Facetas científicas, jurídicas y religiosas del aborto
Mons. Aguer: Facetas científicas, jurídicas y religiosas del aborto
La Plata (Buenos Aires) (AICA):
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, volvió a exponer en su
columna televisiva del programa Claves para un Mundo Mejor, emitido el
sábado 3 de marzo por Canal 9, sobre la cuestión del aborto y algunas de
sus facetas, deteniéndose en la científica, la jurídica y la religiosa,
entre otras.
El arzobispo de La Plata,
monseñor Héctor Aguer
,
volvió a exponer en su columna televisiva del programa Claves para un
Mundo Mejor, emitido el sábado 3 de marzo por Canal 9, sobre la cuestión
del aborto y algunas de sus facetas, deteniéndose en la científica, la
jurídica y la religiosa, entre otras.
Faceta científica
“La primera
faceta que hay que aclarar -comenzó diciendo- es la científica. Mucha
gente plantea que el tema del aborto es una cuestión religiosa y algunos
periodistas, y periodistas importantes y algunos muy inteligentes, han
dicho que la Iglesia es la única que se opone. Pero este tema no es una
cuestión de Iglesia, es una cuestión científica y esta es la primera
faceta que hay que esclarecer”.
“Creo que hay que establecer lo siguiente: El embrión, el fruto de una
concepción, cualquiera haya sido el modo como se haya realizado, ¿es un
ser humano o no? ¿Es una cosa? ¿Qué es? Los partidarios del aborto
suelen decir que podría legalizarse a partir de la semana doce, o de la
semana catorce, y me pregunto: ¿Antes qué era? ¿Cómo se convierte en ser
humano? ¿Cómo se convierte en un hombre o una mujer? Desde el punto de
vista científico, aclaro que no soy un especialista en esto pero leo,
estudio, en este plano el tema no tiene discusión. En los estudios
genetistas de Jérôme Lejeune, padre de la genética moderna, está claro
que el embrión es un ser humano. Esa cosita casi invisible es un ser
humano. Subrayo: el fruto de la concepción humana es un ser humano. Allí
está todo lo que podría llegar a ser esa personita y digo personita con
toda razón, porque es una persona humana, es varón o es mujer. Ya desde
entonces tiene todo lo que tendrá que tener. Por eso: ¿Cómo se lo puede
eliminar?”.
¿Por qué se condena a muerte a un inocente?
“Las razones
que se ponen para eliminarlo son varias. Ya incluso hay decisiones
jurídicas tomadas que hablan, por ejemplo, del caso de violación.
Comprendo, con todo respeto y cariño, a las mujeres, sobre todo chicas
tan jóvenes, que son víctimas de ese delito tan espantoso, pero ¿hay que
liquidar al inocente? Agrego una “boutade”, una especie de broma y
aventura: ¿Y si matamos al violador? ¿Qué les parece? ¿Y si se establece
por ley la pena de muerte para el violador? Les advierto que yo no soy
partidario de la pena de muerte, de ninguna manera, pero me pregunto por
qué castigar con la pena de muerte a la personita que está en el seno
de una mujer. Esta es la primera cuestión que hay que esclarecer.
Faceta religiosa
"Por supuesto
-prosiguió el prelado-, nosotros también reforzamos esa convicción
científica con una razón teológica, con uno de los mandamientos del
decálogo que es “no matarás”. Si es una persona humana, no se lo puede
matar; por eso digo que primero hay que esclarecer. Me resulta patético
que el ministro de Ciencia y Tecnología del gobierno nacional afirme que
el embrión no es todavía un ser humano”.
“Otro elemento: Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, fue un embrión,
formado virginalmente de un óvulo de la Virgen Santísima por la acción
sobrenatural del Espíritu Santo. Después fue un feto que creció en el
seno de Nuestra Señora y, parido virginalmente fue un bebé”.
Faceta jurídica
“Inmediatamente
a las razones científicas y teológicas hay que añadir las razones
jurídicas. Hay convenios con los cuales la Argentina se ha comprometido,
tratados internacionales que sostienen que el fruto de la concepción
humana desde el primer momento de esa concepción es un ser humano y hay
que respetarlo. La legalización del aborto es, por tanto,
inconstitucional”.
“¿La cuestión cuál es ahora? Que se ha permitido la discusión. Claro,
nosotros, que seríamos unos totalitarios no queremos que se discuta. Así
lo presentan algunos”.
“Otra analogía estúpida les voy a hacer: ¿Por qué no propiciamos una ley que despenalice el robo? Leo todo el tiempo las noticias policiales, voy a las cárceles, y veo allí sobre todo a “perejiles”, muchachos muy jóvenes, que han robado y algunos hasta han matado. ¿Por qué han robado? ¿De malvados o perversos que son? Me dirán que muchos están destruidos por la droga y es verdad pero hay otros que roban por necesidad. No creo que el que roba lo haga si no lo necesita, o si el consumismo no lo ha fascinado. También es cierto que conocemos unos cuantos “pescados grandes” que sin necesitarlo han robado; recién ahora parece que están cayendo algunos de ellos. Pero la mayoría de los que están presos son “perejiles” que se arruinan allí mucho más de lo que estaban, pero a nadie se le puede ocurrir propiciar una ley que permita robar".
La democracia no es cualquier cosa
“Por eso, por
favor, seamos serios en esto. Los que tienen que ser serios en primer
lugar son los políticos, los legisladores. Recordaba, en estos días, el
famoso radiomensaje de Navidad de 1944, del papa Pío XII sobre la
democracia. El pontífice decía qué importante es, en una democracia, la
calidad de los políticos, la calidad de los representantes del pueblo,
los que son elegidos para forjar leyes. A propósito de ese mensaje, en
1944 se estaba terminando la Guerra Mundial; se estaba pensando ya en
cómo se refundaba Europa, y surgieron grandes políticos, Adenauer en
Alemania, Schuman en Francia, De Gásperi en Italia, y otros, que se
inspiraron en ese radiomensaje de Pío XII y por eso pudo restablecerse
en Europa una democracia seria”.
“La democracia no es cualquier cosa. Democracia no es decir “yo estoy en
contra del aborto, pero que se discuta”. No es así. Un verdadero
político no debe ni puede hacer eso", concluyó monseñor Aguer y prometió
continuar la semana próxima.+