lunes, mayo 10, 2010

EDITORIAL 8 DE MAYO

MI MAMÁ SE LLAMA RAMÓN
Lic. Emilio Soto

“Hay más de un millón de argentinos que comenzó el día sin algo para desayunar, no tuvo algo para  almorzar,  o irá a dormir sin cenar”. Así explicaba el hambre real y concreto en nuestro país en una entrevista radiofónica el Dr Juan Car, de Red Solidaria.
Para cualquier persona con sentido común éste es un problema social urgente.
Debería formar parte de las urgencias sociales porque la comida es un derecho humano.

Hace unos días me explicaban en un mail los detalles de los nueve balazos recibidos por un estudiante que fue víctima de un asalto y ahora se debate entre la vida y la muerte. Uno mas de los tantos que ocurren cada semana.
 Para cualquier persona que viva en este país el tema de la seguridad debería figurar entre las preocupaciones urgentes,  para encontrar soluciones.

Pero parece que ni un millón de argentinos que no comen, ni la inseguridad que se lleva gente a los hospitales o al cementerio, son temas que merecen “rápidos acuerdos” para encontrar soluciones urgentes,  por parte de nuestros políticos y/o legisladores.

La coparticipación es algo que afecta a cada una de las provincias por no decir a millones de argentinos,  que en definitiva es lo mismo, Es un tema más que importante para la independencia política de las provincias:  por algo el gobierno nacional no quiere avanzar en su tratamiento. Sin embargo acá tampoco  los legisladores  se ponen  de acuerdo para resolver un problema de estricta justicia que afecta a todos los argentinos.

Estos son dos o tres ejemplos de cosas importantísimas que nos ocurren como sociedad, como país. Pero  los legisladores con nombres y apellidos (Felipe Solá, Carrió, Pino Solanas, Claudio Lozano, Rossi, el mismo Kirchner) por nombrar solo algunos, algunos muy conocidos, y otros tan anónimos como las legendarias poesías sin dueños, consideran que el denominado “matrimonio homosexual y el derecho a adopción” es tan importante que ha merecido el rápido acuerdo entre ellos.

Por eso a la hora de votar es importante recordar los nombre, por lo menos de aquellos que nos tocan de cerca en la provincia:

VOTARON A FAVOR: BARRANDEGUY, Raúl (FpV), CHEMES, Jorge (UCR), CUSINATO, Gustavo (UCR), RE, Hilma (Coalición Cívica) VIALE, Lisandro (OS))
EN CONTRA: ALIZEGUI, Antonio (FpV), BENEDETTI, Atilio (UCR), CREMER de BUSTI, Ma. Cristina (FpV), ZAVALLO, Gustavo (Peronismo Federal)

La verdad, no se entiende muy bien que motivos llevo  los diputados a apoyar este proyecto: ¿desconocimiento? ¿ideología? ¿conveniencia?
El tema es tan simple, tan de sentido común. Digo por aquellos que votaron a favor del denominado matrimonio homosexual con derecho a adopción.
Dos leonas no hacen pareja. Dos gatos, tampoco. No pueden aparearse. Para eso tienen que ser de distinto sexo y de la misma especie. Son cosas de la zoología. No es producto de la cultura hitita, fenicia, maya, cristiana o musulmana. No es un invento de la Iglesia Católica. Muchos siglos antes de que Jesús naciera en Belén, el Derecho Romano reconocía el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Después ellos se divertían con efebos, pero eso es otra cosa. La esposa era para tener hijos.

Un amigo me decía que este país crecía de noche porque los políticos dormían. Ahora que las sesiones en el congreso se extienden hasta la madrugada, pareciera que el crecimiento es más difícil.

La homosexualidad no es nueva. Algunos diputados argumentaron su postura favorable al “matrimonio homosexual” apooyándose en la legendaria cultura griega. Al diputado le falta lectura o quiso manipular a quienes escuchaban. Las dos cosas son graves. En la cultura griega el valor mas alto era el disfrute de la sabiduría, el conocimiento. Esto era propio de los hombres. En ese ámbito se daba la homosexualidad en un grado que consideraban de amistad. La mujer, sin embargo ocupaba su lugar en el matrimonio. No confudían la homosexualidad con el matrimonio. Al diputado le falta lectura o sesatez.
En Argentina nadie anda corriendo a los homosexuales por la calle.
No hay una situación de discriminación persecutoria.
No se ve la urgencia de un abordaje tan rápido de la temática que aprobó diputados.
Hay más de un millón de argentinos que no come. Eso sí es urgente. Hay gente a la que los delincuentes mandan a un hospital o a un cementerio. Eso es urgente. La droga va y viene en deliveris y destruye la vida de miles de jóvenes.
Hay provincias que no pueden disponer de lo que corresponde por coparticipación  y por consiguiente sus gobernadores militan en el partido de la genuflexión permanente. Esas son las cuestiones urgentes por las que diputados debe logra rápido acuerdo.

Recientemente hubo un importante Simposio en  de México: “Adopción homosexual. Lo que la ciencia ha descubierto”. Fue organizado por el Instituto Mexicano de Orientación Sexual “Renacer”. Invitó a un renombrado psiquiatra, el Dr. George A Rekers, profesor de Neuropsiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Escuela de Medicina de la Universidad. de Carolina del Sur, E.U.A., experto tanto en el tema de la homosexualidad como en el de niños adoptados. Rekers hizo una síntesis científica sobre estas cuestiones que no dejan dudas sobre su inconveniencia.

En la misma línea de pensamiento que Rekers, pero en Europa, se encuentra el renombrado Dr. Aquilino Polaino, médico en Psiquiatría por la Universidad Complutense de Madrid, Presidente de Educación Especial de la Sociedad Española de Pedagogía, entre otros títulos y cargos, con más de treinta años de experiencia en homosexualidad.

¿Nuestros diputados se habrán  interiorizado sobre estos estudios?.

La palabra matrimonio procede de dos palabras romanas: "matris" y "munio". La primera significa "madre", la segunda "defensa". El matrimonio es la defensa, el amparo, la protección de la mujer que es madre, el mayor y más sublime oficio humano.

Llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo es muy poco serio. Jurídicamente, un disparate. Tal como lo dijo Carlos Perciavalle homosexual  confeso y en pareja hace mas de 30 años.. Que le llamen "homomonio", "chulimonio", "seximonio", lo que quieran, todo menos matrimonio, que ya está inventado hace tiempo. Nadie llama tarta de manzana a la que está hecha de peras.


Lo curioso es que cuando uno dice cosas como estas, algunos  miran como extrañados de que no reconozcas la libertad de las personas. Y por más que les decís que sí, que respetas la libertad de todos, que cada uno puede vivir con quien quiera, incluso con su perro, pero que eso no es un matrimonio, te llaman intolerante.

No sé lo que harán los senadores a la hora de votar. Son políticos que dictan leyes. ¿Votarán por razones políticas o  según Derecho?.

Cuando la profe le preguntó a Pablito cómo se llamaba su madre, el chico contestó: "Mi mamá se llama Ramón"