jueves, agosto 01, 2013

FRANCISCO: GAYS Y CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

NOTICIAS GLOBALES, Año XVI. Número 1081, 15/13. Gacetilla n° 1196. Buenos Aires, 30 julio 2013
1196) FRANCISCO: GAYS Y CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Finalizada la Jornada Mundial de la Juventud (Río de Janeiro), en rueda de prensa en el avión de regreso a Roma (28-07-13), el Papa Francisco habló, entre muchos temas, sobre los homosexuales, haciendo referencia a los textos del Catecismo de la Iglesia Católica.
El Papa, entre otras cosas, dijo: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy bella esto”. (Puede verse la entrevista completa aquí).
Facilitamos a nuestros lectores los textos del Catecismo de la Iglesia Católica (nn. 2357-2359), a los que se refiere el Santo Padre.
Castidad y homosexualidad:
2357. La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.
2358. Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.
2359. Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana. FIN, 30-07-13