domingo, febrero 21, 2010

Quieren derribar un Monumento ....

Otro hecho que podría avergonzar al Ejército Argentino
Tal como sucediera en el 28 aniversario del inicio del último gobierno militar, cuando el entonces presidente de la Nación Néstor Kirchner hiciera retirar los retratos de dos ex directores del Colegio Militar de la Nación, hay una propuesta para quitar un monumento histórico ubicado en los cuarteles en Salta. De concretarse, sería una muestra más de revanchismo sin sentido.

En el 2004, el entonces presidente Néstor Kirchner encabezó un acto en el que se descolgaron las fotos enmarcadas de los ex presidentes de facto Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, quienes a su vez habían sido directores del Colegio Militar de la Nación. Este hecho no cayó bien en las filas, sobre todo porque fue el propio jefe del Ejército quien retiró esos cuadros.

Por otra parte, se conoció por estos días una propuesta por la cual se impulsa retirar el monumento al Combate de Manchalá, que está frente a la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 de nuestra provincia.

Esta obra rememora el combate ocurrido en mayo de 1975, donde efectivos de esa unidad que por entonces tenía asiento en Tucumán, reparaban una escuela pública y repelieron el ataque de una columna del Ejército Revolucionario del Pueblo. Esa victoria de las Fuerzas Armadas fue uno de los hechos bélicos de mayor trascendencia para el Ejército contra las fuerzas subversivas.

Consultado por FM Profesional, el comandante del IIIer Cuerpo de Ejército, General Carlos Artuzo, confirmó el pedido de dos particulares solicitando que se quite el monumento del Combate de Manchalá pero aseguró que desconoce los motivos y los nombres de los solicitantes.

Desde un sitio de Internet se pretende buscar adhesiones a esta propuesta, donde se explica “que hay muchas interpretaciones sobre el Combate de Manchalá, pero ninguna de ellas justifica que exista un monumento en el que se reinvindique el accionar de las FFAA dentro del llamado "Operativo Independencia".

Lo cierto es que de concretarse esta desafortunada propuesta provocaría una enorme herida a quienes forman o formaron parte de la Compañía de Ingenieros que lleva ese nombre, como así también en el resto de las Fuerzas. Ese montón de piedras es mucho más que un monumento, es un símbolo del coraje de unos pocos soldados argentinos que cumplieron su deber y repelieron el ataque de una enorme cantidad de rebeldes del ERP.

Sobre el combate de Manchalá
Fuente: http://www.nuncamas.org

La subversión había planeado para el 29 de mayo de 1975 un ataque al Puesto de Comando Táctico de Famaillá, que era el comando de las operaciones contra la subversión en el frente rural. Se había hecho una maqueta exacta, donde figuraba el Puesto de Comunicaciones, las habitaciones y baños de los jefes, el Lugar de Reunión Detenidos, es decir todo lo importante. Los subversivos contaban, según declaraciones posteriores del Capitán Armando, 117 hombres uniformados y 50 hombres de civil para las operaciones de apoyo. Estos habrían de encontrar a unos 30 o 35 hombres para la defensa del Comando, puesto que las 2 secciones de comunicaciones estaban a lo largo de la ruta 301 y la Sección de Ingenieros 5 en tareas de acción cívica. Se había fijado el ataque para el día 28 de mayo casi al obscurecer, de manera tal que coincidiese con la fecha en que se celebra el día del Ejército. Sin embargo, ese día, dos grupos de la Sección Ingenieros 5 habían aparcado material en la Escuela de Manchalá para completar el plan de acción cívica. Esta casualidad y el coraje individual de todos obraron una victoria increíble sobre la Compañía Ramón Rosa Gimenez que estaba apoyada por contingentes del ERP que concurrían desde Córdoba. Los 117 subversivos se habían atrincherado en Finca Sorteis, a 18 Kms. de Famaillá, apresando a los dueños y a los peones. Comieron, descansaron y hasta filmaron una película que luego de su triunfo distribuirían por el mundo.

De todos modos, las fuerzas legales contaban con información secreta sobre un plan del ERP, aunque no sabíamos dónde ni cómo se desarrollaría. Por eso, el Escuadrón de Gendarmería "Jesús María" llegó a la zona del Río Colorado y Santa Rosa de Leales donde esperábamos el ataque. El Escuadrón cumplió su labor y llegó a Río Colorado, donde un jefe del Ejército, mayor él, asumió el mando y tuvo como tarea rastrear la zona en vista de que algunos pobladores habían visto movimientos sospechosos. La información dada por un policía de la provincia el día 27, coincidió con el hecho de que en la plaza de Famaillá fueron apresados varios jóvenes con cuadernos donde tenían dibujos de Famaillá. Ante tamañas "casualidades" ordené que el Escuadrón de Gendarmería batiera la zona de Río Colorado, Simoca, Santa Rosa de Leales y todavía más al norte, si bien el 28 a la mañana una de las patrullas de ese Escuadrón pasó cerca de Finca Sorteis, no advirtió que la finca estaba ocupada. Eso dió pie a que el ERP levantara campamento y se pusiera en marcha para evitar un enfrentamiento prematuro que podría hacerle fracasar todo el plan.

La toma de Famaillá tenía varias fases: se fusilaría a todos los oficiales; se tomaría al comandante de la brigada para canjearlo; se licenciaría a los soldados previa toma del armamento; se liberaría a los detenidos, y se anunciaría al mundo la victoria.

Los subversivos avanzaron por la ruta de tierra 99, una ruta aledaña y casi abandonada. Allí hubo de toparse con 12 soldados y dos suboficiales que pintaban la Escuela de Manchalá.

La columna de transporte y logística del oponente estaba compuesta por un vehículo Ford F-100 que iba como vehículo punta y distanciado del mismo marchaban tres vehículos con las siguientes características: Camión Mercedes Benz 608, color verde claro de 4 toneladas, chapa B 487697, Camioneta Rastrojero Diésel, color verde claro con chapa T 023450; Camión Mercedes Benz 1114, color bordó de 4 toneladas, chapa B 1120144.

En los vehículos había distribuido aproximadamente 117 delincuentes subversivos.

Cuando el vehículo punta pasa frente a la Escuela de MANCHALA y ve al personal militar armado, y, creyendo que eran sorprendidos por un control militar, abren el fuego sobre los mismos, reaccionando inmediatamente la propia tropa con fuego de FAL que llena de impactos a la camioneta punta.

Dicho tiroteo hace que se detenga la columna que marchaba detrás, procediendo una parte de los delincuentes subversivos a rodear la Escuela. Al mismo tiempo, un camión de la brigada que de la Ruta nacional 38 se dirigía a la Escuela, transportando elementos logísticos, es atacado por el ERP desde el costado del camino. Ante esta aparición, el oponente que viajaba en los vehículos de transporte de la columna, abanadona los mismos introduciéndose en los cañaverales, dejando variado material compuesto por armamentos, munición, equipos varios, documentación conteniendo un plan de ataque al Puesto de Comando Táctico y una maqueta del referido PCT.

La sorpresa fue grande, y el grupo guía, creyendo que el Ejército los había descubierto, contestó el fuego hiriendo a un soldado. Como la munición se consumía y los 14 hombres estaban cercados en la Escuela; un suboficial rompió el cerco y corrió 17 kms. hasta Famaillá donde encontró al oficial Jefe de la Sección de Ingenieros. Inmediatamente me relató a mí lo sucedido con una pequeña dotación de tres camionetas de mi custodia y tres jefes del comando nos lancemos hacia la Escuela cuando empezaba a caer la noche. Las luces de estos vehículos provocaron el desbande de los que cercaban a la Escuela.

Media hora más tarde, un contingente de la Fuerza de Tarea Fronterita llegaba a Manchalá donde se le dió la orden de perseguir junto al Escuadrón de Gendarmería, a los guerrilleros. Debido a la oscuridad de la noche no se pudo atrapar a nadie, pero el mito de la guerrilla se había desvanecido. Abandonaron los camiones con todo el material disponible fugándose de la manera más vergonzosa (1). De la documentación secuestrada que nos permitió conocer toda la estructura de la organización; de la Compañía de Monte, obtuvimos los nombres de 400 personas y direcciones que eran cobatientes que figuraban en la estructura celular de apoyo y que no habían sido tocadas.

Implicancias

El costo en hombres y equipos que sufrió el ERP en el combate de Manchalá fue de tal dimensión que toda su capacidad quedó minada. Pero sobre todo fue el revés psicológico sufrido por los marxistas el que puede considerarse, dentro del hecho mismo, el de mayor trascendencia para el Ejército.
Fuente: www.informatesalta.com.ar