miércoles, mayo 21, 2014

Teresa Parodi Ministra de Cultura: Ahora hay “sensación de ignorancia”


Teresa Parodi Ministra de Cultura: Ahora hay “sensación de ignorancia”

UNA CRÓNICA EN PRIMERA PERSONA

Fui corriendo a la Feria del Libro a buscar las Obras Completas de Teresa Parodi antes que se agoten cómo ocurrió tras la muerte de Gabriel García Márquez. Caminé como sediento en el desierto que no encuentra un vaso de agua. Todo inútil. Abandoné antes que me ocurriera como a esos maratonistas que por hacer un súper esfuerzo le falla el corazón.

Recurrí a Google que siempre sabe todo. Sólo saltó un puñado de discos y cuando leí “Autobiografía de Teresa Parodi”… tampoco era libro sino cantado.

Y ahí me vino a la memoria una anécdota de los años 90. Se había agotado ni recuerdo qué edición de mi libro “Las Manos de Perón” y me invitaron a esos almuerzos televisivos de “la señora”. Mi vieja me llamaba después horrorizada porque cada vez que me enfocaba la cámara estaba con el vaso de vino en la mano.  Pero el alcohol en sangre nunca es obstáculo para un don natural: La buena memoria.

En ese almuerzo estaba Teresa Parodi y la siempre bella Susú Pecoraro.
La folklorista contó al aire (por eso lo digo ahora, no es un secreto) que su hijo tenía problemas graves con las drogas. Ese engendro creado por Menem llamado SEDRONAR ya la estaba ayudando, Teresa agradecía y apoyaba al gobierno del riojano. Primera condición para llegar alto con el kirchnerismo: Haber apoyado a Menem entonces y repudiarlo hoy.

En un momento le dije que había algunas obras recomendables para padres que tienen hijos drogadictos. Su respuesta fue sonriendo (sonríe muy poco, tiene un carácter desagradable y le molestaba hasta el mozo que servía la mesa), y cuando le mencioné la palabra “libro” fue algo así como si le hablara a Drácula del bello sol y la ristra de ajo.

Me miró como diciendo “Vade Retro Satán”  y tomó distancia. Confesó que no es adicta a la lectura, que de eso no sabía nada, casi casi que le pones un texto de Borges y uno de Inodoro Pereyra y no distingue el autor.
Quizás en 20 años haya cambiado, leyó todo lo que hay que leer y cumplió esa premisa de Borges que reza: Un hombre es lo que ha leído, no lo que ha escrito. Pero me suena raro que lo haya hecho.

Teresa Parodi, la mujer que no lee y de cultura no conoce nada, es el sueño de todo gobierno fascista que ni Hitler ni Mussolini se atrevieron a nombrar alguien de semejante ignorancia.

Pero el kirchnerismo es coherente con sí mismo. El desprecio por la cultura significa más ignorancia, menos fomento al estudio,  o sea, más planes sociales y votos atados a un subsidio  por vagancia extrema.

No gastes tu tiempo en encontrar las Obras Completas de Teresa Parado ni de regalarle una biblioteca porque te la tira por la cabeza y te denuncia al INADI.

Ahora ya no sólo hay “sensación de inseguridad” sino también “sensación de ignorancia”.

Cristina lo hizo.

Jorge Boimvaser