lunes, diciembre 27, 2010

EL LOPEZ REGA

En los viejos archivos de Seprin, pudimos saber como Horacio Verbitsky veia en forma personal los legajos de los policias para su ascenso  y no sólo de la PFA sino de la Provincia de Buenos Aires.

El saber lo que les espera a los policías apartados es parte tambien que ahora son vinctimas.

Como es que decia la frase :

“Primero se llevaron a los judíos…

pero como yo no era judío, no me importó.

Después se llevaron a las comunistas,

pero como yo no era comunista, tampoco me importó.

Luego se llevaron a los obreros,

pero como yo no era obrero tampoco me importó.

Mas tarde se llevaron a los intelectuales,

pero como yo no era intelectual tampoco me importó.

Después siguieron con los curas,

pero como yo no era cura, tampoco me importó.

Ahora vienen por mí, pero ya es demasiado tarde”.

(Bertolt Brecht).

Verbitsky, el nuevo hombre fuerte del gobierno

Por Guillermo Cherashny

 Desde que se creó el Ministerio de Seguridad está cada vez más claro el papel de Horacio Verbitsky como el “López Rega” de este gobierno. La presidente se muestra ausente de la realidad y por momentos se asemeja a Isabel Perón. Para empezar, aceptó in totum la teoría del periodista, primero para desmantelar a las fuerzas armadas y ahora también a las fuerzas de seguridad. La primera medida fue desarmarlas y prohibirles el uso de gases lacrimógenos y balas de goma, así que tendrán que enfrentarse con manifestantes y okupas prácticamente cuerpo a cuerpo. Por omisión, el Estado protegerá así a los delincuentes. Hoy hubo novedades sobre la aplicación de la doctrina Verbitsky-Garré para desalojar el Club Albariños con la idea oficial de premiar con subsidios a los usurpadores. Así fue que le pidieron a Mauricio Macri que compartiera el pago de la factura, a lo que se éste se opuso con sentido común. Si a cada okupa nuevo se lo desaloja con un subsidio, además de ser una inmoralidad, no hay presupuesto nacional o provincial que aguante. Éste es el método para el desalojo pacífico para el cual Garré pidió tiempo.

La guillotina K

 Otra víctima del periodista-militante es el saliente Procurador General del Tesoro, Joaquín da Rocha. Éste fue acusado por Verbitsky de trabajar para la candidatura presidencial de Daniel Scioli y de ser el jefe de su Ministro de Seguridad, Ricardo Casal, posiblemente el próximo guillotinado por la ofensiva jacobina. El influyente columnista de Página 12 se enorgulleció de que el general Jorge Rafael Videla lo mencionara como jefe de un atentado fallido contra su vida en el que aquél habría huido antes de tiempo sin ver el resultado de su acción. Este abandono de sus compañeros le valió que la conducción de Montoneros ordenara su ejecución. Para sobrevivir, se exilió en Perú con la excusa del advenimiento de la dictadura militar. Hacia Lima partió también el “gatillo” Martín Gras, con la orden de ejecutar al desertor, pero finalmente él tampoco cumplió las directivas recibidas. Actualmente Gras es secretario ejecutivo del Plan Nacional de Derechos. En la etapa más dura de la represión militar, en marzo del 77, Verbistky volvió al país para revistar como delator de la Fuerza Aérea. Este punto es fundamental para entender lo ocurrido anteriormente: el atentado a Videla falló porque el doble agente quería que fracasara, ya que su verdadero mandante no era Rodolfo Walsh sino el jefe de inteligencia del edificio Cóndor, su verdadero empleador durante mucho tiempo.

 Con sus columnas dominicales en Página 12 y su habilidad para inventar complots de derecha, Verbitsky conquistó el cerebro de CFK, su mejor alumna, a la cual la taladra permanentemente con sus teorías garantistas a las cuales la presidente es afecta. Es cierto, como señala el escritor Ceferino Reato, que Verbitsky le dio contenido político al gobierno nacional. La novedad es que ahora está tomando responsabilidades políticas, aunque escondido detrás de las cortinas de la Rosada.

 El crecimiento de este personaje preocupa hasta a la misma dirigencia del kirchnerismo, que en su mayor parte no está de acuerdo con sus teorías extremistas.