miércoles, enero 31, 2018

Europa y América confían su gobierno a la derecha política



http://www.abc.es/internacional/abci-europa-y-america-confian-gobierno-derecha-politica-201801191849_noticia.html


Conservadores y liberales dirigen cada vez más países ante la debacle socialista y el retroceso de la izquierda populista



Europa y América están confiando su gobierno a la derecha política. En la Unión Europea de los 28 solo siete países están dirigidos por partidos de izquierda, con la socialdemocracia hundida. Y al otro lado del Atlántico se desvanece la izquierda populista que ha controlado el sur del continente durante este siglo.
El año pasado, Francia, Austria y República Checa se unieron a la lista de países gobernados por las diferentes familias de la derecha y el centro-derecha, desde liberales a conservadores; y en Alemania, Países Bajos y Bulgaria reeditaron su victoria. En América, Chile ha sido el último en sumarse a un cambio de signo que en los dos últimos años ha recorrido Estados Unidos, Argentina, Brasil, Perú y Guatemala.
Los analistas coinciden en la combinación de tres factores como explicación de la sucesión de victorias electorales de los partidos del arco de la derecha. Primero, la confianza en la respuesta para superar la crisis económica; segundo, la posición en el debate sobre la identidad nacional; y tercero, la hundimiento del adversario político: la debacle socialdemocracia en el caso de Europa, y el agotamiento de la izquierda populista en América.
«El socialismo ha fracasado en su respuesta a la crisis. La gente quiere resultados, sin reparar en los mecanismos económicos empleados; y ahora hay una mejora aparente de las cifras. En Francia, por ejemplo, existe un rechazo general al liberalismo, a quien se culpa de la crisis, pero ahora la mayoría aprueba sus recetas porque notan la necesidad de dinamismo», explica Benoît Pellistrandi, profesor de Historia Contemporánea del Instituto Católico de París.
Las promesas de reformulación del capitalismo no cuajaron, sino la consolidación del sistema económico
No cuajaron las promesas de reformulación del capitalismo y la creación de un orden económico mundial, lanzadas al calor de la crisis económica. «El cambio no está bien visto en momentos de inseguridad. No es tiempo para visiones en la política, sino para consolidar el sistema. Y los votantes ven a conservadores y liberales mejor capacitados para hacerlo», explica Paul Schmidt, secretario general de la Asociación Austriaca para la Política Europea.
«La derecha ha salido ganadora de la crisis porque sus recetas han convencido más, mientras que el socialismo no ha sabido renovarse ni implementar sus propias medidas económicas», según Schmidt. Así, explica, la defensa del estado del bienestar se mantiene, pero ajustado a términos nacionales, limitado y protegido. «La gente está convencida de que el estado del bienestar es un avance, pero también hay menos consentimiento a pagar tanta solidaridad», sostiene Pellisandri.
La debacle de la socialdemocracia en Europa ha allanado el camino a la derecha. Rumanía es el único país de la UE donde el poder ha pasado a manos de la izquierda en los últimos tres años.
«La derecha en parte vence por la incomparecencia del rival. No hay nadie enfrente», apunta Jean Baptiste Harguindéguy, profesor de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide. «La socialdemocracia ha asumido planteamientos económicos del liberalismo, y el debate se ha trasladado a temas más ideológicos que técnicos. Por ejemplo, el debate de la identidad nacional, que beneficia a la derecha porque tiene un discurso sobre ello; y no a la izquierda, que suele rehuir de ese tema».

Identidad nacional

El historiador Pellistrandi coincide en que el debate de la identidad nacional beneficia a la derecha. «La izquierda ha rechazado y despreciado lo nacional porque el izquierdismo lo ha confundido con el nacionalismo. Sin embargo, hoy existe una reivindicación de lo nacional. La derecha está saliendo del complejo de inferioridad donde la instaló el marxismo después de la Segunda Guerra Mundial».
El auge del debate sobre la identidad nacional ha beneficiado a la derecha, con una posición más clara
Pero no hay una única derecha. A los tradicionales partidos conservadores y liberales hay que sumar el empuje de los populismos, en algunos países teñidos de conceptos tomados del radicalismo. «Existen diferencias entre la derecha de Europa Occidental, más sobria, y la de la Europa Oriental, que sufrió regímenes socialistas. En Polonia y Hungría, por ejemplo, son legítimas ideas nacionalistas que considerábamos desaparecidas», explica Pellistrandi. El historiador francés considera que en el este del continente los partidos tradicionales de derecha ya se han reinventado, mientras que en el oeste están por redefinirse para adaptarse a la masa de votantes que ya se ha movido a nuevos partidos de derecha.
Schmidt incluye a más países en la lista de guiños extremistas: «En Reino Unido, Alemania, Austria, Países Bajos o Escandinavia se han normalizado conceptos de la ultraderecha como el discurso cultural o relacionar la inmigración con la seguridad». «Esa derecha que se mezcla con la ultraderecha en principio era solo electoral, pero cada vez se confunde más», destaca Harguindéguy. «Aunque el discurso entre ganadores y perdedores de la globalización cala. A Donald Trump le ha funcionado para ser presidente de EstadosUnidos».

Cambio en América

«En Europa y Estados Unidos, el debate gira más en torno a los defensores de las esencias locales y los favorables a la globalización. Esa dicotomía está ganando peso en América Latina, pero todavía es más determinante el debate entre izquierda y derecha», percibe Carlos Malamud, investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano.