lunes, diciembre 07, 2015

La conexión de Meiszner con Aníbal Fernández, con FPT de por medio

El escándalo de la FIFA
El exsecretario de la Conmebol fue el hombre clave en la negociación del contrato del fútbol, ya que ofició de nexo entre sus benefactores, el Gobierno nacional y la AFA, presidida entonces por Julio Humberto Grondona.


El nuevo presidente de Quilmes Jose Meissner y Anibal Fernández, su vicepresidente cuando ganaron en 2010. (Mario Quinteros)
El nuevo presidente de Quilmes Jose Meissner y Anibal Fernández, su vicepresidente cuando ganaron en 2010. (Mario Quinteros)
José Luis Meiszner y Aníbal Fernández se conocen mucho. A ambos los une el amor por Quilmes, club en el que ambos fueron presidentes. Pero su conexión va más allá: el exsecretario de la Conmebol fue clave en el acuerdo del Fútbol Para Todos, ya que ofició de nexo entre sus benefactores, el Gobierno nacional y la AFA, presidida entonces por Julio Humberto Grondona, de quien también era su mano derecha.
Durante su prolongada presidencia en el Cervecero, Meiszner se relacionó con Aníbal Fernández (intendente de Quilmes entre 1991 y 1995). En 1988, el club del Sur empezó a construir un nuevo estadio. Las obras avanzaban lentamente. La institución comandada por Meiszner había obtenido el predio en Vicente López y Esquiú, pero no se contaba con el dinero suficiente como para concluir la nueva cancha. En el club habían creado una Comisión del Nuevo Estadio, integrada por varios vecinos ilustres, entre los que se encontraba el entonces intendente, Aníbal Fernández, fana del club. Así Meiszner recurrió a Fernández para que colabore con la causa. ¿Cómo lo hizo? Varias fuentes -e investigaciones periodísticas- señalan que con los Aportes del Tesoro de la Nación (ATN) que llegaban al Distrito.
La cancha del QAC se inauguró el 25 de abril de 1995. Así como la de Arsenal homenajea a Grondona, la de Quilmes se llama "Estadio Centenario José Luis Meiszner". La cuestión es que el predio de la antigua cancha, ubicada en Guido y Sarmiento, quedó sin uso. Así, surgió un emprendimiento millonario, aprobado por primera vez en el distrito por el Concejo del entonces intendente Fernández. El proyecto lo efectivizó Conenar, otra empresa vinculada con el ferretero de Sarandí. Así se construyó el complejo habitacional "Terrazas de Quilmes", donde se levantaron las primeras torres en la historia de Quilmes. Por los 11.000 metros cuadrados del viejo estadio, sólo se pagaron US$ 2.065.000. Hoy el complejo llega a los 32.500 metros cuadrados, con cuatro torres de lujo de 15 pisos, a razón de cuatro departamentos por piso con vista al río. En el frente del lugar un cartel indicaba que la empresa a cargo era Fernández Prieto y Asociados S.A. y que la promoción corría por cuenta de Baprisud S.A, propiedad de las familias Grondona y Fernández Prieto (que parece ser a "Don Julio" lo que Cristóbal López es a Néstor Kirchner).
El éxito de Terrazas de Quilmes fue un antecedente del triángulo afectivo (y efectivo) Meiszner-Aníbal Fernández-Grondona. Los vecinos despotrican contra ese complejo porque una parte de la calle Paz quedó dentro del predio y aunque la ordenanza que posibilitó la construcción indicaba que debía ser abierta al paso, eso jamás sucedió. "No sólo debieron abrir la calle Paz, sino que además ahora quieren levantar una quinta torre y la actual ordenanza municipal lo prohíbe. Por eso queremos que la Comuna nos informe de esa situación", reconocieron desde una asamblea vecinal quilmeña.
Aníbal Fernández y José Luis Meiszner tienen una excelente relación, al punto de que comparten un estudio jurídico en la esquina de Matienzo y Pringles en Quilmes. Allí trabaja Nicolás Meiszner, uno de los hijos. El mayor, Germán, es Juez de Familia. Apegado a la ley, Meiszner se preocupa por el futuro de sus hijos. Y Aníbal Fernández parece dispuesto a ayudarlo. Andrés, el otro hijo de José Luis, llegó a dirigir el Registro Nacional de Armas (RENAR), cargo al que llegó gracias a Fernández, cuando éste era Ministro del Interior. El Jefe de Gabinete, cuyo paso por la Comuna fue cuestionado tras varias irregularidades, lo apuntala como candidato a intendente de Quilmes en 2011. Nicolás asiste a cuanto acto partidario encabeza Aníbal en Quilmes y es uno de los referentes del sector.
El dato sobre quién se encarga de pintar el nombre de Meiszner pone en relieve los vínculos entre la política y las barras bravas del fútbol. Porque es Osvaldo "Dedo" Becerra, histórico barra de Quilmes, el que coordina la publicidad callejera del candidato. Becerra es un hombre de experiencia en estas cuestiones: es el histórico encargado de las pintadas y pegatinas de afiches de Aníbal. Lo hizo durante su intendencia y cuando su ahijado político, Sergio Villordo, estuvo a cargo de la Comuna (entre 2003 y 2007).
En Quilmes, Becerra es recordado por varios hechos violentos. En octubre de 2005, durante la campaña electoral quilmeña se enfrentaron militantes del PJ (ligados al duhaldismo, representados en Quilmes por Eduardo Camaño) y del FPV (kirchneristas, encabezados por Aníbal Fernández). Varios confirman que uno de los pugilistas estrellas del Frente para la Victoria era el "Dedo". Un mes después, fue detenido por "robo agravado en grado de tentativa en concurso real con tenencia de arma de guerra". La orden de detención estuvo a cargo del juez de Transición N °2 de Quilmes, José Carlos Nerguizian. Así lo recordó Nerguizian, quien ya no está más en ese juzgado: "Había pedido su detención hacía más o menos un mes, previo a la pelea entre las fracciones peronistas. Cuando me enteré que se estaba peleando en plena calle por temas políticos dije ´¿cómo puede ser que no lo encuentren para detenerlo si anda en la vía pública a las trompadas?´ Luego lo agarraron y estuvo detenido cerca de tres meses, pero la Cámara Departamental le dio la libertad condicional porque la sentencia no quedó firme. Ahora estimo que la causa está en la Corte Provincial".
Meiszner tomó acción por sí mismo también. Sus modos quedaron al descubierto el 8 de octubre de 2007, cuando al término de un partido de Quilmes subió hasta la cabina de FM Sur para golpear al periodista local Adrián Di Blasi, crítico de su gestión. Le pegó una trompada que le cortó la boca y el pómulo izquierdo. La denuncia fue radicada en la seccional 3ª de Quilmes, pero jamás pasó nada.
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En Quilmes, Meiszner se ganó el mote de intocable y no es para menos. Pocos se animaron a hacerle frente y es recordado el caso de Jorge Máñez, quien asumió la presidencia del club en 2007 (apadrinado por el exsecretario ejecutivo de la AFA) pero renunció al poco tiempo porque se habían tomado decisiones sin su participación. Entonces, se convirtió en oposición y en 2010 perdió las elecciones, en las que se impuso la fórmula Meiszner-Fernández. Cuando el presidente renunció, su vice asumió en el máximo cargo y nunca más dejó el club, ya que en 2013 fue reelecto en el puesto por tres años más. Y entre los máximos dirigentes también aparece un Meiszner: Andrés, el encargado esta tarde de dejar su voto por el nuevo presidente en la Asamblea Extraordinaria de la AFA.