y Sergio intentaron vender el producto al Gobierno de Uruguay. No tuvieron éxito: en el país vecino solo quedaron las 15 casas enviadas sin cargo y como muestra.


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Cada uno es dueño de pensar con su propia cabeza y de sentir con su propio corazón, es algo personal y privado, pero sus palabras son públicas.