Lo dijo Schoklender
"Salíamos con fierros a buscar plata"
Afirmó que así obtuvo fondos para Madres
Sergio Schoklender  volvió a la carga. En una catarata de escandalosas declaraciones, el ex  apoderado de Madres de Plaza de Mayo afirmó que la asociación que  preside Hebe de Bonafini se financió en los 90 con asaltos a supermercados.  "Si hacía falta pagar la luz, salíamos con fierros en la cintura a  buscar plata para sostener lo que las Madres necesitaban", detalló.
Además, afirmó que en la sede del organismo se guardaron  armas de guerra y que habían planeado secuestrar al ex represor Emilio  Massera, pero la idea no tuvo el apoyo de Bonafini.
Directo y locuaz, Schoklender denunció, en una entrevista  con el escritor Martín Caparrós, la supuesta existencia de  "sobresueldos" para los funcionarios del Gobierno. Y no se privó de  criticar a Cristina Kirchner. "La primera vez que vio un pobre fue en  obras de la fundación. Caparrós publicó la entrevista, que ocupa 25  carillas, en su blog Pamplinas, en la versión digital del diario español  El País  ( http://blogs.elpais.com/pamplinas/2011/12/muerto-en-vida.html ). 
Coincide con la publicación en las próximas horas de un libro escrito por el propio ex apoderado de Madres titulado Sueños postergados.  Coimas y corrupción en la patria de los desvíos (Editorial Planeta).  Allí su versión del escándalo que envuelve al organismo desde mayo  pasado, cuando fue despedido por Bonafini y por el cual la Justicia lo  investiga por malversación de millonarios fondos públicos. "La verdad es  que me pagaban un anticipo que nos venía muy bien porque estábamos sin  un peso", justificó Schoklender, ante Caparrós, la decisión de escribir  un libro.
En su texto, el ex apoderado de Bonafini afirma que el  proyecto de la asociación "era revolucionario", y agrega: "La única  salida lógica era la lucha armada (...) En la universidad [de las  Madres], guardábamos de todo".
Sobre el armamento, en la entrevista con Caparrós dijo  que tenían "armas de todo tipo, pistolas, ametralladoras, granadas,  plástico", pero aseguró que eso fue en la época del menemismo, cuando  planeaban "mandar a los compañeros a formarse con las FARC en Colombia y  con los zapatistas en Chiapas". Schoklender contó que con ese grupo  planeaba secuestrar a Massera. "Pero Hebe se opuso", admitió.
"Cuando se produjo el enamoramiento entre Hebe y Néstor  [Kirchner], tuvimos que sacar todo lo que había en el sótano y hacerlo  desaparecer", recuerda en el libro.
Para financiar ese objetivo y solventar el funcionamiento  de Madres, señaló haber salido a robar a mano armada: "Tratábamos de  que fuesen lugares que representaran más la concentración oligárquica,  no la farmacia de la esquina".
Schoklender ratificó sus dichos ayer en declaraciones  radiales. "Yo financiaba y sostenía [a Madres] desde el casino. Soy un  brillante jugador de  black  jack y trabajaba todas las noches para poder pagar al día siguiente", agregó en Radio 10.
En otro de los pasajes del libro, el ex apoderado de  Madres cuenta que Bonafini le confesó que el número de 30.000  desaparecidos durante la dictadura fueron, en realidad, 15.000. "Me lo  contaba como secreto, no sé, estábamos reunidos con otras madres y  entonces como la Conadep dijo 15.000 yo salí a decir que eran 30.000, y  quedó 30.000", expresó Schoklender.
En la Asociación Madres de Plaza de Mayo desestimaron de forma terminante las acusaciones.
En la larga charla con Caparrós, Schoklender recordó la  vez que la Presidenta visitó uno de los obradores donde trabajaba la  fundación, afirmó que ésa fue la primera vez que la mandataria "vio un  pobre", y consideró: "Vos la veías que no era lo suyo". Luego de la  muerte de su esposo y ex presidente, Cristina Kirchner sufrió unas  "depresiones muy grandes. No sabían cómo levantarla, días enteros  llorando", graficó.
Schoklender no obvió en su libro hacer referencia a cómo  el Gobierno maneja fondos públicos. "La política gubernamental se  financia con la caja del Estado", destaca, y posteriormente detalla la  existencia de "tres cajas básicas": "La primera está sustentada por la  necesidad real de fondos para sostener a funcionarios cuyos verdaderos  sueldos no se blanquean [habla de sobresueldos de 20.000 dólares]".
Y concluye: "La segunda es corrupción lisa y llana, caja  para que se enriquezcan los De Vido, los Jaime, los López, los Bontempo,  y toda esa clase de personajes. La tercera es aquella destinada al  mantenimiento de las enormes estructuras de las organizaciones sociales  que Néstor Kirchner ordenó financiar para poder construir una base  social propia".