lunes, octubre 22, 2012

El Gobierno lo niega, pero la Iglesia no dejó hablar a Cristina en la basílica de Itatí


Diario Clarín 

El Gobierno lo niega, pero la Iglesia no dejó hablar a Cristina en la basílica de Itatí

Por Sergio Rubín

Corrientes. El jueves, Cristina fue a la basílica de Itatí para recordar un desembarco en Malvinas en los 60./TELAM

19/10/12
El llamado Operativo Cóndor que consistió en el desvío de un avión de Aerolíneas a Malvinas para reafirmar la soberanía argentina sobre las islas sigue curiosamente entrelazando casi medio siglo después la política y la Iglesia. El Gobierno salió ayer a negar que el arzobispado de Corrientes no le haya permitido a Cristina Fernández de Kirchner hablar dentro de la basílica de Itatí cuando el jueves concurrió al santuario para depositar una de las banderas que flamearon en el suelo ocupado por los británicos. Pero fuentes eclesiásticas dijeron a Clarín que el texto del desmentido -que lleva la firma del secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli- no dice que la Casa Rosada pidió que la Presidenta hablara al final del oficio religioso, pero que las autoridades religiosas lo rechazaron porque los oficios religiosos los cierra el celebrante, y que sólo aceptaron unas breves palabras de la Presidenta al inicio sobre el sentido de su visita.
El sainete salió a la luz en la víspera del arribo de la Presidenta al santuario, cuando el intendente de Itatí, César Torres, dijo de modo impreciso -como ahora se ve- que Cristina “ quería dar un discurso dentro de la basílica , pero que (las autoridades del arzobispado correntino) no se lo permitieron”. En rigor, fuentes eclesiásticas dijeron que fue el propio Parrilli quien días antes visitó la basílica para ultimar los detalles de la visita presidencial y quien pidió que Cristina hablara al final del oficio, pero recibió la negativa .
“El criterio que se aplicó es que no deben cambiarse las prácticas religiosas con el consiguiente riesgo de su desnaturalización”, explicaron en la Iglesia. Al final, la Presidenta habló frente de la basílica, ocasión en que dijo: “No viene como presidenta, sino como peregrina”.
El propósito de Cristina, según ella misma dijo, era cumplir con la promesa que le hizo a la esposa de Dardo Cabo -quien encabezó el Operativo Cóndor- de depositar a los pies de la Virgen de Itatí una de las banderas que flameó en las islas. Con ello se cerraba una curiosa historia de sentimientos religiosos y patrióticos que se inició el 28 de setiembre de 1966 cuando 18 estudiantes, obreros, sindicalistas y periodistas, en su mayoría peronistas y nacionalistas católicos -de una edad promedio de 22 años- desvió hacia Malvinas un avión de Aerolíneas Argentinas que había partido de Buenos Aires con destino a Río Gallegos.
Entre los pasajeros se encontraban el gobernador del entonces Territorio Nacional de Tierra del Fuego, contralmirante José María Guzmán, y el director de Crónica, Héctor Ricardo García.
Horas después aterrizó en la pista de carreras de caballos, cerca de Puerto Argentino. Los jóvenes bajaron y desplegaron siete banderas argentinas. Algunos malvinenses que se acercaron -entre ellos el jefe de policía y el jefe de los marines- fueron tomados de rehenes, siendo el avión rodeado por las Fuerzas de Defensa. Los jóvenes reclamaron que el gobernador de las islas reconociera la soberanía argentina. Por pedido de Cabo, un sacerdote de la isla, Rodolfo Roel, ofició una misa dentro del avión. Además, medió en el incidente. Finalmente, los jóvenes depusieron su actitud y se alojaron en su iglesia hasta embarcar en un buque argentino que los regresó al continente.