no se edificará
la ciudad de un modo distinto a como Dios la ha edificado; ... no, la
civilización no está por inventar, ni la nueva ciudad por construir en las
nubes. Ha existido, existe: es la civilización cristiana, es la ciudad
católica. No se trata más que de instaurarla y restaurarla, sin cesar, sobre
sus fundamentos naturales y divinos, contra los ataques siempre nuevos de la
utopía malsana de la revolución y de la impiedad: omnia instaurare in Christo".
San
Pío X, carta sobre los errores de "Le Sillon"
Notre charge apostolique.