martes, abril 19, 2011

Nuevo documento sobre la liturgia: triunfo tradicional

Nuevo documento sobre la liturgia: triunfo tradicional


El Papa restringirá el poder de los obispos de limitar la aplicación del Motu Proprio
Recordarán los lectores nuestra adhesión a la campaña de ruego al Santo Padre para que no permitiese la restricción del uso de la misa tradicional por medio de un documento aclaratorio del motu proprio Summorum Pontificum. Gracias a Dios y a Santo Padre, se sabe en grado de certeza razonable que el próximo documento, a conocerse a principios de mayo, no solo evita restringir sino que amplía la libertad de los fieles que solicitan la misa tradicional, llamada ahora “Forma Extraordinaria†. Confirmando lo por nosotros muchas veces afirmado, en el sentido de que los obispos son mayoritariamente reacios y aún enemigos declarados de conceder el ejercicio de este derecho a los sacerdotes y a los fieles, como ocurre en la Arquidiócesis de Buenos Aires, el artículo de Golias reconoce, además la derrota progresista en materia litúrgica, aunque reclama, veremos con qué veracidad, haber torcido la voluntad del Santo Padre en otras materias de sustancial importancia para la Fe.
Así confiesan la derrota los progresistas de Golias:
“Mientras que algunos cardenales como William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Antonio María Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, trataron de limitar la generosidad de la aplicación del motu proprio, el punto de vista de Ratzinger a una concesión muy amplia habría ganado.El Papa quiere así facilitar la celebración según los libros litúrgicos antiguos y no respalda el punto de vista restrictivo (o minimalista) que sigue siendo el de una gran mayoría de los obispos de todo el mundo.
“El Papa estría másy más convencido del éxito real de esta medida "liberal".Sin duda, aquí y allá, siguen existiendo algunas reservas, por ejemplo, en la misa de ordenación de sacerdotes diocesanos que no podrá ser celebrado según el rito antiguo.Sin embargo, la intención de esta puesta a punto romana es negar la lectura minimalista del motu proprio, en el sentido de que la decisión de celebrar una misa pública con el rito antiguo (o "forma extraordinaria", como él dice hoy ) requeriría el consentimiento del obispo, mientras que cada sacerdote es libre de organizar una celebración en su parroquia, siempre y cuando exista una demanda.Claramente, Benedicto XVI es muy consciente de la muy fuerte resistencia de los obispos, que a veces prohíben a los sacerdotes dispuestos dar cabida a grupos unidos a la liturgia antigua y públicamente celebrar la misa para ellos. Por lo tanto este nuevo llamado al orden se dirige no a los tradicionalistas sino a los obispos que no cooperan con ellos.
“Sabemos de fuentes romanas directas que este decreto ha sufrido de hecho una doble corrección.Originalmente había sido preparado por monseñor Guido Pozzo, secretario de la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei" asignado al manejo del caso. Posteriormente, el cardenal Levada y su fiel asesor,Mons. Charles J. Scicluna, un maltés, han modificado significativamente el texto en el sentido restrictivo, con el acuerdo del Cardenal Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación de Culto Divino! Nuestros informes recientes eran bien precisos.
“Una vez modificado por la Levada, el documento llegó a la oficina del Papa quien no quedó satisfecho con los cambios realizados. Por tanto, la versión final sería más o menos como el documento que Guido Pozzo había inicialmente redactado. Es decir,en un sentido más favorable a los tradicionalistas.
“A pesar de su posición moderada en algunos aspectos, Benedicto XVI está muy unido a la sacralidad de la liturgia bajo una forma tradicional, como para retacear en este aspecto. Acepta el espíritu de Asís. Dio un paso hacia los judíos al eximirlos de toda culpabilidad en el juicio de condena. Pero en la liturgia, no ha cambiado†.
¡Demos gracias a Dios!
Nota: la referencia a los judíos es a su responsabilidad en el juicio que condenó a Nuestro Señor Jesucristo a la pasión y muerte.