lunes, abril 11, 2011

ENSAÑAMIENTO ANTI-TERAPÉUTICO

   ENSAÑAMIENTO  ANTI-TERAPÉUTICO

                                                                                              Hugo Esteva


            La bioética llama “ensañamiento terapéutico” al incorrecto y excesivo tratamiento que, generalmente en la Unidades de Terapia Intensiva, se realiza a veces a enfermos terminales que ya no tiene sentido tratar. Sucede con menos frecuencia de la que se menciona porque, en realidad, el médico está para apostar por la vida aún con pocas posibilidades; pero alguna vez sucede.
            Lo que no es concebible es que los médicos se ensañen en no tratar. No, por lo menos, sin dejar de inmediato de ser médicos; aunque más no fuera por grosera violación del juramento hipocrático (o su superfluo sucesor de la Organización Mundial de la Salud) que prestaron el día en que recibieron su diploma. Por él quedan obligados a brindar atención a todo enfermo que la solicite, cualquiera fuese su condición.
            Sin embargo, la negativa de ser tratados es lo que sucede con buena parte de los presos políticos alojados en el penal de Marcos Paz. A demoras inconcebibles que han costado, se nos asegura, la vida de muchos de los ciento veinte muertos en cautiverio; al daño psicológico de hacer sentir desprotegidos a muchos mayores de sesenta y setenta años, se suma ahora el retaceo de instituciones públicas y privadas de internarlos cuando lo solicitan. Cabe recordar que a ellas deben recurrir los que no son militares y, por ende, no cuentan con instituciones sanitarias dependientes de las Fuerzas Armadas.
            Los presos de Marcos Paz relatan que en los hospitales públicos Argerich y Municipal de San Isidro, y en las instituciones privadas Instituto Médico Platense y Fundación Favaloro se les ha recortado la atención. En algún caso hasta se ha negado la cirugía a quien tenía indicación quirúrgica precisa hecha en el mismo hospital, como sucedió en San Isidro debido –dicen- a una orden del intendente local.
            Por lo demás, declaran malos tratos por parte de profesionales, “médicos de buena memoria”, como se certifica con malsana sorna respecto del padre von Wernich en el periódico Sur (5/XII/2010, pág 27). Si a eso se suma que, según testimonio de  los presos, se han evacuado muertos no tratados en el penal hacia el hospital de Marcos Paz en lo que entienden como una maniobra de ocultamiento de la desidia de la sanidad carcelaria, podrá tenerse una idea de la tortura adicional que se hace pesar sobre este grupo de detenidos que promedia más de sesenta años.
            Ensañamiento, no hay duda.