viernes, abril 19, 2013

Cómo operaba "La Rosadita", la financiera de Puerto Madero mencionada por Leonardo Fariña

La oficina situada en el edificio Madero Center estaría involucrada en la trama del dinero del empresario kirchnerista Lázaro Báez; clientes y seguridad VIP
Operaciones con montos de más de US$ 100.000, cambios de cheques al día con una comisión del 2,5 por ciento, descuentos de cheques, triangulaciones con paraísos fiscales, políticos y empresarios de clientes, máxima reserva de las operaciones. Sobre estas actividades funcionaba "La Rosadita", según publica hoy el diario El Cronista.
La exclusiva financiera, situada en Puerto Madero, ganó fama por atender a funcionarios del Gobierno y está en el ojo de la tormenta desde que el domingo pasado se destapó el caso de Lázaro Báez, empresario cercano al kirchnerismo sospechado por estas horas de lavado de dinero.
En el 7° "C" del Madero Center, en Juana Manso 555 -el mismo edificio donde vive el vicepresidente Amado Boudou-, habrían realizado operaciones distintos funcionarios públicos, y hasta el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, lo tendría como lugar para acordar licitaciones de obras públicas, según denunciaron los asesores financieros Leonardo Fariña y Federico Elaskar al programa "Periodismo Para Todos".
Elaskar, ex dueño de la financiera SGI -que habría triangulado hacia paraísos fiscales el dinero que disponía Lázaro Báez-, relató en su entrevista con Jorge Lanata que en "La Rosadita" se hacía una escala técnica de la plata que provenía de la Patagonia y de allí era despachada a Suiza, vía Montevideo, dividida en cuentas de US$ 1,5 millón para evitar sospechas. Todo se hacía con la pantalla de empresas fantasmas.
"La Rosadita" daba seguridad a sus clientes. "Era una cueva como cualquiera de la City porteña, pero con la ventaja de que era en Puerto Madero", aseguró un cliente de la financiera al diario El Cronista. Los asiduos visitantes podían acceder al edificio directamente ingresando con su auto al estacionamiento privado, lo que les permitía mover los bolsos con billetes sin temor a una eventual salidera.
Nadie sin recomendación previa podía ser atendido. Es más, debía llamar por teléfono de un cliente para que desde la financiera lo identifiquen y confíen en él para hacer la operación.
En "La Rosadita" se cambiaban cheques al día, con una comisión del 2,5 por ciento, un costo similar a otras cuevas financieras. A su vez, el descuento de cheques tenía un coste de 52 por ciento anual.
Según El Cronista, la especialización de la financiera era el "dólar cable", como se conoce en la jerga a la transferencia de dólares al exterior de manera ilegal, por la que cobraban una comisión del 4 por ciento. Por el contrario, si alguien necesitaba traer divisas desde el extranjero, pagaba 1 por ciento del monto total de la operación..