Tras haber estado reunido con él en su despacho y escucharle hablar en el Congreso, John Boehner, no ha podido contener las lágrimas ante las últimas palabras de Francisco
«Buenos días a todos Ustedes. Les agradezco su
acogida y su presencia. Agradezco los personajes más importantes que hay
aquí: los niños. Quiero pedirle a Dios que los bendiga».
Esas fueron las primeras palabras que Francisco ha dedicado a la audiencia que se agolpaba frente al Congreso para escucharle. Junto a él, John Boehner, el presidente de la cámara, que le había recibido por la mañana en su despacho.
Después, tras escucharle pedir la abolición de
la pena de muerte y pedir por los pobres, Boehner no ha podido más y ha
tenido que utilizar un pañuelo para secarse las lágrimas. El presidente
del Congreso fue quien presentó la invitación a Francisco para que
interviniera.
«Señor, Padre nuestro de todos, bendice a este
pueblo, bendice a cada uno de ellos, bendice a sus familias, dales lo
que más necesiten» ha continuado diciendo el Pontífice.
«Y les pido, por favor, a Ustedes, que recen
por mí. Y, si entre ustedes hay algunos que no creen, o no pueden rezar,
les pido, por favor, que me deseen cosas buenas. Thank you. Thank you
very much. And God bless America».