El Papa critica la eutanasia durante un encuentro con médicos de España e Iberoamérica

En un fuerte discurso que contenía su sello más personal, el Papa les ha dicho que «la identidad y el compromiso del médico no se apoya sólo en su ciencia y competencia técnica, sino principalmente en su actitud compasiva y misericordiosa hacia los que sufren en el cuerpo y en el espíritu». Por eso, ha presentado la compasión como «el alma misma de la medicina». «Pero, ojo, compasión no es lástima, sino padecer-con», ha precisado.
Para el Papa, ese modo de vivir la compasión «es la respuesta adecuada al valor inmenso de la persona enferma, una respuesta hecha de respeto, comprensión y ternura, porque el valor sagrado de la vida del enfermo no desaparece ni se oscurece nunca, sino que brilla con más resplandor precisamente en su sufrimiento y en su desvalimiento».
Francisco les ha alertado de la cultura del descarte que «rechaza y desprecia a las personas que no cumplen con determinados cánones de salud, de belleza o de utilidad», y les ha pedido que no cedan a «la tentación funcionalista de aplicar soluciones rápidas y drásticas, movidos por una falsa compasión o por meros criterios de eficiencia y ahorro económico».
«Está en juego la dignidad de la vida humana; está en juego la dignidad de la vocación médica», ha añadido. Para ponerlo en práctica, les ha invitado a «pensar y sentir que la persona enferma es nuestro prójimo, que es de nuestra carne y sangre».
Entre los participantes había 140 representantes de colegios de médicos de España, integrados en la Organización Médica Colegial (OMC). También, representantes de la Confederación Médica Latino Iberoamericana.