HIJO DE DESAPARECIDOS
“HIJO DE DESAPARECIDOS OBJETÓ PRUEBAS SOBRE SU IDENTIDAD Y SE ABRAZÓ CON EX GENDARME APROPIADOR” BUENOS AIRES, feb. 27 (DyN) - El hijo de una pareja de desaparecidos respaldó hoy entre abrazos y llantos al ex comandante de Gendarmería que está siendo juzgados como apropiador, luego de impugnar en su declaración ante el tribunal los resultados de ADN que determinaron su identidad.
Incluso, el joven aseguró que no era suyo el cepillo de dientes del que se tomaron los rastros genéticos para hacer los análisis, ya que el muchacho de 30 años se había negado a sacarse sangre.
Así, el segundo día de audiencias del juicio contra el ex comandante de Gendarmería Víctor Enrique Rei fue suspendido en medio de un escándalo: el joven, que se identificó como Alejandro Rei, finalizó su declaración como testigo y se abrazó con el acusado mientras el público insultaba al supuesto apropiador y el tribunal ordenaba desalojar la sala.
Un rato antes, por la mañana, Rei había aceptado declarar luego de que el TOF rechazara un pedido para anular el juicio que había formulado su defensa.
En su exposición, Rei aseguró haber "adoptado" a un "huérfano", pese a que hasta ahora había asegurado que se trataba de su hijo biológico.
"No existen antecedentes en el mundo, ni siquiera en la Rusia de Stalin, de que a alguien que ha adoptado un huérfano y lo crió sea juzgado por eso 30 años después", se quejó el ex jefe de la Gendarmería.
Cuando el abogado querellante de Abuelas de Plaza de Mayo, Luciano Hazan, le preguntó cómo sabía que se trataba de un huérfano, Rei dudó unos segundos en contestar hasta que respondió: "porque está en la causa; si tiene el padre muerto, es un huérfano".
Rei, de 68 años y ex jefe de inteligencia de Gendarmería, está siendo juzgado por la apropiación del hijo Liliana Celia Fontana y Pedro Sandoval, secuestrados en julio de 1977 y que todavía están desaparecidos.
Un estudio de ADN realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos determinó en un 99.99996 que Alejandro es hijo de Fontana y Sandoval.
A ese resultado se llegó tras comparar rastros obtenidos en un cepillo de dientes secuestrado en un allanamiento en la casa del joven que se compararon con la información del Banco.
Sin embargo, Alejandro, de 30 años, dijo hoy que ese cepillo no era suyo sino de Rei, a quien se lo robó en una visita que le hizo cuando estaba detenido en la cárcel de Campo de Mayo.
El joven sostuvo que de su domicilio la Policía se llevó tres cepillos de dientes que pertenecían a Rei, a quien entonces era su pareja y al hijo de ésta.
El testigo explicó que se llevó el cepillo de Rei porque especuló con que se haría otro allanamiento en su casa ya que en el primero se secuestró una sábana, una toalla y una funda de almohada que estaban limpia y sin usar, por lo que de allí no se podrían tomar muestras.
Además, el joven denunció que la jueza federal María Servini de Cubría, quien tuvo a cargo la causa en primera instancia y ordenó los análisis de ADN, le dijo que "acepte a esta familia aunque sepamos que no es", en referencia a la pareja de desaparecidos.
El joven también denunció que un secretario del juzgado federal le dijo que "abonando un monto (de dinero) se puede perder el expediente".
"Es una utopía la expectativa que tengo: Hace 25 años atrás tenía una paz interior y hoy no la tengo. En los últimos años pase los peores momentos de mi vida", dijo Alejandro cuando el abogado de Rei, Alejandro Macedo, le preguntó qué esperaba del juicio.
Cuando finalizó su declaración, Alejandro se acercó a Rei y se abrazaron mientras ambos lloraban; la presidenta del tribunal, la jueza María del Carmen Roqueta, le pidió a los agentes de Policía y del Servicio Penitenciario Federal que los separaran, lo que el acusado impedía.
"Aplaudan ahora", le gritó Rei al público presente quien antes había aplaudido a la madre de Fontana.
"Sos un hijo de puta", "torturador", "lo tenés a Alejandro como rehén emocional", le gritaban desde el público.
"Es mi padre", contestó Alejandro en el inicio de su declaración cuando le preguntaron su relación con Rei y dijo que, junto a la esposa del ex gendarme, Alicia Beatriz Arteach, le dieron "educación, salud, alimento, amor, cariño y principios".
Antes había declarado Clelia Fontana, la madre de Liliana, quien relató como fue el procedimiento en el que el 1 de julio de 1997 secuestraron a su hija y a Sandoval de su casa de la localidad bonaerense de Caseros.
Liliana estaba embarazada cuando fue secuestrada y junto a su pareja fueron llevados al centro clandestino de detención "Club Atlético".
Sobrevivientes y compañeros de cautiverio de Liliana aseguraron que dio a luz entre diciembre de 1977 y enero de 1978.
"Ese señor -señalando a Rei- se apropió de mi nieto. Quiero preguntarle qué hizo de mi hija. Ella no era un palo o un ladrillo, era un ser humano", le dijo a Rei, quien quiso contestarle pero la jueza Roqueta no se lo permitió.
Los jueces Roqueta, José Martínez Sobrino y Julio Panelo, del Tribunal Oral Federal (TOF) 6, suspendieron la declaración de los testigos que faltaban hasta el próximo lunes a las 10 cuando reinicien el juicio.
