jueves, julio 03, 2008

Exceso de oratoria - Ambitoweb.com



Asistió a acto por víctimas de Montoneros


Exceso de oratoria

Anteayer, dos veces habló Cristina de Kirchner. A su vez, el esposo, Néstor, lo hizo una vez. Ayer, la Presidente volvió a hablar dos veces y su marido, una. Hoy habrá que esperar novedades de él mientras ella persistirá en dos ocasiones. Si el primer gobierno Kirchner no se caracterizó por el exceso de discursos -en verdad, fue más bien mudo-, este segundo abunda en disertaciones de los protagonistas del matrimonio. Aun, claro, con riesgo de repetirse y como si las cadenas televisivas no los transmitieran. Tanta insistencia oral provoca errores, confusiones o interpretaciones inconvenientes, inclusive sorpresas. Por ejemplo, en materia de lagunas de entendimiento, el ex presidente sostuvo: "Que nuestra clase media entienda definitivamente que no debe estar al lado de los sectores de la oligarquía. La clase media tiene que estar junto a los empresarios nacionales, a los trabajadores". ¿Se refiere a los sectores urbanos que salieron a apoyar la protesta del campo con cacerolazos? Si es así, ¿se puede considerar como empresarios extranjeros a los ruralistas que protestan? O, acaso, en mensaje más críptico, ¿se refirió a la clase media del campo para que no se vincule a otros productores y se integre a la CGT? En ese sentido, fue más clara Cristina: asistió al acto por los caídos de la Policía Federal, habló y homenajeó a la fuerza, hecho inédito en la historia familiar: como mandatario, Néstor sólo concurrió a un acto de estas características. ¿Síntoma de un cambio? Tal vez: la fecha recuerda el sangriento atentado de Montoneros del 76 en el que mataron a 22 personas.

Cristina de Kirchner dejó abierto otro frente de problemas con su propios seguidores al asistir ayer el acto por los caídos de la Policía Federal. La fecha del 2 de julio es una de las más dolorosas para esa fuerza, ya que en ese día de 1976 se produjo el atentado más violento que hasta aquel momento había sufrido la Argentina (lo superó años más tarde el de la Embajada de Israel, otro crimen no resuelto). Fue en el comedor de la Superintendencia de Coordinación Federal, unidad de la Policía dedicada a la represión del terrorismo y señalada por los insurgentes como un enemigo calificado. También por mantener en ese lugar a detenidos desaparecidos. El atentado se cobró entre 15 y 21 víctimas -nunca se aclaró, aunque el primer número es el que consigna la página Web de la fuerza- y fue cometido, según el relato oficial de la banda Montoneros, que se atribuyó el atentado, por un activista infiltrado como oficial. Se llamaba José María Salgado y estaba destinado en la División Comunicaciones.


Se caracterizaron los últimos días por la abundancia de discursos por parte del matriomonio Kirchner. Tanta insistencia oral provoca errores, confusiones e inclusive sorpresas.