domingo, mayo 24, 2009

Clotilde Acosta

¿Alguien conoce a Clotilde Acosta?
Si cualquiera de los lectores aspira a acceder a un cargo más o menos respetable en una empresa privada, debe confeccionar, al menos un abstract de su Currículum Vitae, y someterse, desde luego, a exhaustivos controles psico - técnicos. Pero, ¿alguien sabe a quién o a quienes están tratando de meter por la fuerza en el Congreso? ¿Se tiene en cuenta su capacidad legislativa o su grado de paranoia? Estudiemos una muestra de laboratorio para tratar de entender cuál es el mecanismo de las candidaturas testimoniales.


“Evita” trabajar con Nacha Guevara; dice una de las reglas máximas del teatro argentino. La trayectoria y el talento de la actriz y cantante son directamente proporcionales a su cuota de malicia, dicen quienes han trabajado con ella a lo largo de su extensa carrera, tanto en teatro como en televisión, por reiteradas discusiones y desplantes de la diva en escena, y constante maltrato.
Tiene infinidad de denuncias radicadas por sus sucesivos “colaboradores” en la Asociación Argentina de Actores, puesto que, como buena comunista, tiene una atracción irrefrenable por el dinero y no le gusta compartirlo, aunque se lo deba a otros.
La fama de “malvada” de Nacha conoce precedentes por doquier. Miles de anécdotas, la mayor parte actuales, le atribuyen una personalidad psicopática. En el viejo y emblemático “Di Tella” ocurrió el hecho que enemistó para siempre a Nacha Guevara y los enormes Les Luthiers. Aparentemente, se dice, el grupo de humoristas hacía sus shows en primera tanda y Nacha venía después, a medianoche. Eran tantos los bises que el público les pedía que la función de Guevara se atrasaba eternamente y ella enfurecía tanto que un día se cansó, rompió una botella y con la parte filosa del vidrio en el cuello de uno de los integrantes de Les Luthiers amenazó con lo peor si no terminaban a tiempo. Obviamente quedaron peleados hasta el día de hoy.
Mitos, leyendas, el teatro los ha tenido y siempre los tendrá. El problema con la querida Nacha (gigante en escena, fabulosa actriz que es lo importante), es que sigue sumando jugosas anécdotas para quienes las escuchan pero temerosas y horrendas para quienes padecen su especial temperamento. La violencia es odio y la demencia de Nacha Guevara tiene su explicación en aquella rebeldía juvenil que extraña, a pesar de haber transcurrido 50 años de su vida intentando madurar. Ahora intentará canalizarla a través del poder, aquella secreta ambición que era su «asignatura pendiente».
El hecho es que, con esos antecedentes, se explica a la perfección la candidatura de la anciana militante a diputada montonera. Fuente: Minutouno.com Sábado 30 de Agosto de 2008.
“Estoy totalmente satisfecha con mi vida, no tengo frustraciones, tengo sueños como cualquiera, el día de hoy si me tuviera que ir hoy de este planeta me iría satisfecha. Veo a la política como un lugar interesante para abrir un nuevo camino, no es desde las frustraciones, desde lo que no me salió, desde lo que no hice bien, sino es desde un lugar de plenitud”. Pagina12.com.ar
Estos últimos días Cristina Kirchner la recibió junto a Daniel Scioli en Casa Rosada, según refieren los periódicos. “Queremos que seas como sos” -le manifestó Scioli a Guevara durante el encuentro que compartieron con la presidenta-  según señaló una fuente del gobierno bonaerense. www.ambito.com A decir verdad es que este comentario no me deja más tranquilo.
Clotilde Acosta (69 años) adoptó su nombre artístico por Nacha Guevara por admiración al Ché.
Sus años transgresores

Su militancia

Conviene recordar que “Nacha Guerava” no se privó tampoco de un pasado revolucionario y aventurero. Junto a quien fuera uno de sus tantos maridos, en este caso Norman Briski, formó parte activa en la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR) en el año 1974. Esta Organización terrorista estaba auspiciada, coordinada y amparada por los servicios de inteligencia cubanos (DGI) y aglutinaba a los más importantes grupos terroristas en América Latina.
Aquella JCR —donde militó activamente Clotilde Acosta (a) “Nacha”— estaba plenamente integrada al MLN, Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros) de Uruguay, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) de Argentina.
Así, esta canalla que entonces adhería al ERP, festejó y vitoreó los asaltos a los Cuarteles militares, los secuestros y asesinatos de intelectuales católicos, como Jordán Bruno Genta o Carlos Sacheri, o uniformados como el asesinato del Teniente Coronel Argentino del Valle Larrabure, o de los Coronel Carpani Costa, Ibarzábal y tantos otros, secuestrados o masacrados por los terroristas.
También conformaban la Junta Coordinadora Revolucionaria, que se gestó desde 1968 con intelectuales y folcloristas como Horacio Guaraní, Jorge Cafrune o Mercedes Sosa, así como también los actores Luis Brandoni, Eduardo “Tato” Pavlovsky y Héctor Alterio, entre muchos otros. Pero después de 1983, intentando su inserción comprometida, estos roedores intelectuales confluyeron en la Junta Coordinadora Radical.
Bajo el ala de Alfonsín, se asentó otra mutación virósica que experimentó nuestro país bajo el liderazgo de su ministro del Interior, Enrique Nosiglia, inspirador de las “Brigadas del Café” que entrenaron en Cuba, combatieron en Nicaragua en defensa de la revolución sandinista y fueron derrotados  por el Ejército Argentino y las Fuerzas de Seguridad cuando nuevamente evolucionaron, esta vez con la denominación de “Movimiento Todos por la Patria” (MTP), que terminó en el inexplicable y sangriento asalto del cuartel del Regimiento de Infantería 3 “General Belgrano”, el 23 de enero de 1989. (Datos extraídos del libro de Darío Gallo y Gonzalo Álvarez Guerrero: “El Coti”. Editorial Sudamericana).
Pero, como toda zoonosis,  la Junta Coordinadora es un tóxico social que todavía no se diluyó. Se desenvuelve activamente bajo la protección del régimen actual, con la denominación de Coordinadora Multisectorial de los Trabajadores de la Cultura.  Si tiene alguna duda, visite sus páginas lucharte.com.ar y Cta.org.ar , donde obran apariciones de “Nacha” en diversas diligencias extracurriculares.
El 1º de mayo de 2004, Norman Briski, en nombre de Celia Guevara —la hermana del Che— y mancomunadamente con el historiador y escritor Osvaldo Bayer —por ejemplo—cambiaron el nombre a la Plazoleta “Coronel Ramón L. Falcón” por el del anarquista ruso que lo asesinó.   “Simón Radowitzky” se llama el paseo del barrio de Floresta hoy en día.  “Que el pueblo elija cómo deben llamarse sus plazas y no aceptar ese nombre que fue impuesto por una Argentina que todavía no conocía la democracia”, dijo el actor. El denostado Coronel Falcón era jefe de la Policía de la Capital en 1909. Fue el primer militar egresado del Colegio Militar de la Nación creado por Sarmiento y era un Veterano Expedicionario al Desierto bajo el comando del Teniente General Julio A. Roca.
En definitiva, la incorporación formal al kirchnerismo de Clotilde, que se insertó como tercera en la lista para diputados como una invocación a María Eva Duarte de Perón (su último papel en las tablas de la comedia musical), relegará al sexto lugar a una sobrina nieta de la dilecta esposa del General Perón, Cristina Álvarez Rodríguez, según informó el diario Ámbito Financiero.
Kirchner le pagaró un palo y medio verde para aceptar la «candidatura» (siempre odió al Justicialismo porque durante el gobierno de Isabel Perón se tuvo que exilar) y Néstor tuvo que acatar la exigencia de que le «saque los juicios de encima». Esta vieja defraudadora dejó el idealismo hace tiempo y se volvió intrínsecamente materialista. Cuando le ofrecieron un cargo en el Fondo Nacional de las Artes aceptó asumir la función, pero al día siguiente renunció porque le informaron que la distinción era "ad honorem"
Créase o no, mucha gente va a sufragar irracionalmente a este engendro subliminal, en el convencimiento interior que está eligiendo a Eva Perón. Creo que éste era el objetivo buscado por Kirchner al sumar a esta señora  impresentable a la fórmula bonaerense. Pero es otra integrante más del Caballo de Troya del resentimiento que intenta infiltrarse en el Congreso para proseguir el débil sendero inconducente que profundizará el enfrentamiento y la división de los argentinos hasta límites insospechados.
Autor: Carlos Marcelo Shäferstein