San Isidoro, el hombre más culto de Sevilla y el más olvidado
La editorial de la Hispalense publica un completo estudio sobre el sabio y arzobispo sevillano
San Isidoro recoge todo el saber de su tiempo en la primera gran enciclopedia de la historia de la humanidad con su famosa obra las «Etimologías»
(627–630). El intelectual, pensador, erudito y sabio se prodigó en
estudios y publicaciones de todo tipo: gramáticas, retóricas y
dialécticas, semiológicas, jurídicas, históricas, monásticas,
astronómicas, música, entre otras. El también arzobispo de Sevilla y doctor de Iglesia supo
reunir todo el conocimiento de la Antigüedad en la Edad Media, algo
reconocido a nivel internacional. Su actividad y su influencia en toda
la vida hispana fue notoria.
La Editorial Universidad de Sevilla acaba de publicar un completo estudio sobre la figura de San Isidoro, realizado por el grupo de trabajo «Scriptorum Isidori Hispalensis», dirigido por el catedrático emérito de Historia Medieval, José Sánchez Herrero, y nacido del Aula de la Experiencia de la institución universitaria.
«El
hombre más culto de la historia de Sevilla no puede ser olvidado», dijo
el catedrático emérito. «Con esta obra, en primer lugar, queríamos
realizar una aportación investigadora y difusora de San Isidoro, y, en segundo lugar, queríamos escribir algo que interesara de manera especial a los sevillanos».
Bajo el nombre de «San Isidoro de Sevilla, en Sevilla», esta obra consta de nueve capítulos en los que se recoge desde una pequeña biografía del personaje puesta al día, hasta el estudio de sus obras (manuscritas e incunables) editadas desde el siglo XVI hasta nuestros días, sin olvidar toda la iconografía diseminada por Sevilla (arquitectura, escultura y pintura) o el traslado de sus restos a León a mediados del siglo XI, con toda la problemática religiosa y política de la época.
El
libro estudia con atención algunas de sus obras más importantes, como
las «Etimologías», considerada como la primera gran enciclopedia (esta
creación se encontraba en las bibliotecas de todos los monasterios de los siglos VIII al XV hispanas y europeas); el concepto de España a través de sus obras históricas («Chronica Mundi e Historia Gothorum, Wandalorum et Sueborum) o los números y su simbología que recogió en «Liber Numerorum». Se completa con otros capítulos dedicados a conocer si se trata de un pensador antisemita, a través de su obra «De fide catholica contra iudeos»; a la ciencia y a su transmisión, especialmente en «De natura rerum».
Además trata de dejar claro el lugar de nacimiento de
San Isidoro. Para algunos autores es sevillano de nacimiento y para
otros, de adopción. José Sánchez Herrero, en el capítulo dedicado a su
breve biografía, señala que, aunque sus hermanos nacieron en Cartagena,
Isidoro —el más pequeño— nació ya en Sevilla, ciudad a la que se trasladó toda la familia. También muere en la capital hispalense en su palacio arzobispal en el 636.
La importancia del erudito
El objetivo final de este libro, y de ahí su énfasis en el título, es que tenga una resonancia especial en Sevilla para
que los sevillanos conozcan mejor a su eminente y culto paisano —de
hecho, se le llamó el Hispalense durante la Edad Media— y valoren en su
medida la importancia de esta figura y a la cultura que Sevilla
proporcionó en los siglos VI y VII a Europa. Y, todo ello, 500 años
antes de la fundación de la primera universidad (Bolonia), siete siglos
para la fundación de la primera en España (Salamanca) y casi un milenio
para la aprobación de la Universidad de Sevilla. El libro está disponible en todas las librerías de la ciudad y en la página web de la Editorial de la US.