miércoles, enero 07, 2009

[Red de Catequistas] Los "Genpets" y la ingeniería biomédica



Los “Genpets” y la ingeniería biomédica
(Por: Effy De Lille, Colaboradora de Mujer Nueva, 2008-11-12)

Imagínese caminando en una tienda departamental o en cualquier tienda grande y, al tiempo que buscaba por un pasillo, encuentra un anaquel del que cuelgan paquetes que, a primera vista, parece que contienen grandes figuras de acción.

Una vez hecha una más estrecha inspección, usted se da cuenta de que son realmente mamíferos extraños, alterados y bípedos sellados en una burbuja de plástico donde difícilmente descasan en algún modo de hibernación inducido. Usted ha conocido los “Genpets”.

La noticia de la existencia de estos mamíferos (no hay otro modo de llamarles) fruto de la ingeniería genética que están viviendo y respirando ha sorprendido a todos, propios y extraños. En México, muchos se enteraron de los “Genpets” por medio de un noticiero matutino en cadena nacional. Otros nos enteramos por mensajes de correo electrónico invitándonos a visitar la página
www.genpets.comy cerciorarse uno mismo de lo que estaba viendo.

Cuando algunos todavía no terminaban de entender cómo era posible que existieran estas raras criaturas, una segunda noticia nos sorprendió más que la primera: “Genpets” es una galardonada obra de arte escultórica que desde 2005 ha sido expuesto en galerías de arte y museos en todo el mundo. En pocas palabras: los “Genpets” son un engaño, una broma artística (si se le quiere llamar así, pero al fin son una broma pesada).

Todo está hecho desde cero a mano. El plástico, circuitos, la robótica, las criaturas, todo. De la arcilla de moldear, a la fundición.
Muchas preguntas vienen inmediatamente a la mente. Primero, ¿por qué alguien querría hacer una broma de este tipo? Adam Brandejs (nacido en 1982 en Ottawa, Canadá), autor de los “Genpets”, solamente quería hacernos reflexionar. Lo explica en la misma página: “Piense acerca de por qué es que usted, probablemente, al igual que la mayoría de la gente al ver la obra, la encuentra altamente preocupante en un cierto nivel, y, sin embargo, todavía quiere comprar uno. ¿Por qué es que estamos tan inclinados a comprar las cosas, no importa qué? ¿Y qué es lo que hace que este concepto que sea o no preocupante e inquietante para usted?”.

Las razones de nuestra preocupación pueden ser varias. A algunos les inquieta la posibilidad de tratar a animales (como se supone que serían los “Genpets”) como objetos. Revisando varios foros en Internet en los que se discutía la licitud o ilicitud moral del comercio de los “Genpets” (de nuevo, si fueran reales), la mayoría de los detractores se inclinaban por denunciar el trato irrespetuoso y utilitarista hacia dichos seres vivos. A muchos también nos lleva a pensar en las posibilidades que la ingeniería biomédica tendrá en el futuro. La simple idea de querer modificar genéticamente animales para que tengan características de temperamento y vida determinadas, como un producto, parece un capricho egoísta escalofriante.

Y aquí es a donde quiero llegar: si a alguien parece alarmante la posibilidad de manipular animales genéticamente y conservarlos en hibernación hasta su venta, ¿qué tiene que decir respecto de la manipulación y congelamiento de embriones humanos? Los “Genpets” nos desconciertan porque es posible verles respirar y moverse ligeramente dentro de un empaque de plástico; los embriones congelados quizá no nos desconciertan porque son tan pequeños que no podemos verles a simple vista. Pero la situación hipotética de los “Genpets” tiene más en común con la situación real de los embriones congelados de lo que podría parecer en principio.

No se trata aquí de dar argumentos sentimentalistas en defensa de los embriones humanos manipulados y congelados. Más allá del impacto emocional de un primer momento, la recta razón es suficiente para darse cuenta de que, por ser personas humanas – es decir, seres con naturaleza espiritual – los embriones humanos tienen dignidad y son infinitamente más valiosos que los animales. Si nos causa escándalo el trato de animales disconforme con su naturaleza de seres sensitivos, cuánto más debe causarnos indignación el trato de las personas como objetos.

Descartar a los “Genpets” como una simple broma sería un error y sería pasar por alto el objetivo mismo de la obra, que es llevar a la reflexión sobre la tecnología. Visite primero la página de los “Genpets” e invite a sus amistades a hacer lo mismo. Una vez superado el impacto inicial, comparta con ellos las reflexiones anteriores que le he propuesto y las que les vayan surgiendo. Si podemos reconocer con los animales que no todo lo técnicamente posible es éticamente aceptable, ¡cuánto más resulta necesario recordar esta verdad respecto de los seres humanos!