Diez enclaves únicos de Sos del Rey Católico
Este pequeña villa medieval, cuna de Fernando el Católico, fue un importante enclave defensivo desde el siglo X
A vista de pájaro
Es difícil resistirse al encanto de esta pequeña villa medieval de la provincia de Zaragoza. Conocido como la cuna de Fernando el Católico, porque aquí nació el monarca, el pueblo esconde infinidad de rincones que parecen salidos de un cuento de caballeros y princesas. La belleza de sus calles estrechas y empedradas, su muralla, sus puertas fortificadas, sus arcos góticos apuntados, sus iglesias y su propia historia son solo algunos de los lugares es Sos que nos arrancarán un suspiro de admiración, anhelando quedarnos allí para siempre.Auténtico fortín
Sos del Rey Católico nos arranca un primer suspiro sin siquiera haber llegado allí, y es que la mejor vista del pueblo la tenemos desde la carretera de circunvalación que nos permite admirar la villa en conjunto. Al contemplarla a lo lejos, situada en lo alto de un cerro y levantada a base de piedras, tenemos la sensación de estar contemplando un auténtico fortín y entendemos por qué fue un importante enclave defensivo desde el siglo X. Ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico.
Ésta es la villa donde nació Fernando el Católico, el último rey de 
la Corona de Aragón. Este nacimiento fue fruto de los complots de la 
alta política y es digno de protagonizar un serial: su padre, Juan II de
 Aragón, se disputaba el trono de Navarra con su hijo Carlos, Príncipe 
de Viana, fruto de su primer matrimonio con Blanca de Navarra. Por ello,
 la madre del futuro Rey Católico, Juana Enríquez, prefirió tener a su 
hijo en lugar seguro, en Aragón, y eligió Sos, donde vivía la familia 
noble de los Sada, leales al monarca.
Si al contemplar Sos del Rey Católico tenemos la sensación de estar 
ante un auténtico fortín es en parte gracias a su castillo fortificado, 
construido originariamente en el año 975 aunque reformado en los siglos 
XI y XII. Levantado sobre la parte más alta del municipio, la peña 
Francia, su elemento más destacado es la torre del Homenaje. La muralla y
 sus siete entradas a la villa se mantienen al completo, rodeadas por 
las casas que han ido edificándose a su alrededor. 
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Este pequeña villa medieval, cuna de Fernando el Católico, fue un importante enclave defensivo desde el siglo X
Iglesia de San Esteban
Esta iglesia románica se levantó adosada a la torre del homenaje y 
cuenta con una cripta (conocida como la iglesia baja) y un claustro. Es 
el templo principal del pueblo y en ella se encuentra la pila del siglo 
VIII donde fue bautizado Fernando el Católico. En su interior, también 
podemos visitar el museo de arte sacro, que alberga tesoros artísticos 
como lienzos barrocos, tallas góticas y numerosas piezas de orfebrería. 
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El 10 de marzo de 1452 nació, en esta casa de la familia Sada, el rey
 Fernando el Católico. Se trata de un palacio de finales del siglo XV, 
levantado en piedra. En la puerta de la entrada todavía se puede ver el 
escudo de la familia. El edificio es ahora un centro de interpretación 
dedicado al vecino más ilustre que ha tenido esta villa. Desde aquí se 
organizan visitas guiadas por el municipio donde se conoce la historia 
de Sos del Rey Católico que, en parte, es también la historia de España.
 
Es uno de los lugares con más encanto del municipio. Se trata de una 
antigua lonja de la Edad Media, de construcción románica, que se 
utilizaba como mercado y, a la vez, como centro de distribución de 
productos al por mayor. Su principal característica son cuatro arcos 
apuntados. Parte de su suelo proviene de la antigua cárcel de Sos y en 
él pueden verse inscripciones hechas por los presos durante la Guerra 
Civil y la posguerra. Actualmente es la biblioteca municipal.
Se encuentra a las afueras del pueblo, a unos dos kilómetros, y fue 
construido a finales del siglo XVII por la congregación de los 
Carmelitas Descalzos. La Guerra de la Independencia primero y las 
Guerras Carlistas después hicieron que los religiosos finalmente 
decidieran abandonar el convento en 1835. Ya en el siglo XX los 
Agustinos Recoletos continúan con la obra hasta la actualidad. Dice la 
tradición que se eligió este lugar para edificar el templo porque aquí 
se apareció la Virgen María.
Sos conserva todavía lo que fue la judería medieval, conocida 
actualmente como el "barrio alto". En origen estuvo formada por unas 
treinta casas entorno a una calle principal desde la que se podía 
acceder al centro de la villa y desde la cual surgen diversos callejones
 sin salida. Es una delicia pasear por sus lugares más pintorescos: la 
plaza de la Sartén, el túnel del Perdón o la calle de la Luna.
¿Cómo no suspirar ante un buen plato de pochas guisadas con tomate y 
pimiento verde? Ésta es solo una de las muchas recetas, tradicionales 
pero con un toque innovador, que podemos probar en el restaurante La 
cocina del Principal (Fernando el Católico 13; 610 509 275). Situado en 
una casa del siglo XV y de ambiente acogedor, sirve los platos 
tradicionales de la zona, como el ternasco, con acompañamiento de jazz. 
Si además de comer, también queremos dormir en Sos, nada mejor que el 
Parador de Turismo.
Por si fuera poco todo lo que tenemos que ver en Sos del Rey 
Católico, si miramos a su alrededor quedaremos maravillados. Desde la 
posición elevada en la que se encuentra el municipio, podemos contemplar
 cómo está rodeado de montañas, montes y vaguadas repletas de pinos, 
chopos y alguna que otra haya, que en otoño estallan en colores. Este 
entorno es ideal para los amantes del senderismo ya que disponen de 
varias rutas para conocer el paisaje, como la GR1 que llega hasta 
Sofuentes.