Anima a la Iglesia lombarda a mirar el futuro con confianza
En su segundo día de estancia en Milán, donde preside el VII Encuentro Mundial de las Familias, que se prolongará hasta mañana, el Papa dedicó las primeras horas de la mañana para reunirse con la Iglesia lombarda, a la que animó a mirar al futuro «con confianza».
Acogido con vivas y cánticos por los presentes dentro de la catedral y por las miles de personas congregadas en la explanada del Duomo, el Sumo Pontífice destacó la labor de los religiosos, cuya misión, dijo, es conducir a los fieles a la unión con Dios y a hacer que crezca la unidad eclesial para la salvación del mundo.
«Señal luminosa de esa caridad pastoral y de un corazón indiviso es el celibato sacerdotal y la virginidad consagrada», subrayó.
El Obispo de Roma agregó que el amor por Jesús vale para todos los cristianos, «pero adquiere un significado singular para el sacerdote célibe y para quienes han respondido a la vocación de la vida consagrada». «Solo y siempre en Cristo se encuentra el manantial y el modelo para repetir cotidianamente 'sí' a la voluntad de Dios», añadió el Papa, que recordó que San Ambrosio «siempre predicó y cultivo la virginidad en la Iglesia, promoviendo también la dignidad de la mujer».
Tras la cita en la catedral, Benedicto VI se dirigió al estadio de fútbol Giuseppe Meazza-San Siro, campo del Milan y el Inter, para reunirse con miles de jóvenes que se preparan para la confirmación.
Esta tarde, a las 17.00 hora local (15.00 GMT), se entrevistará con las autoridades locales en el salón de Trono del arzobispado milanés y dirigirá un discurso al pueblo milanés.
A las 20.30 hora local (18.30 GMT) se trasladará al parque de Bresso, donde se reunirá con las familias de todo el mundo que asistirán al evento en una vigilia llamada «fiesta del testimonio».