Dr.
José Brunetta, ex director de Chrysler Fevre
Argentina
Carta de lectores La Nación
23-8-2008
Señor Director:
"El 9 de enero de 1975, en época de un gobierno supuestamente democrático, ingresé a trabajar como Gerente de Finanzas a Chrysler Fevre Argentina S.A., empresa automotriz que tenía 4.000 operarios y 1.000 mensualizados, incluyendo directores y gerentes.
El primer día, ese 9 de enero
de 1975, el señor Director de Relaciones Industriales, Eduardo
Beach, me pide si puedo tener una reunión
con
él. Me da la bienvenida y me
dice que los cuadros directivos de la empresa están todos amenazados
por el terrorismo de Montoneros y del ERP, porque la empresa no
acepta pagar una mensualidad a los fondos de
estas organizaciones y que, si yo desisto de ingresar, no lo va a
tomar como un acto de cobardía.
Ante mi respuesta que deseo entrar de igual manera, dado que por suerte la naturaleza me munió de determinados atributos, me pregunta mi fecha de nacimiento, la anota en forma de clave en una tarjeta y al dorso escribe su nombre, el del Director de Manufactura y el del abogado de la empresa, con sus respectivos teléfonos. A continuación me dice que si me llegaban a secuestrar les diera la tarjeta a los delincuentes, que la empresa se haría cargo.
Gran debut !!! En Marzo de 1976, llego a la empresa como de costumbre a las 8 de la mañana y veo un tumulto, pregunto qué pasa y alguien me dice que habían asesinado a Eduardo Kenny, Gerente de Distribución.
Primero lo tomé como un chiste pero luego, cuando me acerco al grupo, me entero que era verdad. Cuando en Julio de 1976 me dijeron que habían asesinado Carlos Balsa, Supervisor de Flota, ya no pregunté si era una broma de mal gusto.. Y cuando en Noviembre del mismo año me dijeron que habían asesinado a Jorge Souto, Gerente de Control de Laboratorio, ya empecé a preocuparme un poco más.
Me obligaron a salir de casa con custodia que me dejaba a las 10 o 15 cuadras. Si me hubieran asesinado a mi, Gerente de Finanzas y a la vez, en ese momento, presidente del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, mi sepelio hubiera sido algo así como la Convención de Bancos Nacionales y Extranjeros.
Mi madre le decía a sus clientas del negocio de composturas de zapatos -que había sido de mi padre zapatero- (de allí mi origen oligarca), que de noche no podía dormir pensando que en cualquier momento le iban a informar que a su hijo lo había asesinado el terrorismo.
Sus clientas me sugerían cambiar de trabajo.
Ahora bien, pregunto ¿cuándo van a ir a los tribunales acusados de crímenes de lesa humanidad los ideólogos que enviaban a los jovencitos 'idealistas' a asesinar a civiles y a la vez a ser eliminados por las fuerzas del orden?
Los nombres los conocemos.
Ante mi respuesta que deseo entrar de igual manera, dado que por suerte la naturaleza me munió de determinados atributos, me pregunta mi fecha de nacimiento, la anota en forma de clave en una tarjeta y al dorso escribe su nombre, el del Director de Manufactura y el del abogado de la empresa, con sus respectivos teléfonos. A continuación me dice que si me llegaban a secuestrar les diera la tarjeta a los delincuentes, que la empresa se haría cargo.
Gran debut !!! En Marzo de 1976, llego a la empresa como de costumbre a las 8 de la mañana y veo un tumulto, pregunto qué pasa y alguien me dice que habían asesinado a Eduardo Kenny, Gerente de Distribución.
Primero lo tomé como un chiste pero luego, cuando me acerco al grupo, me entero que era verdad. Cuando en Julio de 1976 me dijeron que habían asesinado Carlos Balsa, Supervisor de Flota, ya no pregunté si era una broma de mal gusto.. Y cuando en Noviembre del mismo año me dijeron que habían asesinado a Jorge Souto, Gerente de Control de Laboratorio, ya empecé a preocuparme un poco más.
Me obligaron a salir de casa con custodia que me dejaba a las 10 o 15 cuadras. Si me hubieran asesinado a mi, Gerente de Finanzas y a la vez, en ese momento, presidente del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, mi sepelio hubiera sido algo así como la Convención de Bancos Nacionales y Extranjeros.
Mi madre le decía a sus clientas del negocio de composturas de zapatos -que había sido de mi padre zapatero- (de allí mi origen oligarca), que de noche no podía dormir pensando que en cualquier momento le iban a informar que a su hijo lo había asesinado el terrorismo.
Sus clientas me sugerían cambiar de trabajo.
Ahora bien, pregunto ¿cuándo van a ir a los tribunales acusados de crímenes de lesa humanidad los ideólogos que enviaban a los jovencitos 'idealistas' a asesinar a civiles y a la vez a ser eliminados por las fuerzas del orden?
Los nombres los conocemos.
Si no los conocen se los
informo: Miguel Bonasso, Carlos Kunkel, Jorge Taiana, Horacio
Verbitsky, Eduardo Luis Duhalde (abogado de los terroristas), Oscar
Parrilli, Nilda Garré, Diana Conti... y suma y sigue.
¿Cuál fue mi pecado para estar en la lista de candidatos al homicidio? ¿No se dieron cuenta aún?...
¿Cuál fue mi pecado para estar en la lista de candidatos al homicidio? ¿No se dieron cuenta aún?...
Mi pecado fue que cuando
falleció mi padre, el zapatero de la calle Tagle y Las Heras, cuando
yo tenia 16 años, en lugar de ponerme a llorar, agarrar un arma y
salir a robar, busqué un trabajo, terminé mi secundario en la
Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, mis estudios en la
Asociación Argentina de Cultura Inglesa y luego estudiaba en la
Facultad de Ciencias
Económicas.
Trabajaba fuera de casa, le
ayudaba a mi madre en su negocio y terminé todos
losestudios en ciencias económicas:
Contador Público, Licenciado en
Administración y Licenciado en Economía.
Si hubiera salido a la calle con un fierro quizás ahora podría ser ministro, Secretario de Estado o jefe de los Fiscales.
Si alguien quiere seguir hablando sobre este tema estoy a disposición.
Si hubiera salido a la calle con un fierro quizás ahora podría ser ministro, Secretario de Estado o jefe de los Fiscales.
Si alguien quiere seguir hablando sobre este tema estoy a disposición.
Pero ojo no soy fácil ni me
achico.”