martes, junio 14, 2011

[condor-nacional] Carlotto vs Bonafini: el escándalo también se acerca a las Abuelas

Carlotto vs Bonafini: el escándalo también se acerca a las Abuelas



Por Guillermo Cherashny para el Informador Público
El viernes, Estela Barnes de Carlotto sorprendió pidiendo públicamente que se investigara a fondo a Hebe de Bonafini por la conducta delictual de Sergio Schoklender. En el trasfondo de este pronunciamiento hay cuestiones de números. En el 2006, el entonces Jefe de Gobierno Jorge Telerman nombró Secretaria de Derechos Humanos a la periodista Gabriela Cerruti y Subsecretaria a Gabriela Alegre, que responde a Carlotto. Al poco tiempo, se produjo entre las dos funcionarias una fuerte pelea por cargos y subsidios dinerarios. Por ese entonces, Telerman y Cerruti firmaron con la Fundación de las Madres un convenio de construcción de viviendas populares con el programa “Sueños Compartidos”. El mismo fue ejecutado por el parricida. Tres años antes, la Comisión Provincial de la Memoria era presidida por Carlotto; su hijo Remo era Secretario de Derechos Humanos y Cerruti directora ejecutiva de esa comisión. Entre esta última y Carlotto estalló un violento enfrentamiento en torno a unos cheques por un millón y medio de pesos que desparecieron, y también por ciertos nombramientos.
Éste fue el precedente de la segunda batalla, que se produjo en el gabinete de Telerman, y culminó cuando Cerruti despidió a Alegre, aparentemente para castigar a Carlotto.
Ahora podría haber un tercer round, ya que CFK introdujo a Gabriela Alegre en el segundo lugar de la lista de candidatos a diputados porteños del FpV, inmediatamente después de Juan Cabandié. Cerruti también es de la partida, ya que encabeza la lista para legisladores locales por la colectora Sabatella-Heller.

Derechos humanos S.A.
Carlotto S.A. está compuesta por Estela Carlotto y sus tres hijos. Remo es diputado nacional y Guido diputado provincial y candidato a intendente de La Plata. Pero también está Claudia, su hija menor, actual Secretaria Ejecutiva de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y que gerencia la Fundación Abuelas de Plaza de Mayo, que recibe susidios no sólo de los gobiernos nacional y bonaerense, sino también de los de España, Italia y Francia. A estos países Carlotto viaja seguido en primera clase. Y a tal punto ha sido cooptada por el kirchnerismo que, junto con CFK, le mostró las viviendas móviles que fabrica el parricida a la flamante presidente del Brasil, Dilma Rousseff, en la primera visita de ésta a la Argentina. Luego se sacaron la foto en el balcón de la Casa Rosada. De estos hechos apenas transcurrieron dos meses. La asociación ilícita entre la Presidente, Bonafini y Carlotto con el fin de malversar fondos públicos -entre otros delitos- va surgiendo así a la luz. El objetivo de reparar a las víctimas del Proceso de Reorganización Nacional se desnaturalizó, convirtiéndose en un negocio millonario para las “victimas” y especialmente para sus máximos dirigentes. Carlotto y Bonafini se sumaron también al Frente para la Victoria, convirtiéndose en dirigentes partidarias. Durante las presidencias del general Juan Domingo Perón se decía que “los únicos privilegiados son los niños”. Ahora bien, puede decirse que en el kirchnerismo “las únicas privilegiadas son las madres y las abuelas”. O sea, Bonafini y Carlotto.
Con respecto a esta última, en 1976 se desempeñaba como docente en la escuela Laines junto a Marta Bignone, hermana de Reynaldo Bignone, general y ex Presidente de la República, actualmente preso. Gracias a este contacto, Carlotto logró lo que otras no pudieron. Por ejemplo, que le entregaran el cadáver de su hija asesinada por los militares. Es decir que no es madre de desaparecidos y no está probado que su hija Laura haya estado embarazada y parido un bebé en su cautiverio. Existe entonces alguna probabilidad de que su supuesto nieto aparezca. También es probable que, con el tiempo, Carlotto sufra también el bochorno que golpea ahora a su “enemiga” Bonafini. La causa de los derechos humanos ya no será la misma de antes, porque las estafas, el botín de los fondos públicos, la piñata del Estado y la pelea por los nombramientos la han bastardeado hasta el límite.