martes, septiembre 08, 2015

Amigos del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada

 

Informe-llamada a los navarros y el resto de españoles

En la ciudad de Pamplona, concretamente al final de la Segunda Zona del Nuevo Ensanche, se encuentra el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Lleva desde 1952 ante los ojos de todos, es imponente y bellísimo, pero su existencia peligra totalmente, sobre todo el culto divino –Santa Misa mensual y Via Crucis- en su Cripta. Es necesario decir esto a todos los españoles.
El edificio consta de un cuerpo central que alberga la basílica de la Santa Cruz, cerrada con una inmensa cúpula central, que es la segunda mayor de España y tiene unas magníficas pinturas al fresco, y una cripta debajo de ella que es mausoleo o cementerio. El cuerpo central se prolonga en un largo arquerío exterior cubierto de 945 m2, situado a ambos lados del edifico a modo de acogida, con galerías inferiores de acceso a la Cripta. La explanada exterior al cuerpo central y arquerío preside la gran plaza de Conde de Rodezno, que contiene un gran estanque rectangular y un soberbio arbolado.
La cripta se diseñó como mausoleo, y a ella se trasladaron los restos mortales del teniente general José Sanjurjo Sacanell y del general Emilio Mola Vidal para su reposo final el 17-VII-1961, a los 25 años del Alzamiento, hecho histórico insoslayable. A la vez se trasladaron los restos de varios voluntarios. Sus familiares han de saber que en esta cripta todos los meses se ha rezado por sus almas y eterno descanso. Es el cementerio mejor cuidado de todos y donde más oraciones se rezan.
La cripta es un cementerio, cimiento y el último eslabón de significado y libertades que tuvo un monumento que simboliza Navarra, y a un pueblo con memoria que se levantó por la religión contra la persecución religiosa y el marxismo, entonces estalinista. En ella se reza por los navarros muertos en la Cruzada, por todos los difuntos, y el Homenaje es sólo a Dios.
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Ocurre que fuera de Navarra y aún de Pamplona, el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada es totalmente desconocido. Es hora que lo conozcan, lo admiren y defiendan. Más: los navarros tienen derecho a conocerlo siendo que aún no se han enterado de lo que ocurre, salvo por las agresiones y el terror psicológico callejero y de todo lo que circula por la red internauta. Lo mismo diremos del resto de los españoles -piensen como sea-. Unos y otros tienen derecho a saber qué barbaridades los colectivos y asociaciones pantalla cuelgan en la Red internauta, fruto de la manipulación y la revancha. Tienen derecho a saber cómo se está presionando contra el arzobispado hasta extremos inconcebibles con un problema que ha saltado a la misma diócesis.
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Hagamos historia. Mientras se realizaba la construcción, el 15-X-1947 dicha Diputación Foral acordó donar el monumento al Obispo de Pamplona mons. don Enrique Delgado Gómez (1946-1968), quien aceptó el 31 de octubre. El 1-II-1963 la Diputación cedía definitiva y gratuitamente el Monumento al Obispado, reiterando el carácter votivo que debía tener a perpetuidad.
El documento de donación, las Reglas y Estatutos de la Hermandad que es canónica, y la costumbre mantenida, permiten y reconocen respectivamente que la Hermandad asista al culto religioso –de hecho es privado- en la Cripta, organice y asista a la Santa Misa en sufragio por los muertos por Dios y por España, y que rece el Vía Crucis así como otras oraciones del cristiano.
La Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, fue fundada por mons. Marcelino Olaechea Loizaga en el monasterio de Irache, donde inicialmente tuvo su sede, el 26-XII-1939. Esta Hermandad canónica tiene una Fundación Perpetua de Misas en el Monumento, según Decreto eclesiástico del 18-I-1957. Su primera Misa –en la basílica de la Santa Cruz de la parte superior sobre la cripta- y el Via Crucis, ambos con permiso verbal del Obispo del 10-XII, se celebraron el 14-XII-1958; en adelante todos los meses se sufragó y sufraga a los muertos por Dios y por España, y a sus miembros fallecidos. La Sede de la Hermandad está en el Monumento por decisión verbal del Obispo del 10-XII- 1958. Pues bien, ambas decisiones verbales se decretaron por escrito el 13-I- 1960.
En la situación legal del Monumento, se distingue hoy la antigua basílica y la actual cripta. A mons. José María Cirarda le sucedió mons. Fernando Sebastián en la sede episcopal de San Fermín en 1993, y en 1997-1998 éste último donará –no venderá- el edificio al Ayuntamiento de Pamplona con diversas condiciones, desacralizándolo al efecto. Hemos dicho que de la desacralización se salvó la cripta, cuyo cuidado el arzobispo don Fernando Sebastián encargó a la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, destinó a la oración, y señaló como sede de la Hermandad -que había sido desplazada de la basílica- según los Estatutos o Reglas (Art. 2) por él actualizadas el 9-I-2006. Voluntarios de la Cruz trasladó el culto divino que realizó hasta 1997 en la basílica de la Santa Cruz con Santa Misa mensual y Via Crucis.
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En 2012 los periodistas del Gara iniciaron su insultante arremetida contra esta cripta o catacumba, donde sólo se reza. Ahora se quiere impedir la Santa Misa en ella, y también el Via Crucis, lo que afecta a la Sede de la Hermandad y a la existencia de ésta.
Ahora se quiere impedir la Santa Misa en ella, y también el Via Crucis, lo que afecta a la Sede de la Hermandad y a la existencia de ésta. La Cripta es lo que queda, como signo y cimiento, del monumento a los navarros muertos en el frente de batalla durante la Cruzada (…). Esto es lo que los aberrantes quieren suprimir y para ello presionan con todo descaro sembrando un miedo psicológico en el arzobispado de Pamplona-Tudela, que agudiza los insultos que el Cabildo de la catedral y el señor arzobispo reciben al terminar las procesiones del Corpus Christi, de San Fermín… de vuelta a la catedral. Este es un nuevo paso, y un paso previo para otros objetivos, los peores que el lector puede imaginar (…) Con el anterior Parlamento navarro y más ahora, tras los insólitos amaños postelectorales, las presiones sobre el Sr. arzobispo se agudizan a través del escándalo callejero y el anónimo y cobarde internet.
Al final quieren convertir el edificio del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada en el monumento primero escorado a favor de los contrarios, luego apropiado por los luchadores que llaman antifranquistas, y manipulado por los que se dice que querían luchar por la democracia incluidos (¿?) los de ETA. Para no pocos –más de los que quisiéramos- ETA es el ejército abertzale (patriota). Hoy todo es subjetivo y todo vale. Verá Vd. un monumento al ejército etarra como luchador por la libertad.
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¿La actual situación? Les informo: la celebración de la Santa Misa y el rezo del Via Crucis en la Cripta del Monumento de la que se encarga la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz (que es canónica, y la creó mons. Marcelino Olaechea el 26-XII-1939), corre el inminente peligro de desaparecer definitivamente por presiones sobre el Sr. Arzobispo (…). Si se prohíbe la Santa Misa y Via Crucis en la cripta, se pierde la cripta, se pierde definitivamente el monumento, y la hermandad pierde su Sede. Como en 1958-1960 fue del permiso verbal al hecho y, tras éste, vino la letra, el actual Sr. arzobispo no puede desdecir, sólo verbalmente y por presiones, lo que está escrito, por lo que le pedimos que reafirme al menos verbalmente nuestro derecho.
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Libremos a nuestra Diócesis de presiones políticas y callejeras, del terrorismo psicológico, de las agresiones ideológicas y totalitarias que mezclan churras con merinas a voluntad, que buscan realmente otra cosa, sea del entorno de Bildu y similares. La primera manera de librarle es sobreponiéndose a las adversidades y el qué dirán con el espíritu de fortaleza cristiana, conociendo el monumento y su cripta, sabiendo cómo están las cosas, siendo conscientes que una Hermandad canónica reza por los difuntos en el cimiento del Monumento de Navarra, y uniendo los corazones limpios.
Os pedimos ayuda urgente, católicos y españoles de bien. ¿Por qué? Porque no nos valemos para defender el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada (construido en 1952), ni el culto religioso en su sagrada Cripta que es signo y cimiento de aquel, ni la libertad de nuestro Sr. arzobispo, presionado contra dicha Cripta por anticlericales, neomarxistas y separatistas. No, no estamos a la altura de las circunstancias y no tenemos casi medios; necesitamos a todos los católicos fieles y despiertos, a todos nuestros compatriotas.  Pero como hay mucha gente buena, lo peor y lo más injusto en cada Diócesis y España, es el silencio.
Hay que escribir al señor arzobispo, con muchísimo respeto –él ha de saber quiénes son sus amigos- pero con igual firmeza, que muchísimos pamploneses, navarros y españoles quieren que la Hermandad de Caballeros de la Cruz mantenga su Derecho y celebre su culto religioso y privado en la cripta, donde el Homenaje es a Dios, entre tanto ansía reabrir al culto la antigua basílica de la Santa Cruz.
Ojalá lleguen muchas cartas particulares -ecuánimes y firmes- al Sr. arzobispo en apoyo del monumento de Navarra representado hoy en su Cripta, en apoyo de la memoria de la Navarra católica, y de la celebración de los actos religiosos privados por dicha Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, tal y como lo ha hecho desde 1958 hasta hoy.
José Fermín Garralda Arizcun